•◇•◇• THE RETURN •◇•◇• [Rubiusplay] [Karmaland]

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Una risa "maevola" resonó por todo el lugar haciendo retumbar las paredes de piedra y generando un temblor a los tres hermanos oscuros que se refugiaban en un abrazaro conjunto del polvo y tierra que se levantaba por el fuerte viento.

-- Un gusto veros en persona, muchachos -- dijo una voz gruesa que les caló por dentro a los héroes.

El viento cesó con esas palabras dejando la los jóvenes separarse -- ¿Quien eres? -- se atrevió a preguntar el de boina verde.

-- ¿Que quién soy? ¡¿No reconoces al ser por el cuál venerabais?! -- cuestionó con suma ira la gran sombra negra iluminando aún más sus sus penetrantes ojos rojos.

-- ¡¡No venerabamos a ningún dios!! -- enfrentó el mitad búho -- ¡¡Nosotros solo comenzamos la hermandad por nuestra cuenta para putear a la gente!! --

-- Puede que así fuera -- comenzó a explicar el sombrío ente -- Sin embargo, entrasteis aquí, a MI guarida. ¿Quien creéis que os proporcionaba las trampas? ¿De dónde creéis que salieron los trajes de la hermandad? ¿Quien creéis que os ha otorgado los planes? --

-- ¡Eso es imposible! ¡Ni siquiera sabíamos que existías! -- intentó defenderse el de boina.

-- Oh, es lo que tiene no poder aparecer hasta luego de 100 años. Pero, mi alma siempre estuvo aquí, observandoos, controlandoos y aportando maldad a vuestros corazones -- dijo con un aura de superioridad que les generó un escalofrío. "No es posible que nos controlara" pensó el albino de ojos verdes -- Claro que era posible, Guillermo -- el mencionado se sobresaltó mientras los demás le observaban estupefactos -- Al poneros por primera vez vuestros trajes se os generó una marca. Una marca la cual me permite controlar vuestras mentres. ¿Acaso antes de una misión nunca habéis notado una punzada en vuestro dedo meñique en símbolo de promesa ante obedecermis órdenes? -- el alado y el de ojos achinados se miraron el dedo indicado, extrañados, mientras el mitad oso, el cual se mantuvo en silencio y atemorizado todo este tiempo, se escondía su mano izquierda por detrás de su espalda -- A ver si esto os recuerda algo -- dijo la sombra mientras se frotaba las manos para después dar una palmada que resonó por todo el lugar y que hizo que dos de los jóvenes cayeran arrodillados mientras gritaban y se sujetaban la cabeza.

Rubén, al entender la situación, actuó como los otros dos mientras les observaba preocupado. Sus amigos estaban sufriendo y él no podía hacer nada.
La sombra, entre sus risas malévolas, se dió cuenta de algo, pues su poder sólo se estaba esparciendo en dos almas. Miró hacia el mitad oso, el cual estaba temblando del miedo y gritando para disimular.

-- Tu... -- dijo el ente sombrío al darse cuenta de lo que ocurría -- Cogedlo -- ordenó a los dos muchachos que de repente dejaron de gritar y se levantaron.

El castaño retrocedió en el suelo mientras observaba como sus amigos eran consumidos en humo negro y sus ojos se volvían rojos hasta que el humo se disipó dejando ver a ambos con sus trajes de la hermandad y su aura rabiosa.

-- Si puedo controlarte te chivarás, y no pudo permitir eso -- dijo el ente a través de Guillermo mientras a este le daba un tic en el cuello.

A Rubén solo se le ocurrió correr, y eso hizo. Se levantó torpemente del suelo para comenzar a correr siendo perseguido por sus dos amigos controlados por la sombra. Corría con todas sus fuerzas hasta el punto de casi caer en muchas ocasiones debido a las escaleras difíciles de cruzar del lugar.

Cuando al fin entró al bosque vio una paredes de lianas y quiso apoyarse para parar un momento y coger aire pero al intentar colocar la mano en la piedra, traspasó la supuesta pared. Resultó ser una cueva en la cual se escondió para poder descansar un poco. Su respiración era acelerada y las pulsaciones del corazón le iban a mil. Tenía unas ganas enormes de sentarse y relajar su cuerpo pero el sonido de pisadas muy cerca de donde estaba le hizo moverse hasta el interior de la cueva. A pesar de tener antorchas no podía usarlas porque sinó sabrían que estaba ahí, con lo cual tuvo que acostumbrarse con mucha dificultad a la muy limitada iluminación. Por lo menos, hasta que a lo lejos vió luz, luz anaranjada como de antorcha.

Corrió hasta allí sin temor a que escucharan su rápido movimiento y al llegar encontró una "zona central" de una mina. Había muchos caminos a su alrededor y cada uno tenía junto a el un cartel.
El de ojos avellana se acercó a uno de estos y pudo leer "ayuntamiento". Leyó el siguiente y ponía "comisaría". Con eso se dio cuenta de que eso era una mina que llevaba a todo lugar de  karmaland. Leyó todos los carteles buscando su antigua casa hasta que se dió cuenta de que si estaba allí causaría muchísimos problemas a Nieves y teniendo en cuenta su situación con ella no quiso entrometerse con algo tan grave así que buscó el de su casa flotante. A pesar de tener plantas por todas partes era un sitio más o menos habitable.