•◇•◇• THE RETURN •◇•◇• [Rubiusplay] [Karmaland]

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Luego de la reprimenda de la azabache hacia el pelirrojo y el albino, todos entraron al lugar estando Rubén al frente porque al ser alto se llevarátodo lo malo, si hay". Básicamente lo usaron de escudo humano.

El lugar tenía las luces encendidas pero con un tenue tono que por poco no iluminaba. El suelo estaba cubierto por grandes alfombras azules las cuales estaban desgastadas y un tanto rotas haciendo visible la madera de roble que hacía función de suelo. La cual, en uno de los suaves pasos que nuestros héroes intentaban hacer para ir sigilosos, chirrió generando un sonido que pareció retumbar por todo el edificio haciendo que les recorra un escalofrío por todo el cuerpo.

-- ¡Ssshhh! -- se escuchó entre los estantes y todos dieron un brinco del susto -- Hay gente que quiere leer tranquilo -- dijo una voz parecida a la de una anciana.

Todos los héroes se miraron entre ellos, confusos. ¿Había alguien allí a parte de ellos?
Se acercaron hacia dónde provenía la voz y allí, girando por la esquina de unos grandes estantes repletos de libros, pudieron presenciar como mucha gente leía en mesas de madera junto a lámparas que los acompañaban.

-- ¿Primero la puerta está abierta y ahora esto? ¿Han entrado ilegalmente? -- cuestionó más para ella misma que para sus compañeros la azabache de tiara dorada.

-- Puede pues Merlon dijo que la biblioteca estaba cerrada -- le siguió la pelirroja de piel tan blanca como la nieve.

-- A lo mejor nos ha mentido -- aportó el pelirrojo de barba recibiendo las miradas desaprobatorias de los demás -- ¿Qué? --.

-- Merlon nunca nos mentiría, Lolo -- le dijo Raúl.

-- Solo he opinado -- dijo con simpleza.

Dejaron el tema a parte y caminaron entre las mesas siendo observados por la atenta mirada de los aldeanos. Llegaron a recepción y preguntaron respecto donde podrían encontrar algún libro con información de la gema que buscaban. La bibliotecaria les atendió un poco amarga y ellos se dirigieron a la zona de estantes inficada.
En aquella zona los libros se notaban polvorientos, haciendo estornudar momentáneamente a uno que otro de los héroes mientras leían los títulos de los laterales de cada libro.

Rubén, mientras supuestamente buscaba entre libros, miraba de reojo (o eso pensaba él) al albino de mecha rubia mientras este también miraba entre libros y sus miradas se conectaban de vez en cuando haciendo sonrojar al más bajo y suspirar al más alto.

-- ¡Lo tengo! -- exclamó en un susurro la azabache mientras colocaba un libro oscuro el una mesa de por allí llamando la atención de los demás que se acercaron a ella -- En este libro habla de la gema -- comentó para luego comenzar a resumir lo que había leído -- Resulta que hay más gemas y cada gema es una jaula creada con la materia necesaria para encerrar a distintos dioses. La gema del tiempo es esta verde -- dijo señalando una pintura de la gema en el libro -- Es lo único existente en todo el universo que puede capturar al Dios Oscuro. Sólo se puede encontrar en una flor, una única flor en las profundidades del pueblo Karmaland, en el Neder. La gema funciona como un fruto. La flor crea la gema durante 100 años y la gema sólo está disponible por dos meses. Si esa cantidad de tiempo se agota, la gema se pudre y no funciona. Si se llegara a romper una de las gemas que se creen, ya no florecerán más en el resto de la historia -- terminó de relatar la azabache dejando a todos con la piel de gallina.

-- Entonces... ¿Hay que buscar una flor en el Neder? -- preguntó confuso el castaño de ojos avellana.

-- Hay que avisar a Merlon para que nos permita hacer esta expedición. No podemos ir al Neder sin sus llaves de portal -- comentó el albino recibiendo un asentimiento por parte de todos excepto el pelirrojo.

-- Yo creo que es mejor que no se lo digamos --

-- ¿Y como quieres conseguir las llaves, listo? -- preguntó obvia la de ropajes blancos.

-- ...¿Robandoselas?...-- respondió escogiendose de hombros inseguro.

Lolito recibió otro golpe por parte de la de tiara más uno más que le proporciona la muchacha pelirroja.

-- ¿Por qué? -- preguntó en un puchero mientras se sujetaba la mejilla roja por los golpes.