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02

Me desperté escuchando voces peleando. No podía abrir los ojos, me dolía mucho la cabeza.

Traté de escuchar el leve ruido que atacaba mi cordura.

—¿Eso es lo que hiciste? ¿Criar a tu hija como una niña modelo? — era la voz de mi padre, hablándole a mi madre.

Abrí los ojos en estado de shock. Traté de enderezarme para escuchar mejor. Estaban fuera de la habitación.

—No es mi culpa — respondió mi madre —¡No la crié para que actuara como una puta barata!

No podía creer lo que estaba escuchando. Cuando mi corazón se hundió y escuché pasos acercándose a mi habitación sentí miedo durante los siguientes segundos.

La puerta se abrió brutalmente y mis padres entraron sin molestarse en llamar. Vi los rostros fruncidos y decepcionados, recordando la noche anterior. Después de mi pequeño espectáculo en la fiesta, todo estaba blanco.

—Espero que estés feliz, Haneul — escupió mi madre.

Abrí más mis ojos, sintiendo que me dolía toda la cabeza por ese gesto.

—¿Por qué estaría feliz? — murmuré.

—Porque te has puesto en ridículo — dijo mi padre, visiblemente molesto. —Jaebeom nos llamó y nos contó lo que pasó.

Traté de procesar lo que dijeron. Jaebeom, quien rompió conmigo. ¿Por qué me culpaban a mí?

—¿Entonces les chismeó todo el drama que supuestamente hice, no? — dejé escapar una risa cínica.

Mi papá no lo pensó dos veces antes de acercarse a mí y abofetearme. Mi piel la sentí arder cuando volví la cara hacia un lado y puse una mano en mi mejilla. Lo miré con incredulidad.

Traté de gritar, preguntarle qué diablos le pasaba, pero mi voz no salió. Yo estaba temblando.

—¿Sabes lo humillante que es descubrir que tu hija se emborrachó en una fiesta y empezó a quitarse la ropa delante de extraños?

Su voz reflejaba cada disgusto que sentía.

—Papá... — traté de hablar, pero me interrumpió.

—Y además descubrir que ha arruinado las posibilidades de una relación prometedora con un chico increíble.

Esa última frase ni siquiera se sintió real, nuevamente abrí la boca y no encontré las palabras. ¿Estaba delirando o realmente estaban del lado de Jaebeom?

—¿Están bromeando, ¿verdad? — susurré, totalmente incrédula.

Quería decirles que el mismo Jaebeom del que hablaban, me iba a poner en riesgo conduciendo borracho a la fiesta, me había llamado perra y que solo se preocupaba por su estado, pero sentía que nada de lo que yo dijera los haría cambiar de opinión. Estaban convencidos de que era yo la que había metido la pata.

Quizás era cierto.

—Estamos muy decepcionados de ti, Haneul — la voz de mi madre era un susurro de apelación —Realmente no puedo creer como te comportas.

Iba a hablar, pero preferí dejarlo así. Era ridículo discutir cuando no tenías mucha moral... Después de todo, había hecho exactamente lo que dijeron.

—Creo que será mejor que reconsideres tus acciones y te disculpes con Jaebeom — dijo mi padre —No permitiré que hagas esto con nuestra familia. Los Lim son nuestros amigos.

Mis padres dejaron mi habitación y mi padre por último agregó que me castigarían. Me recosté en la cama, suspirando.

Me sentí tan humillada y yo misma había sido el motivo de la humillación...