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15

Jungkook

Me desperté al día siguiente con una puta resaca.

No recordaba mucho de la noche anterior, principalmente porque no estaba acostumbrado a beber tanto. Nunca me gustó beber hasta este punto y ciertamente yo no era así normalmente. Pero... la ocasión hace al ladrón.

Realmente necesitaba beber y me sentí ridículo por encontrar una manera tan infantil de deshacer todo lo que había sucedido ayer. Solo quería y necesitaba olvidar cuánto peleé con mi padre ayer. Sí, peleaba con él casi todos los días. Pero esta vez fue diferente.

Yo tampoco quería recordar eso. Era increíble que mi padre me hacía odiar mi propia sangre.

Traté de recordar lo que había sucedido la noche anterior y solo me reí entre dientes al recordar la vergüenza por la que había pasado en ese bar... Maldita sea ¿Qué me pasaba por la cabeza al mandar a colocar esa canción y bailarla con Haneul? No me importaba, la verdad. Pero tengo que admitir que fue una experiencia diferente.

Ahora que lo pienso, todo parecía ser una experiencia diferente para mí en esta relación falsa.

Nunca esperé que realmente disfrutaría el tiempo con una chica como Kang Haneul, pero todo era muy divertido. Me gustaba mucho hacerla molestar. Por supuesto, era muy mandona y siempre hablaba de zapatos, y carteras, por el amor de Dios, pero siempre encontraba la jodida manera de sorprenderme.

Como aquella noche...

Bueno, esa fue una experiencia bastante... única, por así decirlo. Nunca hablamos de eso, ni si quiera lo mencionamos. Pero obviamente ella debe haberse dado cuenta cuando la dejé en la puerta de su casa que yo quería repetir nuestro error de aquella noche... Sí, fue un error. Y lo sabía. Nuestro beso fue... maldita sea, de solo recordarlo me siento empalmado de nuevo. Fue morboso, húmedo, y delicioso.

Igual también el alcohol de esa noche era el responsable de todo el calentón. Si hubiéramos estado sobrios no hubiera pasado, ¿no? Éramos muy diferentes. Sí, exactamente. Kang Haneul y yo éramos muy opuestos.

Hice el mayor esfuerzo del mundo para levantarme de la cama y bajar a la cocina. No escuché ningún grito en la planta baja y eso solo podía significar dos cosas: o mi papá todavía estaba dormido o, no estaba en casa. Cualquiera de las dos opciones solo podría ser lucrativa para mí.

Me sorprendí un poco cuando vi a mi madre haciendo café y el desayuno. Ella casi nunca cocinaba nada para los dos, ya que salía muy temprano a su trabajo y no le daba tiempo. Su trabajo quedaba lejos. Jiyoon y yo teníamos que arreglárnoslas para hacer cualquier cosa antes de irnos a clases.

—Buenos días — murmuré. —¿Jiyoon ya se despertó?

—Hola cielo, aún no — respondió ella sonriendo.

—Hablando de Jiyoon — dijo, tomando una taza de café —Dijo que estás saliendo de nuevo, con una chica muy linda. ¿Me puedes contar?

Rodé mis ojos, haciendo espacio para tomar una taza de café. Jiyoon cotilla.
No tenía por qué aguantar eso temprano en la mañana, con resaca y sin café en mi sistema.

—Suenas como si no hubiera salido con nadie nunca y fuera un adolescente — le contesté.

Mi mamá entrecerró la mirada y me señaló.

—Ya no eres un adolescente, eso es cierto — respondió. —Eres responsable de lo que haces.

Levanté mis manos, tratando de ignorar esa conversación.

—¿Hoy te toca trabajar?

—Sí, tengo que hacerlo.

Ella sonrió melancólicamente y asintió. —Está bien. Pero sabes que tu padre y yo trabajamos duro para darles comida a los dos y que no falte nada.