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14 𝚍𝚎 𝚏𝚎𝚋𝚛𝚎𝚛𝚘 2020
Me desperté sola. Eran los días de los enamorados.. mis amigas estaban con sus respectivos novios. Que lindo desayunar sola.
Hoy jugaba River, seguramente iba a ir al partido, mi cita de hoy. Ver jugar al mejor.
— hola mi amor. –atendí. ¿Cómo estás Sof?.
— bien.. tengo que contarte algo.
— decime Sof, espera cambiemos a videollamada.
— bueno, bancame cuándo mamá se vaya.
Cambiamos a videollamada. Estaba tan hermosa mi hermana, la extrañaba tanto. Extrañó que me despierte con sus gritos.
— contame. –insistí. Dale boba.
— ¿te acordás de Santi? Nuestro vecino. –sonríe.
— si.. tenía entendido que eran novios ¿o no?.
Vi que soltó una risita.
— bueno.. anoche, pasaron cosas.
— ¿¡qué cosas!?. –la mire rápidamente.
— esas cosas boluda... osea, tuve mi primera vez con él. –sonríe.
Quedé sorprendida.. pero, ¿en qué momento? Pero si.. es chiquita todavía... bueno, tiene dieciséis.
— ¿te sentiste bien? ¿Te sentiste segura?.
— al principio me dio inseguridad por mi cuerpo.. pero si, fue re lindo Orne. Estoy re enamorada.
— me alegró chiquita, lo quiero conocer eh.. pero cómo tu novio.
— ahora nos vamos a juntarte.
— cuídate Sofi.. usa protección, siempre que se ponga un forro, si lo hacen sin condón lo menos preocupante es un embarazo. Por cinco minutos, diez minutos que duré te cagas la vida por una enfermedad.
— ya se.. lo hablamos.. pero no quiero tomar pastillas, tengo que contarle a mamá para eso y sabes cómo es.
— se perfectamente cómo es. –me reí. No es un buen consejo, pero yo fui a la ginecóloga con Juli y empecé a tomar las pastillas a escondidas. Hasta que se dio cuenta.
— hablando de Juli.. ¿lo viste?.
— hoy voy a mirar a river, seguramente lo vea.. jugar, claro.
Hablamos hasta que también se tuvo que ir. Hasta mi hermana más chica me cambia por un novio, dios.. que sola estoy.
Me metí a bañar, en una hora tenía que estar en la cancha. Me puse una camiseta de river, me hice una colita y ya estamos. Manejé hasta el monumental. Llenó de gente.. cómo siempre.
(...)
El partido termino, ganamos 3-0. Hermoso. Julián me vio y me hizo señas de que vaya hasta donde estaba él. Con vergüenza fui.
— ¿cómo estás?. –me abrazó.
Estaba todo sudado, pero no me importó. Lo abracé fuerte igual, era hermoso.
— ¿viste el gol qué metí? ¿Viste? Cómo cuándo debuté y te lo dediqué.
Mi sonrisa se borró. Basta Juli, no vi ese partido y me siento una mierda por eso. Una voz nos interrumpió, al darnos vuelta estaban Amira y Matías.
Estaba hermosa la pendeja, pero me miró para el orto.
— ¡hola!. –habla Julián. ¿Cómo están?.
— bien. –sonríe Matías.
— ella es Orne.. Ornella, una amiga. Él es Matías mi futuro cuñado. –habla Julián. Y Amira, mi hermana.
Amiga me dice. Encima me la presenta cómo sino la conociera.
— ¿todo bien?. –los saludé.
— ¿Agustina?. –pregunta Amira.
— te la llevó antes de las dos. –habla Matías. Nos vemos.
Le agarró el brazo a mi ex cuñada y se fueron.
— ¡NO TE HAGAS EL VIVO PENDEJO!.
— costó aceptarlo ¿no?. –me reí.
— yo más o menos. Imagínate a Agustín. –se ríe. Igual es un amor pasajero, no creo que duren tanto.
— ¡Julián! No seas así con tu hermana.
Se ríe. Caminamos hasta la salida.
— te propongo algo.
— ¿qué cosa?. –lo mire.
— que salgamos a cenar.. pero tenes que bancarme a que vaya a bañarme.
— ¿a qué se debe eso?. –me reí.
— que tenemos que festejar el día de los enamorados. –me agarró la cintura. ¿Aceptas?.
Asentí sonriendo. Cortó la poca distancia que nos quedaba con un beso.
