En un mundo repleto de corrupción tiene que haber un mediador, y no, no estoy hablando de Dios.
Cuatro personas, cuatro personalidades distintas, cada uno conectado al otro por diferentes motivos.
La primera: Adara Nessa. Peligrosa, letal, fría, cr...
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Adara.
—Tiempo sin verte, querida.
Ladeo mi cabeza y sonrío mirando a la prisionera noventa y ocho.
Danishka Novikova.
Esposa del Pakhan de la mafia rusa.
Pero yo la conozco bien y no era solo la esposa de un jefe.
Era la mente de toda la organización criminal, ella era el verdadero Pakhan de la mafia roja, pero tuvo que casarse y cederle la etiqueta a su esposo porque la mafia rusa aún es arcaica y siguen sus antiguas reglas.
Una mujer no puede gobernar.
Sin embargo, el apellido Novikov era el más poderoso de Rusia y el nuevo sucesor del padre de Danishka debía ser un Novikov y lastimosamente él no había tenido hijos varones, solo a la dulce Danishka.
Así que, en secreto y sin que nadie sospechara, se casó con un hombre cualquiera otorgándole su apellido y así ella pudiese gobernar entre las sombras.
Un don nadie que ella podría manejar a la perfección, usarlo como títere y hacerle creer a toda una mafia que era el hombre más temido de Rusia.
Un hombre que siguiera sus ordenes.
Secretamente, sentía algo de admiración por su inteligencia.
Pero yo lo soy más.
Danishka fue la captura más difícil y la más importante desde que comencé, duramos nueve meses preparándonos para su caída y pudimos lograrlo porque su esposo se confió y creía que nadie podría tocarlo.
Pero eso es lo jodido de estar escondida detrás de un hombre, todas las fuerzas especiales del mundo iban por la cabeza del Pakhan porque se supone que es la cereza del pastel, por lo tanto, todos sus soldados le cubrían la espalda y lo cuidaban a él y solo a él.
¿Qué pasa cuando acorralamos a ambos esposos y tienen que sacrificar a uno?
Ellos pensaron que su jefe era un hombre, nosotros sabíamos muy bien que no era así.
Ellos prácticamente nos lanzaron a Danishka a nuestros brazos y se llevaron a su Pakhan para que nadie lo tocara.
No se dieron cuenta que nos entregaron a la cabeza principal de su preciada familia de criminales.
Está aquí hace cuatro meses exactamente.
Y aún no he podido romperla y someterla.
Eso me tiene totalmente atenta y confundida.
—Estaba esperando que preguntaras por mí, me ha dolido que no me has mencionado ni una vez —le respondo sin borrar mi sonrisa.
—Lamento haber herido tus sentimientos, preciosa —se pone una mano en le pecho fingiendo pesar.
