CAPITULO 33 - DOS CARAS

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7 de septiembre

Ayer fue un día genial, estuvimos dando vueltas toda la tarde sin parar de hablar y por la noche cenamos los 4 juntos. Igual para otras personas hubiera sido aburrido, pero lo único que quería era paz y tranquilidad, y él me la daba.

Gala iba a quedarse más tiempo del previsto en Madrid, algo que me encantaba porque me daba miedo pensar que nos separaríamos. Ella me decía que no le gustaba Marc y Marc le decía a Enzo lo mismo, pero los dos sabíamos que mentían.

Estaba viendo Anne with an "e" por segunda vez cuando entro Enzo con música por la puerta.

¿Qué haces loco? - dije riéndome

Animar la fiesta - respondió entrando con el altavoz

No hay fiesta - aclare mirándolo

Siempre cancelas mi planes - dijo apagando el altavoz

Se tumbó a mi lado y dio play a la serie.

Ni se te ocurra hablar - advertí

No, no te preocupes - respondió atento al portátil

Pero cómo todos sabemos, habló, era tan curioso como yo y eso de ver una serie sin entender nada le resultaba frustrante.

¿Pero estos son novios? - pregunto confuso

No - respondí mal

¿Por qué? Mira como se miran - dijo interesado

Calla - chille

Calla - me imitó

Que nervios - grite mirándole

Quejica - contestó mirándome

Y cada vez que nos mirábamos así, los dos sabíamos lo que nos estábamos diciendo, pero las palabras y las acciones no sabían coordinarse con ellas.

Después de ver un solo capítulo porque no aguantaba más sus preguntas, me trajo la comida al cuarto.

¿Quieres comer aquí conmigo? - pregunté dulce

Si así lo deseas - dijo sonriente

Los dos comimos sopa y la verdad es que hacer todo con solo un brazo era difícil pero él siempre me ayudaba.

Oye y tu porque no sales, no me mal entiendas, me gusta estar contigo pero no hace falta que me cuides cada 5 segundos - pregunté interesada

Necesitas ayuda, estas coja y manca, además estoy bien así - respondió mientras cogía otra cucharada

Pero por la noche duermo y ya, no necesito que veas como duermo - dije riéndome

¿Me estas echando de mi casa? - preguntó señalándome mientras se reía

Si - respondí firme

Pues ahora me iré aún menos - dijo moviendo las cejas

Después de comer salimos al salón y jugamos a la play hasta que alguien llamó al timbre. No la esperaba pero era Luna y me alegro demasiado verla, ella era para mi un orgullo, todo un ejemplo a seguir, una mujer fuerte.

Sufrí un interrogatorio algo incómodo, pero después le toco a Enzo y eso fue más divertido, nos contó que Sofía volvería de su viaje en diez días.

Se fue cuando empezó a hacerse de noche, pero unos diez minutos después volvieron a llamar al timbre, fui como pude hasta la puerta con la silla de ruedas porque Enzo estaba meando, pensaba que Luna se habría olvidado algo.

Pero cuando abrí la puerta, no era Luna, si no mi padre, quizás parecía rabia lo que sentía al verlo, pero solo era tristeza y cuando lo vi supe lo que pasaba.

Así es mi cabeza, se pasa tanto tiempo creando escenarios catastróficos, algunos incluso imposibles, que cuando sucede uno, en el fondo ya no se sorprende.

Mi madre, ella no estaba bien y quizás había querido dejar de sentirse así, indefensa y culpable, ella había hecho lo que un día mi padre intento, desaparecer.

Los padres son personas y a veces la edad no les da el poder de la estabilidad, la madurez, seguridad...ellos son padres, pero ante todo son personas imperfectas, como yo y el resto del mundo.

Ellos también tienen miedo y sufren, eso no esta mal, lo que esta mal es dejar que otra persona cargue ese peso, porque nosotros nunca lo elegimos, yo nunca lo elegí.

Mi padre tal como vino se fue, dio su mensaje y huyó, me dejo llorando sin poder moverme, temblando del miedo, pensando en lo mala y egoísta que era y lo peor de todo es que él sabía que yo me quedaría así.

Vi que venía Enzo, que me hablaba y que me abrazaba, pero no oía otra cosa que no fuese mi cabeza, me odiaba a mi misma como jamás otra persona podría odiarme.

Nunca he sabido como era, porque siempre he tenido dos voces, una que me decía que era buena, que sabía escuchar a los demás y que tenía cierto humor. La otra me decía que era egoísta y fría, que era aburrida y que nunca me querría nadie.

Me llegó un mensaje, pero no veía bien y al fin puede leerlo, mi madre estaba ya en casa después de un lavado de estómago y entonces pensé que igual si era mala, porque llore aún más.

Tenía ganas de que todo acabara, por muchas cosas que se tuvieran que ir por delante, me paso con mi padre y me acababa de pasar con mi madre. La parte de mí que los odiaba, que odiaba que no me pusieran por delante de todo, como yo siempre hice con ellos, quería estar sin ellos en este mundo.

Maya, por favor, tranquilízate - dijo Enzo y me di cuenta de que él también estaba llorando - ¿Qué te pasa? - pregunto agarrando mi cara y secando mis lagrimas

No puedo respirar, ya no puedo seguir respirando - dije con un hilo de voz

Me llevó a la cama y se tumbó conmigo, le conté llorando todo lo que había pasado en cuestión de segundos mientras él me escuchaba. Conseguía tranquilizarme durante unos minutos, pero ahí estaban de nuevo esos escalofríos.

Maya, estoy contigo, te quiero - dijo mientras escondía mi cara en su cuerpo y me daba un beso en la cabeza

Yo también te quiero - dije entre sollozos

Y ahí estaba mi primer te quiero, el primero de verdad, ese que dices porque lo sientes y no por que es lo que toca.

RESPIRANDOWhere stories live. Discover now