*CAPITULO EXTRA - OTRA VIDA

59 3 0
                                    


Hoy hacía ya un mes del "incidente" y tenía revisión en el médico, si todo sigue así me lo quitarán dentro de unos 15 días.

Tengo muchas ganas de que me quiten ya las escayolas, porque me pican mucho y necesito libertad, aunque después tendré que hacer rehabilitación unos meses o eso me ha dicho Luna.

Llevó dos semanas yendo a terapia, ya no solo por la relación con la comida, sino por todo un poco, la verdad es que estoy abriéndome y espero que más adelante de sus frutos.

Además estoy feliz porque me he enterado de que mi madre ya no esta con mi padre y ha empezado también a ir a terapia, espero que le vaya genial.

La verdad es que no he vuelto a hablar con mis padres y sinceramente, no tengo prisa por hacerlo. No sé si algún día tendremos una relación estable, pero así estoy bien.

La relación con Luna es genial y Sofía viene a vernos de vez en cuando, la verdad es que al principio me intimidaba pero ahora veo que es un amor. Siempre se enfada porque pierde al parchís y al dominó, pero me divierto mucho con ella.

Hace dos días quedé con Marc y Gala, ellos están saliendo y de momento todo les va bien. Gala y yo seguimos hablando como siempre.

Enzo ya hace una semana que se mudó a Barcelona y no lo he vuelto a ver desde que se quedó a dormir conmigo por última vez. La verdad es que lo echó de menos, pero ambos lo llevamos bien.

Solemos hablar por las noches y contarnos como ha ido nuestro día, nada más allá de lo normal, pero es suficiente.

Estaba sola en casa y llamaron al timbre, era una gran caja y la coloque en en mis piernas, intentando llegar hasta el salón como podía con la silla de ruedas para abrirla.

Había un montón de cosas, lo primero que vi fueron los pistachos con chocolate, los amo demasiado, después me fijé en un lienzo en blanco junto con pinturas y un libro, El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen.

Abrí el libro y estaba subrayado, habían escrito e incluso dibujado, miré bien la letra y era tan fea, eso sí, ni una falta de ortografía, que ya sabía de quién era.

Ya estaba apunto de llorar cuando vi la notita y leerla fue lo que hizo que rompiera en llanto, un llanto de felicidad.

Te mando todo esto para que no tengas de que quejarte al menos durante un tiempo, no me gustaría que otros disfrutaran de tus quejas.

Te mando los pistachos con chocolate, para que sigas siendo tu, pero te mando los lienzos en blanco, para que también crees tu nueva versión, la segura y libre.

Se que llevabas mucho tiempo queriendo leerte ese libro, te aseguro que será de tus favoritos, no tengo ninguna duda. Además, he subrayado cada parte que me ha recordado a ti.

De un pringado

Cogí corriendo el móvil y lo llamé, creo que nunca lo había hecho, odiaba hablar por teléfono y que escucharan mi voz. Además, no era como por WhatsApp, no podía pensar mi respuesta demasiado tiempo.

Oí que cogía la llamada

¿Qué pasa estas bien? - preguntó nervioso

Si - dije casi sin respiración

Tu nunca llamas - dijo confuso

Perdón, solo quería darte las gracias - dije vergonzosa

Espero mi regalo de vuelta - dijo riéndose

Lo tendrás - dije antes de colgar

Fui a mi habitación con la silla de ruedas, ya era toda una experta y preparé todo para pintar, llevaba muchísimo tiempo sin hacerlo, desde antes de que me ingresaran en el hospital, agradecí haberme roto la izquierda y no la derecha.

Ojalá me hubiera salido todo bien a la primera, pero me pasé más de tres semanas para hacer algo que me gustase, eso sí, los pistachos con chocolate me los comí en una sola semana.

El libro me lo leí en tres días y creo que nunca había disfrutado tanto leyendo, no sé si era porque sentía que me lo leía él cada noche o porque me gustaba el hecho de que las mismas frases que había subrayado él, las habría subrayado yo.

Finalmente le mandé el cuadro o el intento de cuadro, estuve todo el día nerviosa esperando que me dijera si le había llegado y si le gustaba.

Éramos él y yo, era ese beso que nunca nos dimos y que siempre deseamos, éramos él y yo en la azotea diciendo te quiero mirando al cielo.

Oí que sonaba el móvil y lo miré corriendo con miedo:

¿Tu y yo en otro vida?

                             Tu y yo en esta vida

Eso me gusta más

                                            Sin quejas

RESPIRANDOWhere stories live. Discover now