Capítulo 1

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Veo el paisaje del pueblo, mientras el carruaje avanza, los recuerdos me invaden: cuando salía a jugar con mi vecino Stefan, el día en el que me declaró su amor, los días en los que salía a caminar para olvidar todo por lo que tenía que pasar grac...

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Veo el paisaje del pueblo, mientras el carruaje avanza, los recuerdos me invaden: cuando salía a jugar con mi vecino Stefan, el día en el que me declaró su amor, los días en los que salía a caminar para olvidar todo por lo que tenía que pasar gracias a mis padres.

Siempre he tenido una buena relación con mi vecino Stefan, pues ambos tenemos 22 años, sus padres no lo dejaban salir a jugar conmigo porque según ellos, yo era una mala influencia que no se sabía comportar, pero a él nunca le importó lo que sus papás pensaran, tanto que él confundió sus sentimientos por mí y a los 16 me dijo que estaba perdidamente enamorado de mí, que le permitiera que me cortejara. Obviamente le dije que no, porque yo lo quería, pero como el hermano que nunca tuve, él aceptó gustoso que por lo menos lo dejara que siguiera conmigo, pero en el momento en el que le dije que mis padres me habían comprometido con un príncipe que ambos coincidimos que su reino no era conocido ni en los mapas, se puso como loco.

Aún recuerdo sus lágrimas diciendo que no lo podía dejar solo, diciendo que él me amaba y me podía dar todo lo que tenía y que trabajaría para darme aún más, lamentablemente la decisión no fue mía, si no, yo hubiera aceptado gustosa con tal de no casarme con un desconocido. Pero sabía que si mis papás se llegaran a enterar de que me escapé o que hubiera roto el compromiso, romperían todo lazo conmigo y aunque ellos nunca me quisieron, yo sí y eran lo único que me quedaba.

Desde pequeña me impusieron que debería ser la mujer perfecta, por lo que contrataron una institutriz que me enseñó de todo: clases de canto, baile, modales y lo más importante, que me encanta, tocar diversos instrumentos musicales, entre ellos el violín y el piano.

Por otro lado, mi abuela a escondidas me enseñó a controlar las artes místicas y a defenderme en combate. No me considero buena para ninguna de estas dos, pero siempre di mi mejor esfuerzo para hacerla feliz.

Mi abuela fue el pilar más importante en mi vida, siempre fue mi mayor apoyo; mi abuelo murió joven y dejó a mi abuela con su única hija, es decir, mi mamá. Tuvo que aprender a trabajar de todo y conoció a muchas personas, estas le enseñaron todo lo que supo.

Gracias a esto tuvo que dejar a mi madre mucho tiempo sola, razón por la que cometió tantos errores, se volvió una persona muy fría, conoció a mi padre y su embarazo fue no esperado, fueron obligados a casarse y después nací yo.

Mientras más avanzamos, más pienso en que no conozco a mi próximo esposo, en que tendré que olvidar la libertad y me convertiré en lo que más odio. Eso sin mencionar que tengo mucho miedo de que sea un anciano enojón.

De repente tocan la puerta del carruaje, no me di cuenta en qué momento me quedé dormida, pero llegamos a mi destino. Bajo del carruaje que para mí parece muy lujoso y cargo mis pocas cosas que traje, pues los hombres que me acompañan no tienen la mínima intención de ayudarme.

Estamos en un bosque muy tenebroso a mi parecer, porque por más que busco señales de vida solo veo los árboles y un camino empedrado hacia lo que supongo es el castillo.

Sed de PoderOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz