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11 𝚍𝚎 𝚜𝚎𝚙𝚝𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 2021
— chau mi amor. –me da un beso.
— quédate un ratito más. –hice puchero.
— no puedo amor, cuando salga de entrenar vengo rápido. –me abraza. Te amo.
— te amo más.
Me dio un último beso y se fue de la casa. Me metí a bañar, hoy estaba con todas las pilas, no se si era por los polvasos que nos dimos ayer o que, pero estoy de buen humor, raro de mí en las mañanas.
Preparé un café para mí y una chocolatada para Amira, ella bajó cómo todos los días, triste.
— ¿por qué estás tan de buen humor vos? Son las nueve de la mañana. –me mira raro.
— si supieras mi amor. –me reí. Desayunemos, tenemos que ir a la eco.
— ¿Julián va?.
— si Ami, cuando salga de entrenar se va directo para allá.
Asiente, nos pusimos a mirar historias juntas, para sacar algún chisme o enterarnos de alguno mejor dicho.
Amira empezó hacer videollamada con Nahuel, él se enteró por Julián y juró no decir nada...al fin y al cabo, hasta el mismo dice que ya no sabe quién es Matías, dicen que cambio mucho.
— está re grande ya. –sonríe. Y el tuyo Orne ¿para cuándo?.
— en dos años más. –me reí. Todavía no, nos queda mucho.
— te tomó la palabra eh.
— hoy nos enteramos el sexo del bebé, estoy nerviosa. –habla Amira.
— ya voy a saber si voy hacer madrina de un nena o un nené.
— eeh mándame foto boluda, no te ortives. –me mira.
— Nahue, llegué...vinimos con Agustin...
Sentimos la voz de Matías y automáticamente la llamada se cortó. Mire a mi Ami, se le llenaron los ojos de lágrimas, quise abrazarla, pero salió corriendo para el baño, nauseas.
Le agarré el pelo mientras vomitaba, me pone mal verla así, saber que esta así por un chabon que realmente no vale la pena.. pero con Julián sentimos que hay algo malo, muy malo.
— no pasó nada. –se levanta. Estoy bien.
— Ami.. ¿querés qué hablemos?.
— no, me lavo los dientes y vamos para el hospital ¿dale?.
Le sonreí.. salí del baño para prepararme yo también.
Ami en el camino estaba callada, ni música había puesto. El embarazo no esta pasándolo sola, nos tiene a nosotros.. pero se perfectamente que ella necesitaba a Matías en este proceso.. quiero patearle el culo ochenta veces a ese pendejo para que se de cuenta de las cosas.
(...)
Nos acaban de confirmar, ¡es nena! Estamos los tres muy felices, más Ami que se le salían las lágrimas de la emoción, es de no creerlo la verdad. Ustedes no se dan una idea cómo estaba Julián.
— ¿voy hacer tío de una nena viste mi amor?. –me abraza.
— no me quiero ni imaginar como se va a poner el día que ustedes tengan una hija. –habla Ami.
Uh, los palitos que me estaban tirando todos con respecto a los hijos. Con Juli lo hablamos, quedamos en que íbamos a disfrutar cada momento de una relación, queda mucho por vivir aún. En unos años más lo buscaremos.
— ¿vamos a tomar un helado para festejar?. –propuse.
Los dos asintieron y manejé hasta allá. Pedimos los helados y nos quedamos sentados en una de las mesas tomando.
Por suerte acá no es cómo Argentina, que tenes que tener cuidado por la prensa, acá es todo más tranquilo por suerte. Me di cuenta que un chabon estaba mirando mucho a Amira.
— ¡es Garnacho!. –dije sorprendida.
— ¿otro más con el qué estuviste? Dale amor. –se queja Julián. No es momento.
— no tarado, Garnacho esta mirando a Amira.
— ¿¡qué!?.
— ¿posta? ¿Es lindo?. –habla Ami. Igual estoy embarazada, es al pedo que me miren.
— no pueden mi mirarla, dios. –dice Julián. Me va a dar un ataque.
— yo que vos Ami.. el pendejo esta lindo.
— ¡es menor que vos Orne! ¿Cómo podes decir eso?. –me mira Julián.
Por eso tarado, es menor. Yo no puedo, que lo haga Amira, este no entiende nada.
Llegamos a casa, mandé a bañarse a Julián, a la fuerza, pero se fue a bañar. Me quedé sacandome el maquillaje mientras escuchaba música.
Un Julián, con una toalla sobre su cadera se hace presente en la habitación.
— no bueno, me querés matar así vos.
— si bueno, te quiero matar a besos.
Se acercó para darme besos por mi cuello, yo estaba sentada y eso se le hacía más fácil.
— cómo estamos Juliancito. –me reí.
— dale veni, vamos.
Me alzó para comenzar a besarnos. Hace una semana venimos así, dándole todas las noches. Yo le paso re bien.
Mi novio se parte, es hermoso, me ama, lo amo. Somos los amores de nuestra vida, desde chiquito.
— ¿podes darme a éste Julián siempre?. –me tire agitada a la cama.
— ¿qué? Jodeme que te cansaste mi amor. –se sube encima de mí. El sexto y ya estamos.
— yo nunca te voy a decir que no Juliancito.
Volvió atacar mis labios, Julián, me rompió toda.
Mañana me va a doler hasta la concha de la lora todo el cuerpo. Pero es Julián, al chabon que media Argentina, medio mundo, se quiere cojer.
Miren con quién esta ahora, con la pendejito que no era nadie.. decían las malas lenguas.
