Capítulo 61

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Me doy cuenta de que Cédric está pensando en lo mismo que yo: cruzar el fuego

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Me doy cuenta de que Cédric está pensando en lo mismo que yo: cruzar el fuego. Si bien no podemos ver bien si dentro del bosque está pasando lo mismo, tenemos la esperanza que solo sea por esta parte frente a nosotros.

Con un brazo, acuno a Idy y con el otro me tomo de la mano con Cédric, nos damos la fuerza suficiente y corremos, cruzando el fuego.

Siento como mi piel se quema, al igual que mi cabello, pero no cambio mi postura, tengo a Idy protegida y corremos por el bosque. Para buena suerte, solo la parte exterior del bosque está en llamas, entonces llegamos rápido a la parte que no.

Cédric me aprieta fuertemente la mano, y dice temblorosamente—Podemos liberar al pueblo de la maldición, así podremos salvarlos, ayúdame por favor, te lo imploro.

Es cierto, puedo ayudarlos, pero ¿Estoy dispuesta a pagar el precio por hacerlo? Me mantengo callada, el crepitar del fuego y el llanto de Idy es lo único que se escucha.

Cédric me suelta y dirige sus manos a mi rostro, para acunar mis mejillas y mantener la mirada en mis ojos—Ya sabemos todo lo de la leyenda, tenemos los indicios de los padres de Damen, lo único que tenemos que hacer es buscar a la primera reina o la bruja reina, como le dicen todos en el pueblo—Hace una pausa dramática para llenar de aire sus pulmones y detener las lágrimas —¡Por favor, ayúdame!¡Somos los únicos que podemos detenerlo!

Sin quitar sus manos de mi cara, asiento lentamente, mientras arrullo a Idy.

—Tenemos que dividirnos para encontrarla más rápido—Ordena—Yo buscaré por todo el oeste y tu ve al este.

Nos abrazamos, como despedida y nos separamos.

No me tomo ni la molestia de correr en busca de la bruja reina, sé exactamente lo que tengo que hacer, y estoy en un gran aprieto, no sé si estoy dispuesta.

Camino lentamente hacia mi destino, arrullando a Idy para intentar tranquilizarla, en un intento desesperado de detener el tiempo.

El saber que tengo que sacrificar a quien más amo es lo que más me mortifica. No puedo engañar a un hechizo de miles de años, ni siquiera pudo la primera bruja original al intercambiar de sacrificio, o más bien de bebés, el ser con el que hizo el pacto es lo suficiente inteligente para saber cuándo lo engañan.

Inconscientemente, llego al barranco, donde tantas cosas en mi vida han ocurrido, y donde finalmente terminarán.

Me acerco a la punta del barranco y me asomo, pero aún no tengo la fuerza suficiente para hacerlo. hago tiempo arrullando a mi princesa, alternando mi vista entre ella y el bosque incendiándose.

Cuando Idy se queda dormida, con suma delicadeza la admiro, como nunca lo había hecho, con nostalgia, es entonces cuando mi mente regresa a aquel encuentro en la cueva con la bruja reina.

—Solo por eso, te diré todo lo que tienes que hacer— Espetó, dándose cuenta el estado en el que estoy, después de decirme que estoy embarazada.

Sed de PoderWhere stories live. Discover now