Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)

Capítulo 10 - Pierre

Kachau Checo ⚡️😂 De verdad actualizo como si no tuviera nada más qué hacer, no se acostumbren eh. 

-¿Gia? - pregunté confundido.

-Tengo que ir a dormir ahora. Que tengas buen viaje, nos vemos.

Y así sin más, había terminado la llamada. Dejé mi equipaje a un lado y tomé mi teléfono para revisar la notificación que había recibido antes de que ella terminara la llamada. Me había enviado una imagen.

Si se había puesto así, eso solo podía significar que la imagen que me había enviado era...

El corazón se me quería salir del pecho. Después de tanto misterio, por fin sabía cómo se veía.

Wow.

Hice zoom a la imagen y la estudié bien.Tenía una sonrisa grande y sincera. Sus cejas eran del grosor perfecto y unas pestañas larguísimas adornaban los ojos color miel más bonitos que había visto en mi vida. Su piel era un poco morena, y llevaba su cabello rizado un poco alborotado. Dios, era hermosa.

Miré la foto como idiota un par de minutos más e intenté llamarla.

Nada. Solo el contestador.

***

Mientras me subía al auto, le había enviado un mensaje a Gia diciéndole lo hermosa que me parecía. Me hubiese gustado decírselo en persona, pero no podía resistirme. Me contestó con un emoji de carita feliz. No supe cómo interpretarlo, así que asumí que le habían ganado los nervios. No la culpaba, yo me había sentido igual cuando le envié mi foto.

¿O tal vez había sonado poco sincero?

Me había gustado incluso antes de verla, me había gustado como no me había gustado nadie durante mucho tiempo. Desde que empezamos a hablar no le había prestado atención a ninguna otra mujer, ni siquiera a las modelos que inundaban mi instagram con sus selfies pretenciosas.Ahora lo que me preocupaba era no estar al alto de sus expectativas. Lo cual no tenía sentido, porque ella me había visto desde mucho antes, y había decido seguir hablándome y coqueteando. Me había dicho que le gustaba.

El viaje había estado tranquilo e intenté dormir a pesar de los nervios que sentía, porque quería estar bien despierto para cuando nos viéramos. Al llegar a casa, tomé una ducha caliente y larga para relajarme.Me probé uno de los trajes beige más casuales que tenía, pero veía demasiado producido y no quería parecerle superficial.Terminé decidiéndome por una camisa blanca a rayas azules, un jeans y mis converse blancas. Antes de salir, tomé un abrigo largo color gris. Solo por si acaso.

Habíamos acordado encontrarnos en un lugar cerca del Castello Sforzesco. Lo elegí porque era acogedor, la comida era buena y la vista era increíble.La mayoría de los camareros allí ya me conocían a mí y a Pascal ¿Qué podía salir mal?

La esperé afuera, justo como habíamos acordado. Abrí y cerré las manos un par de veces intentando concentrarme, justo como lo hacía antes de las carreras.Me reí de mí mismo porque nunca me ponía así , al menos no por una persona.

Llevaba 5 minutos de retardo cuando me llamó.

-¡Hola! Ya estoy aquí, estoy usando una camisa de rayas azule...

-¿P...Pierre? - escuché el pánico en su voz. Pascal ladró al fondo. - Estoy atrapada, no sé cómo salir de aquí. El dueño me entregó las llaves pero no mencionó si había algún truco para abrir la puerta. Me siento como una inútil.

-Intenta respirar, mujer - le aconsejé, como si yo no estuviera igual o peor de nervioso que ella - y envíame tu dirección ahora mismo.

Abrí la dirección apenas la envió. Según mi teléfono, estaba a tres cuadras. Corrí como un loco en su dirección, y estuve a punto de empujar a un par de personas que caminaban en dirección opuesta a la mía. Entré al pequeño edificio sin pensarlo dos veces y busqué la puerta 4B. Golpeé suavemente para ver si Gia estaba junto a la puerta.

-¿Gia?

Pascal empezó a ladrar como loco.

-¡Pierre! - se rió nerviosa - Lo he intentado todo pero no puedo salir.

-¿Estás junto a la puerta? Necesito que te apartes para golpearla.

La escuché caminar varios pasos hacia atrás.Coloqué mi hombro contra la puerta y empujé con fuerza. La puerta cedió con dificultad y estuve a punto de caerme.

Esucuché a Gia reírse e inmediatamente sentí a Pascal abalanzarse sobre mí. Nuestras miradas se cruzaron y sentí un escalofrío. Mi corazón iba a 300 kilómetros por hora.

-Ciao - fue lo único que se me ocurrió decir. Qué tonto.

Ella se rió antes de contestarme.

-Hola...gracias por rescatarme.

Inteligente, divertida, hermosa. Lo tiene todo, pensé.

-No es nada, llevo años entrenando para esto.

Volteó los ojos y me reí. Ver su expresión de fastidio en vivo era mil veces mejor.

-Claro, se me olvida que eres un tipo loco del internet.

Metí mi mano en el bolsillo trasero de mi jeans y saqué mi billetera. La abrí y busqué mi permiso de conducir. Se la extendí y ella me miró intrigada.

-Ya sé que aún dudas de mí. Así que ten, tómale una foto y envíasela a tu amiga. Así al menos podrán encontrar al sospechoso número uno.

-Linda foto - dijo ella examinándola.

Levantó su mirada y me sonrió.