24: Todos los esclavos caen

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...pero nuevas guerras comienzan.

pero nuevas guerras comienzan

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Adara.

—Es peligroso, Adara —se queja Contad en voz alta.

Lanay se lima sus uñas con una sonrisa mientras nos ignora deliberadamente.

—Es inofensivo, fue mi error dejar la puerta abierta —defiendo sin poder evitarlo.

Contad me mira como si me hubiese salido una segunda cabeza, incluso Lanay mueve su cuello un poco pero no aparta los ojos de sus uñas rosas.

—Adara, tu jamás cometes errores —sacude la cabeza con frustración.

—Soy humana, Contad. No un puto robot, estoy estresada, cometo errores por...

—¿Has hablado con Laura? —me tenso. No he hablado con mi terapeuta desde hace...

Ni siquiera lo recuerdo.

—No te metas en lo que no te importa, soy tu jefa, recuérdalo —espeto y él frunce el ceño.

—Debe regresar a la puta celda —gruñe.

—¡No! —grito—. No lo voy a volver a meter ahí.

—¡Es peligroso!

—¡Es inocente! —evito contarles que, posiblemente, puede recorrer la cárcel él solo con los ojos vendados.

No quiero asustarlos.

Bueno, Contad se asustaría, Lanay solo soltaría un resoplido molesto e iría a matarlo. Y no dejaré que lo mate.

—Sigue siendo un riesgo para nosotros. No sacaste a Meredith de la celda cuando supiste la verdad —mis facciones se endurecen.

—Lo de Meredith no duró tanto tiempo y lo sabes. No saques ese puto tema de nuevo, Contad —hace un tiempo que no me vienen esas horribles imágenes a la cabeza para atormentarme, no quiero que regresen porque mencionan ese puto tema a la ligera.

—Tampoco sacaste de la celda a...

—¡No hables de eso! —le grito acercándome a él con furia.

Mi visión se nubla y un mareo me hace caer al suelo.

El preso veinte y tres me mira con ojos llorosos y llenos de odio. Sus manos cocidas caen a cada lado de su cuerpo y su rodilla rota no le permite ponerse de pie.

Las lágrimas caen de mis mejillas furiosamente, mi corazón late tan rápido que podría salirse de mi pecho en cualquier momento.

—Te pudrirás en el infierno —escupe en mis pies y lloro aún más.

—¿No quieres cambiar de opinión? Juro que tu vida...

—¡No puedo caminar! ¡Me arruinaste la puta vida! ¡Mátame! —tiemblo, mi cuerpo no soportando este tipo de culpa y dolor.

El Diablo Está Cerca (+21) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz