|Trece|

2K 200 45
                                    

—¿River está siendo perseguido?

Cole siguió masticando sin entender por qué ese chico tenía que ser el tema principal en la mesa.

—Sí.—Dante respondió por él.—Y aún no encontramos nadie sospechoso. Aunque tenemos bastantes opciones con sus compañeros más cercanos.

Cole sabía que eso era información confidencial pero eran Mateo, Sian y unos niños que no sabían ni de qué estaban hablando. No había problema.

—No confío en Miller.—Dante miró a Cole.

El pelinegro recordó al amigo pelirrojo de River y levantó las cejas con desdén. A él tampoco le caía bien el capitán Miller.

—Deberías investigarlo más, entonces.—Cole señaló con el tenedor.

—¿Os podéis creer que ni siquiera sabía que era su Superior?—Soltó Dante indignado, ignorando a Cole.

Sian soltó una pequeña risa.

—Sí, la verdad.—Asintió.—No eres tan importante.

Dante rodó los ojos.

—No sabes cómo funcionan las cosas en mis Sedes, Dylan.—Le molestó.

—¿Me llamabas?—El pequeño de los hermanos levantó la mirada pero Mateo negó.

—No, chico, no era a ti. Era a tu papi.

Cole sonrió a su sobrino. Aún recordó cuando Mateo y Sian habían ido al refugio y empatizaron con tantos niños huérfanos, desde bebés hasta a adolescentes. Evie y Dylan fueron dos bebés recién llegados que necesitaban muchos cuidados, así que no dudaron en acogerlos y apoyar económicamente a la asociación para el resto de críos.

—De todos modos,—siguió Mateo.—No podemos juzgarle aún sin conocerle. Capaz es despistado. Por eso no te conoce.

Dante negó.

—De todas maneras, él fue con River en la última misión.—Señaló Cole.—¿Fue para llevárselo o porque es un idiota igual a River y quiso combatir?

Dante chasqueó la lengua molesto.

—Confirmé que estuvo en otro pelotón, bastante alejado del de River. No podría haber sido él.

—¿Capaz eso es lo que quiso que pensarais?—Dean habló.—Así nadie sospecharía de él.

Dante asintió.

—No podemos descartarlo.—Dejó el tenedor.—Asignaremos a River y a Miller al mismo operativo y estaremos observando.

Cole lo observó y trató de no hacerlo de mal manera.

Genial.

No bastaba con darle permiso a River de salir y ponerle en riesgo sino que ahora le iban a incluir en la misión.

—No va a salir bien.—Cole negó.

—Eh, renacuajo.—Sian le reprendió.—No seas tan pesimista. Dante tendrá un plan. No ha llegado a su puesto simplemente diciendo tonterías; tiene inteligencia, practicidad y don de mando.

Mateo miró a Dante divertido.

—Mi esposo te está defendiendo, siéntete especial.—Bromeó.

—Sian tiene razón.—Dante se dirigió a Cole.—No es que os quiera ocultar nada, pero es mejor conservar información para un minúsculo círculo de personas. Está todo bajo control en esa misión. Hay un plan y lo llevaremos acabo en ella.

Cole frunció el ceño.

¿Por qué él no había sido informado de ello?

—¿Irás tú también?—Preguntó Cole.

Último sentimiento (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora