Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)

Capítulo 32 - Gia

Toc.toc.

Tan solo bastaron dos débiles golpes para que me lanzara de inmediato del sofá y corriera hacia la puerta. Habían pasado dos semanas desde el incidente del podio, dos semanas en las que había buscado una explicación a todo lo sucedido, y en las que había esperado una disculpa por parte de quien consideré mi mejor amiga por años.

Si no se había disculpado antes ¿Por qué lo haría ahora?

Mis pensamientos hicieron que me detuviera de golpe frente a la puerta antes de abrir. El reloj marcaba la 1:17 de la mañana. Solo Jay llamaría a mi puerta a esta hora. Intenté respirar profundo y analizar mis próximos movimientos. No me había decidido entre abrazarla o arrancarle el cabello cuando un trozo de papel doblado a la mitad se deslizó por debajo de mi puerta.

Al parecer ninguna de las dos estaba lista para hablar.

Deslicé mi espalda contra la puerta y me senté en el suelo para luego desdoblar el papel con cuidado. Acerqué el papel a mi cara para poder leerlo mejor en medio de la oscuridad que reinaba en mi apartamento.

Te está engañando.

¿Qué? Me levanté de golpe y encendí la lámpara junto al sofá para examinar mejor la nota. El mensaje sin firmar estaba escrito con tinta azul. Si había algo que distinguía a Jay, era su obsesión por los bolígrafos negros. Jamás salía de casa sin uno en la bolsa ¿Y además por qué fingiría tener una caligrafía horrible?

Por la misma razón por la que fingiría no tener novio, o ser tu amiga... ¿En serio la conoces?

Me sacudí los malos pensamientos en ese instante y decidí abrir la puerta de golpe. No había nadie del otro lado del pasillo, y estaba completamente oscuro. Deslicé la mitad de mi cuerpo por la puerta para inspeccionar la entrada del apartamento de Jay. Los sobres que había colocado la dueña del edificio frente a su puerta seguían tirados en el piso. No había regresado a casa en días.

Te está engañando.

La palabras de la nota nublaron mi pensamiento y empecé a sentirme furiosa ¿Por qué rayos me estaba engañando? ¿Por qué no podía decirme que estaba saliendo con Max, si yo le había confesado salir con Pierre mucho antes?

Golpeé con fuerza su puerta sin pensar demasiado en los vecinos. Había perdido las llaves de su casa en alguno de mis viajes a Milán, e igual estaba interesada en que me enfrentara de una vez por todas. Alguno de los inquilinos de abajo se quejó por el ruido.

-No sé qué diablos pretendes con esto, Jay - me acerqué a la puerta para que pudiera escuchar con claridad - déjate de bromas y vamos a hablar como adultas.

Probablmente no había sonado muy amenazante, pero ella me conocía lo suficiente para saber cuando me encontraba realmente molesta. Después de esperar unos segundos a que algo sucediera del otro lado de la puerta, di media vuelta y entré a mi apartamento antes de cerrar con fuerza.

Toc.toc.

Abrí los ojos de golpe. Había pasado dos semanas sin dormir bien imaginando el momento en el que finalmente hablaríamos del tema, pero este estúpido juego al que había decidido jugar en serio iba a dejarme sin dormir por completo.

Me levanté de la cama de mala gana y caminé hacia la puerta para encontrar otro trozo de papel exactamente igual que el anterior.

-¿Qué diablos quieres? - dije casi gritando mientras desdoblaba la nota.

Gasly te está engañando.

Justo cuando pensé que era una cosa del pasado, los problemas volvían a perseguirme.

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