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07 𝚍𝚎 𝚓𝚞𝚕𝚒𝚘 2022
— dale Orne, dame. –me reí.
— no, sos re gil boludo. –me mira mal. Me re escrachaste culiado.
— salís hermosa vos. –le di un beso en la mejilla.
Pasaron los meses.. Ornella de a poco se fue acercando nuevamente. Costó, y sigue costando, pero vamos despacio, no queremos forzar nada.
Amira fue la que me ayudó, todo empezó porque cuidamos los dos juntos a Bianca hace dos semanas.. y bueno, aproveché.
— no quiero que Ami se vaya de casa, no se. –suspire.
— pero Ju, es lo que ella quiere. –me mira. Le va hacer bien independizarse.
— pero puede hacerlo viviendo conmigo todavía, yo la ayudó con Bianca a la noche, ¡hasta le cambió el pañal!.
— sos un tierno. –se ríe. Pero... deja que haga su vida Juli, nosotros vamos a seguir ayudándola obvio.
Me acosté en su pecho y empezó hacerme mimos mientras mirábamos tele.
Me tuve que levantar porque se le ocurrió comer algo dulce. Empecé a prepararle panqueques con dulce de leche con una chocolatada, era una nena chiquita mi amor.
— ¿viste qué cuándo haces las cosas con amor te salen?. –me mira sonriendo.
— puedo hacer muchas cosas con amor y que me salgan perfectas. –me acerqué.
Hizo el amague de darme un beso, pero se terminó alejando y yo hice puchero.
Merendamos mientras mirábamos una película, había elegido intensamente.
— mira Orne vos sos furia y desagrado. –me reí.
— y vos sos el pelotudo ese que le tiene miedo a todo.
— ¡pero yo no te barde!.
— pero dijiste que me enojó por todo y le hago asco a todo.
— asco, asco a todo no le haces. –negué riendo. Pero bueno.
— ¿a qué te referís?. –frunce el ceño.
— ¿te acordás cuándo Bianca estaba internada?. –la mire y asintió. Bueno, una de esas noches yo te llamé para avisarte que había empeorado y vos atendiste, si atendiste todo piola.. pero lo único que escuché fueron tus gemidos.
Se tapó la cara con las manos y empezó a reírse. No entiendo que mierda le hace tanta gracia cómo si fuera algo lindo lo que hizo.
— se habrá atendido sin querer, es obvio que no iba a querer atender en un momento así.
— ¡te escuché mientras hacías el amor con otro!.
— no entremos en eso porque vos salis perdiendo Julián. –pone cara de culo. Yo por lo menos me cogi a otro estando soltera, lástima que vos no podes decir lo mismo.
Agache la cabeza y seguí mirando la película, ya no entendía nada sinceramente me había re perdido.
Cómo boludo que soy por comer acostado el panqueque con dulce de leche, se me cayó todo en la remera, encima era blanca. Ornella se me entró a cagar de risa.
— sos un boludo Álvarez... te pasa por gordo. –me jode.
Me saqué la remera, Ornella dejo de comer el panqueque y el que se empezó a reír fui yo.
Caminé hasta mi habitación, agarré otra remera para ponerme. Al darme vuelta vi a Ornella cerrando la puerta.
— no hace falta que te la pongas, así estás bien.
Caminó hasta dónde estaba yo, pasó sus manos por todo mi abdomen y yo solté una risita, me iba a volver loco esta mina.
Le agarré la cintura.
— ¿la película?.
— la terminamos de ver en otro momento.
Terminé uniendo nuestros labios en un beso. Pase mis manos por debajo de su remera sacándola.. su cuerpo, su cuerpo que hace más de siete meses que no tocaba. Caminamos hasta la cama, me dejó caer sobre esta y Ornella queda encima de mí.
Le desabrocho el pantalón y con su ayuda logró sacarlo, me recostó sobre la cama me sacó el pantalón y subió dándome besos por todo el cuerpo. Con Ornella aún encima mío le desabrocho el corpiño, empiezo a darle besos por todo el cuello.
— para. –se salé de arriba mío.
Vi que agarró mi remera rápidamente y tapó su cuerpo, la quedé mirando sin creer.
— perdón, te juro que estaba con la mente acá, en el momento que estábamos teniendo. Pero se me vinieron imágenes de todo lo que pasó, de tus manos tocando otro cuerpo, otras manos tocando tu cuerpo. –se tapa la cara.
Me pasé las manos por la cara, le quise agarrar la mano por se alejó.
— perdóname Orne... posta estoy muy arrepentido por lo que pasó, por lo que hice.
— no quiero volver a salir lastimada Julián, no quiero. –niega apuntó de llorar.
Ahora si, la agarré y la acoste contra mi pecho, para darle un beso en su cabeza.
— te amo, te amo mucho Ornella, sos todo para mí, se que fui una mierda con vos, cómo cague la relación que teníamos, todo, perdón.
Estaba callada, no dejaba de abrazarme pero no me decía nada.
— solamente no hables.. quedémonos así un rato hasta que se me pasé, quiero dejar de odiarte.
¿Cómo pude lastimarla tanto? Soy un pelotudo, es la mujer de mi vida, es el amor de mi vida y yo la cago así, me odio.
