|Catorce|

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—Scott.

Una voz sonó lejanamente.

El cuerpo de River se sentía pesado y sus ojos no parecían querer abrirse en absoluto.

Él trató de hablar pero las palabras pesaban.

—Scott, maldición, ¿qué te ocurre?

River pudo registrar la voz de su amigo y algunos golpes en su rostro. No le dolió, aún sentía la piel adormecida.

—¡Despierta!

River por fin pudo abrir a duras penas los ojos y vio borrosamente a su compañero pelirrojo.

—Mi-

Miller tenía una mirada preocupada mientras parecía hablar con alguien.

River aún se sentía débil y no parecía estar consciente. Se sentía dormido, como si estuviera drogado o en un sueño.

(...)

—Debe ser una jodida broma.

Cole empezó a temblar.

Sus ojos estaban vendados a pesar de que parecía tener un jodido saco en la cabeza. Tenía las manos atadas detrás de su espalda y únicamente oía el goteo de posiblemente una tubería dañada.

¿Dónde estaba?

Olía a humedad.

No recordaba qué había ocurrido.

Lo último que se le vino a la cabeza fue un River desplomándose y luego la sensación de una punzada en su nuca.

Su mejilla dolía así que era muy probable que le hubieran golpeado para que el efecto del dardo fuera más rápido y eficaz.

Estaba agotado, magullado, con frío y ahora secuestrado.

Se suponía que querían a River, ¿por qué se habían llevado a él también?

¿River siquiera estaba bien?

—¿Scott?

Tal vez River estaba en la misma sala.

Ni siquiera podía moverse. El agarre en sus muñecas y pies era jodidamente doloroso y la silla era demasiado incómoda.

Nadie respondió.

Un chirrido sonó y supuso que era la puerta.

No debían de estar lejos de la zona en la que fueron asaltados, ¿verdad?

Cole no estaba seguro. Ni siquiera podía decir con certeza qué hora era o cuantas horas pasaron desde que le durmieron.

Tal vez incluso estaba fuera del país. ¡Por una mierda! A lo mejor estaban incluso en un jodido barco.

Oh, mierda.

En ningún momento se planteó que esto pudiera ocurrir. Tuvo la opción mismamente de morir por proteger a River, pero, ¿secuestrado? No.

Último sentimiento (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora