|10|

4.7K 265 116
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.











19 𝚍𝚎 𝚗𝚘𝚟𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 2024

— ¿tu cuñada vio el saludó?. –me palmea la espalda Correa.

— sisi, se volvió loca. –me reí. Gracias.

— no de nada amigo. –me sonríe. ¿Ornella? ¿Cómo está?.

Bueno, ¿qué preguntas por mi mujer? Todo mal.

— bien.. ¿por qué tu pregunta?.

— ¿vos no sabes...?. –me mira.

— ¿qué tengo qué saber?. –me acerqué.

— CHICOS, YA VAMOS A COMER. –grita Montiel.

Correa se ríe y se va, yo me quedó totalmente confundido con lo que acababa de pasar.

No fui a comer, me puse de mal humor y cuando estoy de mal humor no puedo ver a nadie, me la agarró con todo.

Decidí llamar a mi cuñado, pero no a Matías, ese es difícil de manipular, a Santino.

— Juli hola. –atiende.

— Santi. –sonreí. ¿Cómo estás? ¿Todo bien?.

— si, estoy saliendo de comprar algunas cosas ¿vos qué onda?.

— nada, justo estaba hablando con Correa.

Sentí que soltó una risita, ah bueno.

— ah bien.. ¿por qué me llamabas?.

— porque nada.. me enteré lo que pasó entré él y Ornella, una bronca.

— ¿posta?. –se sorprende. Yo me enteré hace banda... pero fue un chape nomas o eso creo, no me quedó muy en claro.. pero estaba con vos.

Apreté los puños sonriendo de la bronca.

— ¿Juli?. –vuelve hablar.

Listo, quedamos así Ornellita.









10 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚢𝚘 2015

— Ornellita, hola. –la abracé. ¿Cómo estás?.

— hola Juliancito. –me da un beso en la mejilla. Toy bien, con sueño.

— ¿faltamos al colegio? No hay nadie en mi casa.

Se separó bruscamente y me pegó en el pecho.

— zarpado no, soy vírgen.

— ¿qué?. –me reí. Yo no me refería que vayamos para eso tarada, para dormir un ratito mal pensada.

Pude notar cómo su cara empezó a ponerse de todos los colores, agachó la mirada.

— bueno, está bien. –susurró. Perdón, hace de cuenta que no te dije nada.

— está bien loquita.

La volví abrazar para cambiar el rumbo hasta mi casa.

Pasamos, dejamos las cosas sobre el sillón, preparé dos chocolatadas.

— mientras desayunamos te ayudó hacer los ejercicios de matemáticas.

— pero Juli, no.

— sin peros.

Empezamos hacer los ejercicios, me estresa, me estresa.

Pero lo logró.

Ahora nos vinimos acostar a mi camita, nos quedamos los dos mirando el techo sin decir nada.

— ¿estás incómoda?. –susurre.

— no se. –susurró.

La abracé para darle un beso en la mejilla, me miró y le sonreí.

No se cómo pero terminamos besandonos, dejo caer sus manos sobre mi cadera, mordi su labio apenas y soltó un quejido.

Ese quejido a mi amiguito le gustó bastante.

Que hormonas de mierda la puta madre.

Nos separamos para mirarnos, con cuidado Ornella se subió encima de mí haciendo que me sorprenda, pero la volví a besar.

Me siento re vírgen la puta madre.

SOS VÍRGEN TARADO

Bueno, no grites.

Pase mis manos por debajo de su remera, tocando su piel desnuda.

— no. –se separa. Nonono, perdón, no.

Se levantó rápido para irse corriendo, mierda.

— ¡Ornella!. –exclamó.

Fui corriendo atrás de ella, pero cuando ya había llegado a la puerta, se había ido corriendo, pasé mis manos por mi cara estresado.

Que cagada me acabó de mandar la re concha de la lora. Me fui a la mierda.

Va a pensar que soy un pajero la puta madre.

— todo mal Julián, todo mal. –me agarré el pelo.

𝖠𝗇𝗍𝖾𝗌 𝖽𝖾 𝗍𝗂| Julián Álvarez • √√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora