17: Disculpas de un pecador

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...y nuevos síntomas.

y nuevos síntomas

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Adara.

El poder.

El poder no es algo que se posee, es algo que se ejerce hacia otra persona.

Si estás solo, entonces no tienes poder.

Por ello, vivo rodeada de personas aunque normalmente no suelen gustarme. El poder, por otra parte, sí me gusta.

Y yo ejerzo mucho poder.

Le quito la bolsa de la cabeza al hombre de cabello castaño amarrado en un tubo de hierro en el centro de la celda A.

La celda A, mi celda preferida. Es la más grande, donde se practican las peores torturas y a la cual todos mis reclusos temen.

Contad toma un bote de agua congelada y se lo tira en la cara, el tipo se sacude violentamente y escupe el líquido que le entró en la boca.

Sus ojos oscuros aún no me miran sino que comienzan a revisar todo el lugar.

—¿Dónde demonios estoy? —su voz suena ronca.

Su cara voltea hacia mi dirección y sus ojos se amplían.

Brandon Peters.

Madre: sufre de alzheimer, pronto dejará de preguntar por su hijo.

Padre: los abandonó cuando Brandon tenía quince años.

Hermanos: hijo único.

Amigos: no me interesa, nunca más lo volverán a ver.

Encontramos varias bolsas con pastillas de la droga B3 y por ello tiene una condena, en mi cárcel, a mi manera.

—¿Cleo? —pregunta, sus ojos nublado por la furia—. ¿Qué mierda? Bájame ahora, pequeña zorra.

Esbozo una sonrisa maliciosa y él ladea su cabeza, confundido.

—¿C-Cleo? —murmura, pánico invadiendo su sistema.

—Digamos que soy su gemela mal —respondo—. Pero quiero que cuando me mires, pienses que soy ella y que Cleo te está dando lo que te mereces, ¿está bien?

—¿Qué mierda? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? —intenta moverse pero es casi imposible, está amarrado, sus pies rodeando el tubo por lo que tiene las piernas abiertas, sus manos estiradas hacia arriba y unidas al cilindro, su torso está rodeado por cuerdas, está inmovilizado.

—Quien soy, no es importante. Y tu ubicación... —me acerco, paso mi dedo por su pecho desnudo—: ¿Alguna vez has escuchado sobre la cárcel siniestra?

Brandon se removió, histérico, sus ojos ampliados y llenos de extrema confusión y pánico, mucho pánico.

Me alejo nuevamente. 

El Diablo Está Cerca (+21) Where stories live. Discover now