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31 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚣𝚘 2020
— AMIRA MIS ZAPATOS CULIADA.
— los uso Matías.. después te doy otros. –sonríe inocente. ¿Bueno?.
— que me compré otros. –me crucé de brazos. ¡Julián!.
— estoy jugando a la play.. ¿qué pasó?.
— tu novia está loca, eso pasa. –habla Amira.
— ¡no somos novios!.
— basta de decir que no somos novios, basta. –se queja Julián.
Me puse los zapatos.. pero me quedaban chuecos.. ni para caminar en zapatos sirve Matías, dios. Me acosté encima de Julián.
— me vas hacer perder amor.
— dame bola. –lo llené de besos.
— pero.. PERDÍ.
Lo mire enojada, Amira nos quedó mirando raro y se fue a la mierda. Me iba a salir encima de Julián, pero me agarró del brazo y me dio un beso.
— tengo que ir a cenar con las chicas.
— yo también voy a ir a tomar algo con los chicos y el bostero.
— que no sea en el mismo lugar que estemos nosotras. –lo mire. Quiero disfrutar de mis chiquitas sin interrupciones.
— bueno amor. –se ríe. No te pongas tan linda igual eeh, que sos mía.
— y que todos lo sepan entonces. –le di un beso. Ya me voy amorcito, nos vemos mañana.
— cuídate, ojo. –me señaló.
— vos ojo tarado.
Me reí, agarré mis cosas y subí al auto. Maneje hasta casa, esperó que estás no estén pollereando, porque las cago a bifes.. osea yo estaba pollereando recién, pero ahora estoy yendo a verlas.
Al llegar vi a Selena entre Agustina y Celeste llorando, me acerqué rápido.
— terminamos Orne. –me abrazó.
— ¿qué?.
Mire a mis amigas, me hicieron señas de que no diga nada. Selena era un mar de lágrimas.
— pasa que.. se enteró que fue a la casa de la ex por el perro. –me explica Celeste.
— yo se que seguramente paso algo, aunque me lo haya negado, pero es hombre.
— ¿qué tiene? Sele.. es un perro.. es cómo un hijo.
— a mí nunca me regaló un perro. –me abraza llorando. Son todos iguales.
— lo bueno es que vas a tener motivos para chuparte la vida. –sonríe Agus.
— yo quiero chupar la de él solamente. –llora en mi hombro.
— pero yo me refería al alcohol.
— que atrevida, vamos a ponerte linda. –le agarré la mano.
Caminamos hasta la habitación, la mande a bañarse mientras elegimos su ropa. Hoy no se hablan de los chicos, no se tiene que hablar de ninguna.
(...)
— no pienses en él justo ahora. –la abracé. Van a volver ¿si?.
Le di un beso en la mejilla y entramos al bar. Estábamos hablando, tomando algo tranqui, hasta que el celular de mis amigas empezaron a sonar a lo loco. Por suerte yo apagué el mío.
— mira. –me da el celular Agus.
Agarré el celular, era una historia de Zeballos y los chicos... estaban con minitas, específicamente las tenían agarradas de las cintura. Nos miramos entre sí.
— nos separamos y ya esta con un gato. –se tapa la cara.
— a Enzito, a Enzito lo voy a dejar sin su amiguito.
Julián, Julián.
— podemos salir a un boliche sin avisarles. –propone Agustina. Y lo damos todo.
Asentimos, menos Selena que estaba apunto de llorar. Fui abrazarla rápido.
Las que más manijan estaban eran Celeste y Agustina, yo estaba con Selena abrazandola.. sigue llorando.. pero ahora se empezó a bajar la botella de birra, no quería igual.
Entramos bailando las cuatro, pero nos frenamos literalmente a ver a nuestros chicos bailar con esas minas.
— ¿por qué?. –habla Selena.
— yo la mato a esa pibita. –dice Agustina.
Se estaba por ir, pero le agarré de la cadera rápidamente trayendola hacía nosotras nuevamente.
— hacemos la nuestra.. ¿donde está Celeste?.
— ACÁ ESTOY.
Miramos, estaba bailando con un grupito de pibitos bailando. Nos hizo señas de que vayamos. Le agarré las manos a mis amigas y caminamos hasta allá.
Si fuera por Selena y Agustina se agarrarian de las mechas con esas minas.. pero yo prefiero la venganza.
