Capítulo 16 - Gia

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Ahora sí que como dijo Checo volvimos más fuertes 💙 Gracias por su apoyo, espero que disfruten este.

Deslicé la mitad de mi cuerpo a través de la puerta para recibir el paquete. El mensajero me miró extrañado, pero no dijo nada más y me entregó el paquete. Maldije en voz baja a Pierre, quien había insistido en que yo recibiera el paquete porque era mi ropa. No pude negarme porque después de todo, se había tomado la molestia de comprarme algo para que no anduviera desnuda por su casa. Firmé rápidamente y no alcé la cara para mirarlo ni una sola vez.

Cerré la puerta de golpe y corrí hacia dentro. Pierre, que seguía en el sofá acariciando a Pascal me miró divertido. Le dirigí una mirada asesina y corrí hacia su habitación para cambiarme. Abrí la caja y vacié su contenido en la cama.

Versace ¿Era en serio? ¿Cuántos favores sexuales iba a costarme esto?

Estuve a punto de abrir la boca y reclamarme cuando reparé en el conjunto de lencería negro que había elegido. Tenía que ser una broma. Jamás iba a usar eso bajo un vestido en la casa de un desconocido con el que podrían suceder cosas. Empecé a ponerme roja de solo pensarlo. Después de meterme el vestido con cuidado me observé en el espejo y sonreí. El chico tenía buen gusto.

Aún así, salí de la habitación con cara de pocos amigos. Me paré en el marco de la puerta desde donde sabía que podía verme.

-¿Estás...intentando comprarme? - lo acusé señalándolo con el dedo.

Alzó la mirada y me sonrió de manera encantadora. Me derretí. Pretender que estaba molesta no iba a funcionar por mucho tiempo si seguía sonriéndome así.

-No realmente, tómalo como un regalo de agradecimiento, si eso te hace sentir mejor.

Volteé mis ojos antes de dirigirme hacia él y sentarme en el sofá. Me atrajo hacía él.

-Va bene - respondí finalmente. Me dio un suave beso en la mejilla y no pude evitar pensar en la cantidad de chicas a las que habría impresionado con gestos como este. Se me revolvió el estómago.

Pero qué idiota....¿Qué me hacía pensar que era diferente al resto? Probablemente yo era la única lo suficientemente blandengue como para correr a su casa en medio de la noche. Sentí un nudo en la garganta y le agradecí al mundo que esta fuera mi última noche en Milán. Mañana podría levantarme en mi cama y seguir con mi vida como si nada, como si nunca me hubiese besado con él.

Me revolví incómoda en el sofá, y él estiró su brazo para pegarme contra él. Apartó su vista de la televisión y me sonrió.

-¿Crees que el detective sospeche del asesino?

¿Qué? Observé sus profundos ojos azules sin entender nada ¿A cuántas habrás mirado así, Pierre Gasly?

-Mmmmm - contesté sin ganas.

Se volteó y sostuvo mi cara entre sus manos. Desvié la mirada intentando no pensar más estupideces.

-¿Sigues molesta? Te juro que mi intención no era ofenderte, simplemente quise regalarte algo porque me apena muchísimo que tuvieras que estar aquí semidesnuda contra tu voluntad. - hablaba tan rápido que casi no podía entenderle -De verdad estoy agradecido porque no solo cuidaste de Pascal, si no también de mí. No tienes una idea de lo mucho que lo necesitaba...y quiero que esto funcione.

¿Había escuchado bien? ¿Esto? ¿Pierre y yo teníamos algo?

Lo miré a los ojos intentando detectar dónde estaba la trampa, pero no vi más que sinceridad en ellos. Me sentí como una idiota por haber considerado largarme de ahí sin mirar atrás tan solo unos minutos antes.

Asentí. Mi cuerpo se relajó un poco.

-En internet hay mil cosas sobre mí, de seguro lo sabes - dijo hablando más despacio esta vez - pero toda esa gente me conoce como piloto. Quiero que tú me conozcas como persona.

-¿Quieres seguir jugando a las preguntas? -bromeé para suavizar la situación.

Me dedicó una media sonrisa.

-Puedes preguntarme cualquier cosa, sí. Pero primero déjame contar mi versión de la historia.

Me acosté en sus piernas y me dediqué a escuchar su relato pacientemente. Su amor por las carreras, los comentarios de la gente que aún lo hacían sentir inseguro. Cómo se sintió en la cima del mundo cuando logró llegar a Red Bull, y cómo le afectó perder su sitio...pero más que todo eso, como su mundo dio un giro cuando perdió a su mejor amigo. En algún punto de su historia, no supe si las lágrima que se resbalaban por mi cara era suyas o mías.

Había estado tan equivocada...

-Y eso es todo - concluyó con una sonrisa melancólica - es momento de la sesión de preguntas.

Me reí bajito y me levanté para besarlo.Los besos anteriores habían sido increíbles, pero ahora había una conexión más profunda entre nosotros que los hacía únicos. Pierre pasó sus dedos con cuidado por mi cabello y deshizo mi peinado. Las cosas se estaban saliendo de control con rapidez. Me pegué más a él y deslicé mis manos por dentro de su camisa, ansiosa por tocar su abdomen plano en el que había estado pensando desde el desayuno. Interrumpió nuestro beso para reírse, pero volví a atraerlo hacia mí. Deslizó una mano para acariciar mi muslo y la cabeza empezó a darme vueltas.

-¿Puedo? - me preguntó mirándome a los ojos justo como la primera vez que me besó.

Asentí en medio de los besos intentando fingir que no estaba nerviosa. Seguimos besándonos por unos segundos, hasta que deslizó su mano un poco más adentro de mi muslo.

-Gianna - jadeó sorprendido - ¡¿Por qué rayos no traes ropa interior?!

-Ese conjunto era demasiado provocador.

Se rió fuerte y me miró. En ese momento lo supe: Pierre Gasly jamás había mirado a una chica como me miraba a mí.

Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora