...y el enojo de un rey.
Declan.
Cuando observé el cuerpo sin vida de mi tío, fue como haberme transportado a mi infancia.
El tío Dorian siempre había sido una persona extrovertida, amable, buen vecino, buen padre, buen trabajador, cariñoso, viudo porque su mujer murió cuando Kavan nació pero nunca trató diferente a su hijo.
Y un día, tocaron la puerta de su casa y dejaron a un bebé, una partida de nacimiento, papeles de adopción y una nota en una caja de cartón en la entrada.
Dorian, rápidamente, se dio cuenta de lo parecido que era el bebé a su hijo de cuatro años, Kavan.
Lo primero que tomó mi tío, según sus palabras de su yo ebrio, fue la nota.
En una caligrafía descuidada, decía:
"Hermano Dorian, sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos, sé que estás molesto por mis decisiones y por haber abandonado a la familia, pero el amor verdadero, ese que compartes con tu media naranja, es más fuerte que cualquier otra cosa.
No vengo con excusas ni disculpas porque sé que no las necesitas y tampoco las quieres, pero te pido, rigurosamente, que aceptes a este bebé, mi hijo, y lo cuides por mí.
Sé que es una responsabilidad enorme y que no debería pedírtelo, pero sabes muy bien que no puedo tener a un bebé en tales circunstancia, acá la vida es difícil y no quiero que mi hijo pase por lo mismo que yo.
Te pido con el corazón en la mano, que aceptes al niño y puedas darle una mejor vida de la que yo podría otorgarle alguna vez.
En la caja está su acta de nacimiento y los papeles de adopción, siempre has sido un mejor hombre que yo, sé que harás lo correcto.
Con amor,
Kennan."
Luego, tomó el acta de nacimiento; Declan Finnegan, decía en mi nombre, había un espacio en blanco en el nombre de la madre y en el nombre del padre se leía, muy claramente; Dorian Finnegan, aunque el nombre real de mi verdadero padre era Kennan.
Agarró los papeles de adopción, aún sin tocarme o hacer algún ademán para sostenerme y los miró fijamente.
Creo que estaba dispuesto a dejarme afuera de su casa o tirarme a un basurero pero entonces, Kavan lo vio parado en la puerta y escuchó el llanto de un bebé.
Kavan era un chico extrovertido como su padre y amaba a las personas y a los niños, eso incluía a bebés llorones. Así que, al escucharme, saltó de emoción y le pidió a su padre, mi tío, que lo metiera a la casa y lo convirtiera en su hermanito.
El tío Dorian jamás le diría que no a su hijo, al recuerdo de su esposa fallecida, su milagro en la vida, así que, lo tomó en sus brazos y ofreciéndole una sonrisa forzada a su hijo, entró a su casa e hizo lo que debía hacer.
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El Diablo Está Cerca (+21)
ActionEn un mundo repleto de corrupción tiene que haber un mediador, y no, no estoy hablando de Dios. Cuatro personas, cuatro personalidades distintas, cada uno conectado al otro por diferentes motivos. La primera: Adara Nessa. Peligrosa, letal, fría, cr...