Capítulo 123: Te amo

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Zhao Xianghai miró la densa escritura y sintió un bloqueo en su corazón por alguna razón.

Xiao Ye era un tonto.

Escribió una carta personal y se la envió en un libro, pero no se lo dijo.

Zhao Xianghai sacudió la cabeza y comenzó a leer desde la primera línea

"Mi querido hermano Hai:

He dudado durante mucho tiempo, pero me he decidido a escribirte esta carta.

He estado pensando en ello durante un tiempo y me he dado cuenta de que, desde que nos conocimos, no te he escrito ni una sola carta de amor, fui tan descuidado, lo siento.

No sé dónde estaré cuando leas esta carta.

¿Tal vez esté en el trabajo? ¿Tal vez me dirija a perseguirte?

Por supuesto, sería mejor estar echado tranquilamente a tu lado, soñando felizmente contigo en mis brazos. Pero dondequiera que esté, pensaré en ti, te echaré de menos y, siempre que tenga la oportunidad, te abrazaré y no te soltaré.

Todavía recuerdo la primera vez que te conocí en un cóctel organizado por la Asociación Hong Zhan.

Te vi de pie entre la multitud con un traje recto, llevando gafas, sonriendo amablemente, dando a la gente la impresión de ser una persona inteligente y estable, amable y encantador. Después de verte, no podía apartar los ojos de ti, y desde ese momento se me ocurrió que quería tenerte.

No sabes lo feliz que me puse cuando me dijeron sobre tu orientación sexual y que estabas soltero. El director general de Hong Zhan te presentó, intercambiaste amablemente tarjetas de visita conmigo y me tendiste la mano. En el momento en que estreché tu mano, mi expresión era fría, pero lo que no sabes, era que me estaba volviendo loco de felicidad en mi corazón.

Todo lo que sucedió después de eso, fue inesperado. Cenamos juntos, paseamos y hablamos por la costa, y cuanto más cerca estaba de ti, más profundo sentía que caía.

Siempre me he sentido muy indiferente emocionalmente, y nunca he sido de los que se ponen de perfil ante cosas como el amor. No fue hasta que te conocí, hasta que estuve contigo, que me di cuenta de que podía tener sentimientos tan apasionados.

Poco después de reunirnos, mi hermano tuvo un accidente y dimos la bienvenida a nuestra niña, Lele. Esta niña todavía estaba en pañales y lloraba de vez en cuando, lo cual era muy molesto. Estabas bastante nervioso, y antes de que nos trajeran a Lele, ya me habías arrastrado y juntos buscamos en los centros comerciales productos para bebés y compramos una habitación entera de cosas.

La noche que vino Lele, la abrazaste, la alimentaste y la cantaste una canción de cuna.

En ese momento, me sentí especialmente orgulloso de mí mismo.

Estaba satisfecho de tener a mi lado a mi hermano Hai, el amor de mi vida, y en sus brazos estaba nuestra hija. La luz era tan suave ese día, y te miré, abrazándote a ti y a mi hija, y sentí que este era mi hogar.

Y así supe como se sentia un hogar.

Descubrí mi sexualidad muy temprano, así que pensé que me pasaría la vida entre las flores y que nunca tendría ni esperaría tener nada parecido a un hogar.

Pero a partir de ese día, sentí mucho amor y expectación por nuestra familia.

Ha habido innumerables ocasiones en las que hemos velado por Lele y hemos visto a la pequeña dormir profundamente antes de sonreírnos y bañarnos. Ha habido innumerables ocasiones en las que nos hemos echado juntos y hemos imaginado en qué maravillosa persona se convertiría nuestra hija en el futuro.

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