Capítulo XII: Una Mera Coincidencia

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Todos los encargados que formaban parte de la reunión quedaron extasiados ante la presencia de la ladrona. Mientas ella se acercaba al centro, la seguían con la mirada. Algunos se centraban en su cabello rojizo, otros en su cuerpo, haciendo que se incomodara; pero el estar dentro del suéter (que no había tenido oportunidad de quitarse), la reconfortaba. Con las manos en los bolsillos, llegó ante Alby, quien alzó la vista hacia sus ojos verdes, reflejando algo de pena por ella. 

Elizabeth no pudo soportar esa mirada, así que miró hacia un lado, y se encontró con el chico que había arruinado su oportunidad de quedarse tranquila, en el bosque. Apenas había logrado verlo antes de cerrar los ojos, pero lo recordaba. Alex, así lo había llamado el de cabello color miel, Ben, mientras lo regañaba. 

Por una vez se tragó el orgullo, y se limitó a mirarlo con bronca. La pelirroja acomodó su postura y se volteó hacia el moreno que se encontraba delante suyo.- Quiero ser parte-. Dijo, quebrando el silencio. Las seis o siete personas que estaban esparcidas por la habitación comenzaron a murmurar. Newt miraba de reojo a Alby, quien, con una ceja alzada, penetraba el alma de Minho con la vista.

-Minho, ¡Para qué diablos la trajiste!- Avergonzado, Zart se quejaba, ya que odiaba la idea de que ella lo hubiera oído.

-Ella me lo pidió-. Dijo cruzándose de brazos. 

Alex rió falsamente, y continuó con sus comentarios que NADIE quería oír.- ¿Le haremos caso a una niña ahora?- Era gracioso, ya que hace unos días ese muchacho no hubiese dicho nada en contra de Minho o cualquier otra persona. Era diferente, desafiante, y eso era un peligro.- ¿Qué, llega y vamos a alabarla? ¿Y todo solo por ser mujer?-

-No, aquí el asunto a discutir es si me matarán solo por no ser hombre-. Dijo ella levantando la voz entre los murmullos.

-Podríamos hacer eso si queremos, así que te recomiendo que me tengas más respeto-. Frunció el ceño el castaño, cómo si tuviera el poder para decidir si ella vivía o no.

-Tú no decides eso-. Lo cortó Alby.- Déjenos solos-. Ordenó mientras se sentaba en la mesa que tenía detrás. Todos comenzaron a salir de la sala, pero el rubio que reposaba en el poste parecía no querer moverse. Aún sostenía el paño sobre su frente sangrante. Elizabeth comenzó a jugar con la manga del abrigo, sin idea alguna de lo que el chico fuera a hacer.- Tú también Newt-. Dijo el líder cuando el cuarto estaba casi vacío. 

-¿Yo?- Se señaló, a lo que Alby respondió con un asentimiento de cabeza. Po su lado, ella apenas levantaba la mirada de su jugueteo.- Pero--

-Tranquilo, estamos bien-. Habló calmado y con una sonrisa. Newt salió cojeando, y entonces fue cuando ella se volteó a verlo. Solo llegó a captar su nuca, pero su caminar fue lo que la dejó con intriga.- Me dicen que te llamas Elizabeth...- Comenzó la conversación.- ¿Me equivoco?-

-No, no te equivocas-. Respondió de manera corta.- Tú eres Alby, el líder ¿No es cierto?-. 

-Así es, por eso pediste hablar conmigo-. Ella asintió ante la afirmación.- Y aunque Minho no debería de haberte sacado del pozo, creo que estuvo bien que lo hiciera-. Por un momento, los ojos de ella brillaron, con esperanza.- No vamos a matarte, no es...- Buscaba una palabra, moviendo las manos en el aire.

-Justo-. Terminó ella, dándole la exacta combinación de letras que necesitaba.

-Exacto-. Sonrió, dándole confianza por unos segundos. Luego se bajó de un salto de la mesa, y ella, una vez más, retrocedió asustada. Era un reflejo, una memoria.- Whoa, tranquila... No voy a hacerte daño, nadie lo hará, lo prometo-.

Entre dientes, Elizabeth decidió hablar.- La última vez que me dijeron eso terminé en el suelo, con este-- Au...- Se tocó la cabeza.- Con este golpe...- El lazo que sostenía su cabello se había caído, no sabía exactamente dónde, pero ya no estaba. 

