Capítulo XXVIII: Instintos

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-¿Qué fue eso allá atrás Cabellos de Oro?- Preguntaba Minho en lo que caminaban hacia la enfermería.

Newt no quitó la vista del frente.- ¿Qué fue qué o qué?-

-Ese "ay, si, bueno, perdón",- Lo imitaba de forma exagerada moviendo sus manos burlón.- con Fresa por allá-.

Newt se dignó a girar su cabeza, aún sin dejar de caminar.- Su pelo es anaranjado, no rojo, garlopo-. Dijo, intentando cambiar de tema.

-Oh, no hablaba de su cabello, no, hablaba de SU CARA-. Señaló su cara en general, haciendo énfasis en eso último. Luego largó una corta carcajada.- Pensé que después del tajo en la cabeza y el moretón en el estómago ibas a tener más cuidado con dónde ponías tus manos, pero de verdad estoy empezando a pensar que no lo piensas-.

-No lo pensé,- Se defendía el rubio.- de verdad no fue algo intencional... solo pasó-. Se excusaba.

Minho mordió el interior de su mejilla.- Ahá...- 

Sí lo había hecho accidentalmente, pero eso era lo que se le hacía raro a Newt. ¿Por qué lo hacía? Era evidente que Elizabeth podía defenderse sola; es decir, mató a un penitente, y sabía dar golpes. Pero por alguna razón que desconocía, sentía que debía protegerla a toda costa. Incluso de una chica delirante, inconsciente e incapaz de levantarse del suelo. Era... un instinto. 

Él intentaba convencerse de que lo hacía porque necesitaba respuestas. No era aquella mujer de sus sueños, pero el parecido le estaba taladrando la cabeza. Era cómo si tuviera todas las piezas del rompecabezas, pero al mismo tiempo estas fueran transparentes, haciendo imposible saber si la imagen estaba bien armada una vez que las conectabas todas. Y era frustrante.

Al igual que él, Elizabeth tuvo el instinto de seguir a Gally de cerca mientras llevaba a la nueva a la enfermería. Era cómo si los creadores hubiesen escuchado sus plegarias. La protección mujer-mujer le era más que necesaria luego de la amenaza de Alex, y después de estar inconsciente durante Sartén sabe cuánto. Hubiese adorado que alguien estuviera supervisando a quien quiera que la llevó a la enfermería desde las puertas del Laberinto, y por más que ya había sucedido, aún le causaba escalofríos. 

-Pon tu mano más lejos,- Le ordenaba.- Si, lejos de su pecho, gracias-. Elizabeth tenía al grandote en la mira, aunque este sólo rodara los ojos con cada insinuación.

Finalmente llegaron a la cabaña, dónde recostaron a la pelinegra en la camilla en la que Elizabeth había estado anteriormente, y ahí fue cuando la pelirroja notó que a sólo unos metros de distancia se hallaba Alby. En lo que Jeff y Clint salían por unas mantas, ella miraba al ex-líder perpleja, cómo si aún creyera que despertaría. 

-No te tortures Zab,- La llamó Minho.- no hay vuelta atrás una vez que te pican-. Hablaba con la mirada triste, y pronto se contagió al resto de los que estaban en la habitación.

◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ •

Newt, Minho y Thomas entraron alarmados a la enfermería.- ¿Qué pasa, por qué no despierta?- Preguntaba el rubio a los docs.

Había pasado media hora desde la subida de la caja, y estaban empezando a preocuparse.

-No lo sé,- Hablaba Jeff preocupado.- Ya intentamos hacerla oler alcohol, y nada-.

-Y eso siempre funciona-. Agregó Clint, parado junto a la camilla.

Thomas miraba a la chica con confusión. ¿Por qué había dicho su nombre? ¿Por qué sentía que debía reconocerla? ¿Por qué todo lo malo que había sucedido en el Claro había sucedido después de su llegada? Porqué, porqué, porqué. 

¿A Caso Te Conozco? [Newt]Where stories live. Discover now