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06

Me acerqué a la mesa de los amigos de Jeon y simplemente tomé la cerveza que me habían ofrecido anteriormente. No dejaría que se burlaran de mí.

—Eso es mío — dijo Hye-ji con expresión indiferente.

—Ups, disculpa — me disculpé falsamente —Me la habían ofrecido antes —le dije con una sonrisa —Y como no soy una mojigata, decidí aceptar.

Hye-ji entrecerró la mirada hacia mí, dándome la idea de que sabía de lo que estaba hablando. Tomé un trago lo suficientemente grande como para terminar la botella y luego sonreí, viendo a Yoongi, Namjoon y Jungkook boquiabiertos. Probablemente todavía no habían entendido que había sucedido.

—Pensé que habías dicho que estabas tratando de no beber — dijo riendo Yoongi.

Realmente estaba de humor para tirarle la botella a la cabeza, pero podrían arrestarme por ello.

—Mmm sí, pero... la carne es débil — dije, limpiándome un lado de la boca mientras perforaba con mi mirada fulminante a Jungkook, que me miraba como si fuera un extraterrestre. —¿Es esto lo más fuerte que beben a caso?

Le pregunté con el mismo desdén con que hablaban de mí y miré a Namjoon mientras señalaba la barra.

—Tienes más cosas ahí — dijo, un poco sorprendido por mi repentino cambio de humor.

Bueno, yo también estaría asustada si fuera él.

Pasé junto a ellos hacia el bar, todavía hirviendo de rabia. Le pregunté al camarero por la bebida más fuerte que tenía y me respondió diciendo que si quería hielo tenía que comprarlo. Me encogí de hombros y tomé el vaso que me entregó.

El sorbo que tomé fue suficiente para quemarme toda la garganta y hacer que me arrepintiera un poco de mi decisión. Pero olvidé ese arrepentimiento cuando vi a Jungkook detenerse a mi lado, apoyado contra el mostrador y enfrentándome.

—¿Qué animal te mordió en el baño? — preguntó mirándome sin comprender —Estás actuando raro.

Le di la sonrisa más falsa que pude poner y tomé otro sorbo antes de decir:

—Uhm, no lo sé... tal vez sea porque vengo de un convento.

Sus ojos se abrieron y se sintió un poco avergonzado. Sonreí ante su reacción.

—Oh, los escuchaste...

—Sí, Jeon — dije su apellido como si fuera una maldición —Y también te escuché a ti.

Jungkook se rió entre dientes y me miró divertido.

—Sabes que no somos novios de verdad, ¿no?

Eso me tomó por sorpresa.

—¿Qué tiene que ver eso? — exclamé.

—No te debo explicaciones por las cosas que digo, cariño — respondió, acercándose y pasando un dedo por la comisura de mi boca.

Vi mientras limpiaba un poco del alcohol que estaba allí y me reí. Arrugué mi rostro y agarré su muñeca con fuerza quitándola de mi rostro. Dejó de reír y me miró confundido.

—Pero si crees que te dejaré ofenderme gratis solo por nuestro acuerdo, estás muy equivocado — le dije. Jungkook se soltó y frunció el ceño —Y nunca más me llames cariño.

Dije esas palabras con tanta fuerza en mi voz que dudé que él no entendiera el mensaje. Seguí mirándolo con desdén mientras terminaba de beber mi vaso y me alejaba de él, dirigiéndome hacia la multitud cerca del escenario.