45

5.5K 685 264
                                    

Mi padre estaba en prisión.

La denuncia de mi madre había logrado que lo metieran a la cárcel y comenzaran una investigación descubriendo que mi padre hacía ciertos negocios sucios de lavado de dinero con su empresa. El apellido Kang en ese momento estaba en todas las noticias y periódicos nacionales.

No me sentía sorprendida por este hecho... sospechaba de ese tipo de negocios. En fin... tantas apariencias para terminar en boca de todos.

Yo estaba satisfecha, sin embargo. Estaba bien con el hecho de que mi madre hizo lo correcto por primera vez y estaba dispuesta a reconocer sus errores.

Sabía que me mudaría después de graduarme, pero estaba empezando a aceptarlo más. Dijo que iba a comenzar la terapia y, lo que más me sorprendió de todo; me iba a ayudar a pagar mi vivienda en Los Ángeles.

Las cosas realmente han cambiado un poco en casa.

Lástima que las circunstancias no fueran diferentes...

Habían pasado dos semanas desde que Jungkook y yo rompimos, y ese fin de semana sería la graduación. Estuve en la casa de Iseul ayudándola con su discurso de graduación, ella estaba hecha un manojo de nervios.

Iseul me ayudó mucho después de la ruptura. Ella trajo dulces y películas todos los días. E incluso cuando dije que no podía ver ninguna película porque me recordaba a Jeon, no a acción ni sangre, Iseul entendió. Así que solo comíamos comida chatarra y ella me consolaba cuando comenzaba a llorar de la nada.

—Uf, no puedo hacer esto — resopló, tirando sus notas sobre la cama.

—Oye, cálmate, por supuesto que puedes hacerlo — le dije, yendo a sentarme a su lado —Eres la mejor persona para dar el discurso de graduación.

Ella suspiró, acostándose en la cama. Me acosté a su lado y comencé a mirar su techo. Nunca me di cuenta de que tenía pequeñas estrellas brillantes allí. Sonreí un poco ante eso. Me recordó el día que me acosté en la calle con Jungkook y miré las estrellas.

—Oye, ¿estás bien? — escuché la voz de Iseul y me di cuenta que una lágrima había salido de mi ojo.

Me limpié rápidamente, asintiendo con la cabeza.

—Sí, estoy genial — mentí. —Yo sólo estoy nostálgica.

Era como si hubiera un agujero en los lugares que él solía llenar. Y sin él, me sentía un poco perdida.

—Es normal extrañar — comentó, sentándose y tomando mi mano. —Pero debes saber que la vida continúa incluso sin él.

Fruncí el ceño, un poco confundida. —Sé que la vida continúa — argumenté —Estoy viviendo mi vida.

—No, Haneul, estás viviendo en automático porque no puedes arreglártelas sin Jungkook — respondió al instante, como si eso fuera tan obvio que estaba en la punta de su lengua. —Ni siquiera recuerdo la última vez que te vi brillar como antes.

—Es que no me siento bien — admití, parpadeando un par de veces y mirando al techo para enfocar mi visión. —No puedo sentirme bien porque todo me recuerda a él.

—Lo sé — dijo, y por alguna razón sentí verdad en sus palabras. Ella realmente lo sabía. —Pero la vida tendrá que continuar en algún momento. ¿No crees?

No dije nada, solo seguí mirando al techo. Me sentía un poco humillada por llorar tanto frente a ella.

—Vas a tener dolor por mucho tiempo, Han, y eso es normal — continuó, apretando mi mano. —Rompiste con alguien a quien amabas mucho. Y que lo amabas tanto, porque lo vi en tus ojos. Lo veo, en realidad, por qué todavía lo amas.

polos opuestos » jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora