Diez

1.9K 276 223
                                    

Cuando Ch'aska pensaba que estaba cerca de terminar su trabajo, resultaba que existía otro piso, otra ala, u otra habitación dentro de aquel enorme palacio, que aunque en principio no se había dado cuenta, tenía que admitir que era mucho más grand...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando Ch'aska pensaba que estaba cerca de terminar su trabajo, resultaba que existía otro piso, otra ala, u otra habitación dentro de aquel enorme palacio, que aunque en principio no se había dado cuenta, tenía que admitir que era mucho más grande que el castillo en Wækas.

Lo curioso era que, aun siendo tan inmenso, no perdía detalles ni elegancia, pero sin duda, no quería perder de vista al Rey de las nubes, o no sabría cómo volver al salón principal.

Rygel, en silencio, pensaba similar a su compañero, sumado al hecho de que su tarea de crear un mapa del lugar se veía imposible, al menos, si debía incluir los planos del mismo castillo.

—¿Y aquí solo viven usted y su guardia? —No pudo evitar preguntar, al llegar al que debía ser el vigésimo piso. Ese lugar debía tener al menos mil habitaciones.

En el palacio de Wækas, muchos cuartos quedaban desocupados, y eso que Andrómeda había reclamado a Marseus un lugar para ella en cuanto la anterior bruja murió. Su reino no era precisamente el más grande y poblado, a comparación.

—No, también vive gran parte del reino aquí, incluso desde antes de que el cristal núcleo desapareciera. Aun así, quedan lugares vacíos —dijo Lyn al notar que a sus invitados les preocupaba que el castillo no tuviera fin.

Esa respuesta tenía sentido para los dos guardianes, y Ch'aska continuó su tarea, a pesar de que nunca antes había utilizado tanto su don, y empezaba a cansarse. Poco a poco gran parte del lugar estaba cubierto de hielo y se sentía más frío el ambiente, por lo que incluso salían algunos habitantes y refugiados a quejarse o a preguntarle al rey lo que estaba sucediendo.

Este se había tomado su tiempo para explicar que era necesario, y que lamentaba las incomodidades, y al regresar a los piratas, les pidió que continuaran.

—Si se lo preguntan, en realidad, no siempre ha sido así —explicó Lyn de repente, refiriéndose al hecho de que el castillo estuviese abierto para toda la población—. Pero cuando fui coronado pensé... que no era más especial que mis compañeros, o el resto de nuestra gente, así que debía darles las mismas oportunidades que tuve.

—Suena bastante modesto, viniendo del Rey más fuerte de todos —comentó Rygel con un aire de ironía, por lo que Lyn sonrió, notando que en verdad sonaba muy modesto viniendo de él.

Tal vez, su deseo continuo de entregar a Wölcenn todo lo que tenía, era lo que le impulsaba a alcanzar más cosas, y llegar más lejos. Debía ser mejor si quería entregar algo mejor.

—No seré el rey más fuerte para siempre. Mi reemplazo podría llegar en cualquier momento, o puede que incluso ya esté aquí, pero mientras, cada persona es importante, así que no separaré a mi gente en clases, cuando mi deber es cumplirles —explicó, deseando dejar en claro cuál era el legado que quería dar—. No sé cómo será en Wækas la elección de futuros guardianes, pero aquí siempre fue algo estricta, por lo que no somos muchos.

Almas de cristalWhere stories live. Discover now