Kaia Morana Morringan es hija de la grande casa Sallow, la cual está en quiebra. Su vida
dará un drástico giro cuando el destino haga cruzar su camino con el Príncipe Damen de
Atheya, quien se enamora perdidamente de ella desde el momento que la con...
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El bosque despertó, ramas, árboles y raíces empezaron a tomar vida, a moverse y atacar a los que se pusieron en contra del pueblo, su primera víctima fue Henry, pues a pesar de zafarse de las garras de Damen y Edward, Kaia fue más rápida que él.
Todo el reino sintió que aquel anhelado sacrificio, se había realizado.
Hasta Damen.
Tirado en un escalón de su gran escalera, él reposaba, esperando la muerte inminente, después de ser herido de gravedad.
Pero lo sintió, en ese momento, tuvo que reunir sus últimas fuerzas. Lo que quedaba del hechizo en los pobladores, Damen lo absorbió, y, por última vez, se convirtió en su forma bestial.
Por su fuerza, logró mantener su forma humana en algunas partes, y con sus enormes alas de cuervo, fue al barranco como primer instinto, y ahí, encontró a su princesa, envuelta en unas cobijas rojizas, rojo sangre. Pero el amor de su vida no estaba con ella.
Con una enorme preocupación, le gritó, esperando que le contestara.
Mientras el rey buscaba desesperado a su alma gemela, los gritos de dolor sonaban por todo el reino, pues extrañamente el bosque despertó, y los amparó.
Damen, envuelto en lágrimas, dejó a la niña bajo la copa de un árbol para seguir con su búsqueda.
Sobrevoló por la zona para buscarla, hasta que por su mente cruzó, asomarse por el barranco.
Cuando lo hizo su mundo se cayó en mil pedazos, con sus enormes alas voló en dirección a su amada.
Ensangrentada y con una sonrisa en su rostro.
Pensó que le estaba sonriendo a él, y le regresó la sonrisa. Mientras la tomaba en brazos y la llevaba volando al castillo.
Cargó con su cuerpo sin vida hasta el castillo, intentó de todo para salvarla, pero no lo logró.
Su entierro fue algo digno de ella, todo lleno de rosas rojas, mientras, Damen cargaba a Idy, lloraba por su amor perdido, y todo el pueblo que sobrevivió estaba ahí, agradeciéndole por su sacrificio, al igual que Edward y sus padres por elección, Felipe y Darah, que sentían un gran vacío en su alma en esos momentos.
Su cuerpo reposaba inerte, aun con la sonrisa genuina en su rostro.
Ella, estaba feliz, pues había logrado lo que quería. Tuvo una ardua batalla con la oscuridad que se formaba en ella, debido a todos sus traumas.
Ganó, se libró de todo, obtuvo todo lo que siempre anheló. Ese mágico escenario de su libertad cayó para obtenerla y es cierto que sus ojos oscurecieron, pero su sonrisa no.
Su vida no fue un cuento de hadas, cada una de sus decisiones, la llevaron a ser la villana de su propia vida.
El reino había aceptado su sacrificio y por lo mismo los ayudo a protegerse de sus atacantes, pero el trato que había hecho la primera reina con el hombre de gran sombra, no se había pagado.
Se pedía el alma del ser que más amaba la reina.
Y ella...
Ella no se amaba.
FIN.
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Y acabamos aquí,con nostalgia y alegria, me despido de ustedes y esta dificil novela.
