•◇•◇• THE RETURN •◇•◇• [Rubiusplay] [Karmaland]

•◇•◇• 0 •◇•◇•

Dos jóvenes corrían desesperados entre la multitud en busca de una salida. La mujer portaba en sus brazos a si hija menor, de tan solo 1 año de edad, la cual lloraba descontroladamente, mientras su pareja llevaba agarrado de la mano a su hijo mayor de 8 años y cabello azabache, el cual miraba por todas partes confuso, intentando asimilar todo lo que ocurría a su alrededor. Lo último que el pequeño recirdaba era estar en su casa a punto de cenar cuando, sin venir a cuento, se escuchó una gran explosión la cuál resonó por todo el pueblo y sus cercanos generando un ligero temblor en la zona. Su casa se comenzaba a prender fuego y sus padres le gritaban a todo pulmón para que huyera con ellos y su hermana.
El joven intentaba mantener el ritmo de sus progenitores al correr pero le era un poco complicado así que su padre le cargó en su espalda.
La multitud de gente se fue alejando de ellos por causas que el pequeño no entendió hasta que volteó y lo vió, un ente de tamaños descomunales, cabello negro como la noche y ojos tan rojos como la sangre o la misma luna que había esa noche.
Notó que sus padres se detuvieron de repente y cuando volvió a mirar al frente un árbol repleto de llamas cayó seguido de otros los cuales les rodearon.

-- ¡¿Por que nos sigue y que se suponeque esa cosa?! -- gritó desesperado el padre aún con el niño a cuestas.

-- ¡¡Le quiere a él!! -- gritó la madre para que se le comprendiera entre tanto alboroto y señalando con la cabeza a su hijo.

-- ¡¿Que?! ¡¿Por qué?! --

-- ¡¡El es su hijo!! ¡¡Tuve una aventura!! ¡¡Lo siento mucho amor!! -- respondió con sumo arrepentimiento y pena.

El joven no respondió, su expresión de enfado y ofensa lo decía todo. -- ¡¡Pues si es lo que quiere, aquí lo tiene!! -- exclamó para después soltar al infante y mirarlo con desprecio.

-- ¡¡Vámonos!! -- gritó mientras le agarraba del brazo a su pareja y la arrastraba consigo para huir.

-- ¡¡Espera!! ¡¿Que?! --

-- ¡¿Es suyo, no?! ¡¡Que se lo quede!! --

-- ¡¡NOOOO!! ¡¡MERLON, MI NIÑO, NOOO!! -- gritaba desesperada la joven sin poder zafarse del agarre mientras de sus ojos caían lágrimas que mojaban a su bebé.

Los gritos se fueron disipando, al igual que su silueta a la lejanía. El pequeño se había quedado solo, le habían abandonado, y comenzó a llorar descontroladamente mientras una gran sombra se le acercaba por atrás.