Sus cabellos rebeldes impedían que Alby divisara la sangre, pero al ver la reacción que tuvo cuando tocó su nuca, él instantáneamente se acercó a ver.- ¿Me dejas ver?- Le dijo, extendiendo el brazo hacia ella. Elizabeth dudó. Pero Alby tenía esa energía, esa cosa especial que hacía que todos encontraran un hogar en él, un sentimiento de familia. Ese mismo sentimiento fue lo que llevó a la muchacha a dejar que la examinara.- Uhh, si se ve feo-. Dijo mientras ella alzaba su pelo, dejando ver la parte trasera de su cuello.- Ven, Jeff y Clint sabrán qué hacer mejor que yo-. 

-¿Los sanadores?- Dijo confundida, haciendo memoria de la conversación que había escuchado entre ellos.

Alby soltó una risita, saliendo de la cabaña.- Nosotros les decimos docs, pero sí, sanadores...- Abrió la puerta y acto seguido ella lo acompañó afuera. 

Cuando salieron, todos los miraban desde sus respectivas labores. Ninguno se había quedado esperando tras la puerta ya que Gally los había mandado a trabajar, pero lo hubiesen hecho de no ser por eso. Ella analizaba el espacio desde una perspectiva que no era el límite del bosque, y no se veía tan mal. 

Los pasos de Alby eran largos; gracias a su altura y la longitud de sus piernas lograba cruzar el Claro con facilidad. Eso tenía de diferente con Elizabeth, quien por cada zancada que el moreno daba, debía dar tres pasos rápidos. No era exactamente baja, pero sí era superada en altura por la mayoría. Eso la hacía más ágil, pero no evitaba que se cansara más rápido. 

-Después de ti-. Abrió la puerta dejándola pasar.

◇ ○ ◇ ○ ◇ ○ ◇ ○ ◇ ○ ◇ ○

-¿Tú qué crees que haya decidido Alby?- Preguntó Minho, quien temporalmente ayudaba a Newt el los jardines.

El rubio exhaló.- No sé, pero de seguro no va a matarla. Él no es así-.

-Ojalá que no, sería una pena-. El encargado de los jardineros asomó la cabeza entre las cosechas.

El pelinegro puso su mano en su frente pálida y lo empujó hacia atrás, haciendo la conversación privada nuevamente.- Cómo decía,- Habló irritado.- si no va a matarla ¿Qué hará con ella?-

-Lo mismo que hace con todos supongo, asignarle una tarea-. Divagaba, sin estar realmente interesado en la conversación. Estaba en su mundo, pensando en otra cosa.

Y Minho lo notó.- Claro, y luego los penitentes vendrán a bailar tango con nosotros y Alex y Gally van a llevarse bien-. Habló sin cambiar el tono, esperando una respuesta de confusión.

-Ahá...- Cortaba las hojas secas con un cuchillo, sin darle importancia a la descabellada oración que el otro había dicho.- Esper-- ¿Qué?- Se volteó a Minho.

-Y.. volviste al Área-. Notificó a su amigo que su concentración estaba de vuelta, aunque ya lo supiera.- ¿En qué piensa esa cabeza rubia tuya? ¿Te das cuenta de que hay una chica aquí cierto?- 

-Si Minho, créeme,- Señaló su frente envuelta en gaza.- Lo recuerdo...- Sonrió.

-¿Y entonces qué te tiene tan preocupado?- Siguió trabajando.

-Es... complicado. Esta chica, Elizabeth, es pelirroja y-- No sé, es una estupidez-. Se interrumpió a sí mismo, sin dejar que sus tontos pensamientos salieran a la luz.

Minho suspiró.- Es sobre el sueño ¿Verdad?- Dijo, causando que Newt frenara en seco de hacer lo que hacía. 

El rubio corrió su cabeza entre las plantas, dejando ver la cara de su amigo.- ¿Cómo sabes lo del sueño?- 

-Shuck...- Murmuró, recordando que no se suponía que le contara que sabía. Otra vez, haciendo lo que no debía por equivocación... y lo peor, le pasaría MÁS veces. Porque hablaba y hablaba y hablaba y en algún momento, algo se le saldría.- Alby me dijo que tuviera un ojo en ti, en que no... hicieras nada loco-. Confesó y el otro rodó los ojos.

-¡Estoy bien!- Refunfuñó.- Es solo una mera coincidencia ¿Okey?-. Tomaba el canasto para moverse, ya que había terminado de exterminar las hojas marchitas en ese lugar.- Que la chica de mi sueño fuera pelirroja, no significa que tenga ALGO que ver con ella. ¡Ni siquiera eran la misma persona!- Le hacía saber.

-¿Y qué con el hecho de que te decía "encuéntrala Newt, encu-éntrala"? A mí se me hace algo más que una coincidencia-. Su voz salía de entre las altas plantas.- Solo digo amigo-. Aunque no lo admitiera, eso lo dejó pensando, otra vez.


¿A Caso Te Conozco? [Newt]Where stories live. Discover now