Capítulo XV: Preguntas Nuevas

182 18 1
                                    

Se estaba haciendo tarde, ya habían perdido mucho tiempo, y el recorrido no se hacía más corto.- Como de seguro ya sabes, esa era la cocina-. La guiaba Newt, comenzando la excursión.

-Si, lo sé-. 

-Esta es-- Intentó señalarle el matadero.

Pero fue interrumpido, cómo siempre, la novata tenía preguntas. -¿Dónde está Alby?-

El chico exhaló.- No está hoy, por eso te estoy dando el recorrido. Ahora-- Continuaban caminando, sin detenerse.

-¿Es por el asunto de ese... Ben?- El rubio dudó en responder.- ¿Está enfermo?- Le tiraba una catarata de preguntas.

No dejaba de moverse, y ella lo seguía.-Podría decirse-. 

Elizabeth tiró de sus pantalones hacia arriba, se le caían, eran algo grandes para su cadera. Pero eso no iba a impedirle seguirle el paso, en especial porque estaba medio rengo.- ¿Cómo sucedió?- 

-Eso es algo que no puedo responder aún-. 

-¿Estará bien?- Insistía, genuinamente preocupada. 

Newt paró en seco. Estaba hasta la madre de su insistencia. -¿Dejarás de hacer preguntas?- Se volteó, haciendo que ella frenara también.

El frenón hizo que la pelirroja se alejara de repente, por más agradables que fueran Sartén y Alby, aún no confiaba del todo en los habitantes. Y no estaba equivocada. -Solo si respondes-. Intentó aparentar seguridad, pero el chico sintió su pequeño salto de recelo*, y terminó cediendo. Al final, ¿para qué estaba si no era para responder sus preguntas?

-A Ben lo picaron las criaturas que viven en el Laberinto, y no, no va a estar bien-. Dijo severo, aunque no quiso que sonara de esa forma; algo en la mirada de la que preguntó se entristeció.- ¿Podemos seguir con el recorrido?- Elizabeth asintió.

◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ • ◇ •

-Entonces, ¿te metiste en una de las cajas?- Él estaba impresionado, pero no lo demostró demasiado.- Eres la primera que lo hace-. 

-Al parecer aquí soy la primera en un par de cosas-. Habló refiriéndose a todo el tema de ser una niña. Y él lo entendió.

Newt soltó una risita, aunque ella no lo hubiese dicho de ese modo.- Perdona, recordé la cara de Minho cuando le dije que eras una chica, no podía creerlo-.

-¿El corredor?- Había descubierto que a su investigación le faltaban algunos de los roles y grupos en las que se dividían los habitantes, pero Newt había logrado presentarle a muchos de los Encargados. Y no la miraron completamente raro esa vez.

-Ese mismo-. Corrió el pelo que le colgaba de la frente, dejando ver un corte en su cabeza. El corte que ella había dejado en su cabeza. Y se lo quedó viendo, sin saber si el momento de disculparse ya había pasado, o si aún quedaba tiempo para pedir disculpas.- Si, su cara de garlopo se quedó grabada en mi mente-. Caminaban lejos de las personas.

Elizabeth quitó la vista de su frente, y miró el piso que pisaba con una expresión extraña cuando él pronunció esa palabra: "garlopo"- Mmmh-. Hizo un ruido con su boca cerrada, pensando en el significado.

-¿Qué? ¿Tienes más preguntas?- Entornó su cabeza el rubio al oírla "decir" algo.

-No... -Recapacitó.- Algunas, pero ninguna que puedas responder-.

-Pregunta, y luego veremos-. La miró de reojo, y ella hizo lo mismo.- Vamos-. 

Elizabeth dudó, pero tenía que sacarse la duda.-¿Aún tienen esperanzas? De salir...- Esa no era para nada la reacción que esperaba. Lo dejó atónito, y por primera vez, escuchó una pregunta que no se parecía a ninguna de las que le habían hecho antes los novatos. "¿Qué hay en el Laberinto?" "¿Qué es C.R.U.E.L?" "¿Dónde está el baño?" todas las respondía con automaticidad y fluidez, más allá de si sabía o no realmente la respuesta. Pero esta, esta era diferente. Ella no estaba haciéndole un cuestionario de "Ya intentaron..." o "Y si...", simplemente quería saber si todavía creía posible escaparse. No imponía soluciones que ya habían costado una vida.

El rubio comenzó a bajar la velocidad, examinando detenidamente lo que diría a continuación.- Yo sí...- Dijo finalmente.- Creo que hay alguien que está esperándome, afuera-. Confesó, rogando porque la otra no hiciera mención al comentario del sueño que Sartén había hecho. 

Yendo en contra de lo que él pensaba, la pelirroja se quedó callada. Lado a lado se dirigían a uno de los muros, aunque ella no supiera para qué. 

El silencio estaba comenzando a volverse incómodo, él tenía que decir algo.- ¿No vas a preguntar por qué no trepamos? ¿O por qué no usamos las caja?- 

-Sé que no funcionó-. Dijo cabizbaja, con un tono desanimado.- Vi las tumbas... en el bosque...- Explicó, trayéndole al chico horribles recuerdos.- George: "Recordatorio de que no se pueden trepar los muros", Frank: "Recordatorio de que la caja no es la salida", Sebastián: "Recordatorio de que--

-"Recordatorio de que no se puede pasar una noche en el Laberinto"-. Terminó él, y la angustia le llenó los pulmones. Estuvo presente en cada uno de los intentos de escape, y estuvo presente en cada uno de los sepulcros también. Ahora seguía Ben, solo que él ni siquiera tendría un lugar entre esas tumbas.- Fueron días oscuros, hasta que encontramos el orden-. Se hizo a un lado, para que la muchacha tuviera una vista completa de la pared, y cada una de sus inscripciones. 

Elizabeth leía en su mente << Minho, Zart, Winston, Newt, Sartén... Gally...>>

Mientras ella quedaba fascinada por la cantidad de personas que habían tallado esa pared, el co-líder buscaba un cuchillo apropiado entre las herramientas de su cinturón- Te toca-. Una vez que ella ya tenía el instrumento en mano, se alejó.

La pelirroja se volteó hacia los nombres, ¿dónde iba a poner el suyo? Una vez que comenzara, ya no habría vuelta atrás, quedaría ahí para siempre. Le costó decidir, pero finalmente encontró un espacio justo debajo del de Winston. Lo importante no era que estaría en el centro, no prestó atención a eso, sino que luego de que dejara ahí su marca, formaría parte de algo.- Aquí-. Dijo para sí misma señalando el vacío que pronto ocuparía, olvidando que Newt estaba también ahí.

-Hazlo entonces-. Su nombre era largo, pero con esfuerzo logró tallar las primeras letras. Luego las otras tres, y las dos que quedaban con algo más de tiempo y un descanso. Cuando terminó se hizo unos pasos hacia atrás, para contemplar su trabajo. Tenía una sonrisa.- ¿Ya?- Preguntó, sin darse cuenta de lo metida en su logro que ella estaba.

-Ya-. Le entregó el cuchillo, sin quitar la mirada de la pared.

¿A Caso Te Conozco? [Newt]Where stories live. Discover now