•◇•◇• THE RETURN •◇•◇• [Rubiusplay] [Karmaland]

•◇•◇• 9 •◇•◇•

-- ¡¡FARGAAAAAAAN!! -- gritaba descontroladamente el mitad oso quien era aún llevado por los aires por el nombrado mientras este se reía.

David respondió al desgarrador grito con un simple "si ya llegamos" haciendo enfadar al otro.
Rubén miró hacia bajo y daba gracias a no tener miedo a las alturas porque sinó ya se habría desmayado o algo, aunque eso en cierto modo sería mejor. Entre tantos árboles que pasaban por debajo de sus pies a gran velocidad se percató que el ritmo de estos disminuía y él se alejaba de ellos, por lo que decidió mirar al frente encontrando una gran pared de rocas que estaban subiendo. -- ¡Agárrate! -- indicó el mitad búho haciendo tragar en seco al de ojos avellana. ¡¿Como se agarraria si le tenía sujeto por los hombros?!
Cuando el alado se detuvo, Rubén miró abajo, viendo como estaban situados muy por encima del cañón rocoso donde estaba su sede secreta con forma de cráneo.
Y, sin previo aviso, David comenzó a descender en picado, generando muchos más gritos de miedo por no querer morir del mitad oso.  Iban a tanta velocidad que a Rubén, de tanto grito, se le metió el aire en ka boca y cual paracaídas sus mofletes de hincharon impidiendole cerrar su cabidad bucal.
De un momento a otro ya estaban en tierra firme.

-- ¡¡YUJU!! ¡Ha sido la hostia! -- celebró el mitad búho con los brazos extendidos al aire.

-- Creo que me comido un bicho -- dijo casi sin aliento el de ojos avellana, quien cayó derrotado de rodillas al suelo.

-- Por fin llegáis -- "saludó" el albino de boina verde -- ¿Rubius? ¿Fargan te ha dado un viaje en vuelo, no? Pareces un científico loco con esos pelos -- comentó para después acercarse al nombrado y darle una poción que al beberla ya volvió a estar operativo y se peinó con sus dedos.

-- Venga Rubius, entremos -- dijo Fargan para seguidamente darle un golpe de ánimo en la espalda que hizo toser al más alto y soltar de su boca una mosca que ya casi ni volaba.

-- Hola Rodolfo -- saludó con un tono suave el albino mientras extendía su mano para que el animal se acercara a olerlo -- Mónica te ha cuidado bien, eh puerco -- halagó al notar que el reptil era más grande que la última vez que le vio.
La criatura pareció dudar de si acercarse o no pero finalmente olfateó la mano extendida frente a él y enseguida reconoció el aroma haciéndole que se restregase en el contrario cual gato. -- Yo también te he echado de menos -- dijo ahora juntado su frente con la del animal -- Te prometo que cuando esta misión acabe y me tenga que ir otra vez te llevaré conmigo -- le dijo con una sonrisa a lo cual el reptil respondió con una especie de baile con la cabeza y cuello indicando que le gustaba esa idea.

Raúl fue informado desde que llegó que Mónica se estuvo encargando de sus animales. Pero el albino no quiso ir a verlos antes porque tenía miedo de que no le recordaran. Sobretodo el reptil pues era el más propenso a deborarlo en cuestión de segundos.
Y cuando al fin se armó de valor, al único que encontró fue a Rodolfo. Frederik falleció hacía 3 meses atrás por causas naturales.

El de mecha rubia se despidió del reptil y se encaminó hacia el pueblo, dispuesto a encontrar aquella gema y poder regresar con sus amigos y Reborn.

-- Cuanto tiempo, ¿eh? -- comentó sonriente el albino de boina verde mientras se cruzaba de brazos y admiraba el lugar -- Huele a maldad -- dijo después de aspirar el aroma del sitio rocoso.

-- A mi me huele a sobaco de viejo -- dijo el alado después de "esnifar" el are haciendo que el de ropas verdes le mirse de mala forma.

Rubén no quería hablar, ni siquiera estar ahí. Reconocía que colocar alguna mina o algo así sería divertido pero no un plan súper planeado de los que tenían esos dos y que al final o Fargan o él lo estropeaban por ser torpes.

Guillermo comenzó a explicar cual era su plan mientras David le escuchaba atentamente y emocionado y Rubén solo miraba hacia otro sin prestar mucha atención. El de boina extendió su brazo y el mitad búho hizo lo mismo pero colocándo su mano por encima de la del otro. Ambos esperaban con sonrisas perversas a que el mitad oso hiciera lo mismo pero este estaba en su mundo, mirando por la entrada que formaba el cráneo de piedra.

El alado se disponía a toser falsamente para atraer la atención del más alto, pero una gran ráfaga de viento que por poco se los lleva a los tres le interrumpió.
Cuando el viento casi cesó, los hermanos oscuros observaron como una gran sombra se formaba en una de las paredes frente a ellos y como esta iba tomando tridimensionalidad hasta crear una masa a la que se le formaron dos grandes y brillantes ojos rojos que causaron un escalofrío en los tres.