Capítulo 38

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Damen

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Damen

Llegó el día más esperado para todo el pueblo, desde el momento de la muerte de mis padres, todos añoraron mi coronación.

Ya que hasta que no contrajera matrimonio y fuera mayor de edad, no podría gobernar de manera adecuada.

O sea que mientras soy príncipe soy como un "rey" pero provisional.

Me despierto temprano para cerciorarme que todo esté listo y perfecto, no puede suceder ningún problema, todo está calculado, por lo mismo, todo es perfecto cuando lo planeo yo.

Así me fue enseñado: desde pequeño cumplir las expectativas es parte de mi vida.

Estoy en el despacho, leyendo unas cartas que me fueron enviadas de personas del pueblo, deseando que mi cumpleaños haya sido satisfactorio, y también expresan su emoción porque ahora seré su rey.

Nunca me ha costado trabajo llevar una relación buena con el pueblo, hasta que decidí revelarme y buscar el amor por mi propia cuenta.

Mis pensamientos son interrumpidos por el toque de la puerta y seguidos se escucha una voz —¿Está bien? ¿Puedo pasar? —Dice Cédric y al instante abre la puerta.

—Todo está listo, necesito que usted se prepare, solo vendrán los miembros más altos de la sociedad, y después usted hará su juramento en el centro del pueblo —Ordena Cédric.

Desde que murieron mis padres, técnicamente él se convirtió en mi tutor y le agradezco mucho, sin él no sería nada en esta vida, nunca me ha dicho su edad, pero dado que no se ve tan viejo, supongo que tiene aproximadamente la misma edad que tendrían mis padres, unos 50 años.

Le iba a contestar algo, pero me interrumpe el grito de una voz reconocible, es Morita. No sé a quién le esté gritando, pero se le escucha entretenida en lo que está haciendo.

Empiezo a pensar cómo fue que llego hasta aquí. Siempre se me impuso que debía escoger a alguien del pueblo para casarme, pero en eso sí les lleve la contraria. Mis padres me decían, que el amor aparece en el momento menos esperado y no se tiene que forzar.

Y así fue, yo nunca salí del reino con la intención de enamorarme a primera vista, pero la vi y quedé impactado, simplemente ella es inigualable.

Ese día, Kaia me abrió la puerta sin importarle su apariencia, estaba toda desaliñada, también perdida en sus pensamientos y fue cuando sentí un enorme vacío en mi corazón, que sólo ella podría llenarlo.

Después la vi por la ventana del despacho de su padre, tan afligida que quise salvarla, pero le he hecho más daño que bien. Sé que esto que siento no es bueno, pero no lo puedo evitar, idealicé tanto el amor perfecto y bajo las condiciones en las que me quería manejar el pueblo, que vi la oportunidad perfecta en Kaia.

Nunca quise causarle tanto sufrimiento, y, aun así, todavía la tengo retenida bajo este castillo.

Con tantos secretos, tanto drama y melancolía, solo espero el momento en el que podré confiarle todo, secretos que ni el pueblo sabe.

Sed de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora