Our beloved home 【Taekook】

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- ¡Jungkookie!- el grito de Taehyung sacó a los presentes del silencio aciago que había causado Jimin al contra su triste pasado.

- ¡Estoy aquí!- el omega le dio la mano acudiendo a su llamado.

- ¡Los alfas fuera!- Seokjin apartó la sábana midiendo la dilatación- Levántenlo.

- ¿¡Qué!?- los betas, quienes habían asistido a varios partos por la naturaleza de su estatus, se giraron incrédulos. Mas obedeciendo a la orden.

- Jungkook, ayúdales. ¡No le dejes caer!

- ¿Y el cachorro?- los gritos del parto resonaron en las paredes, el rubio se mantenía por los tres pares de brazos sosteniéndole, toda su fuerza tratando de dar a nacer a su primogénito- ¡Seokjin-hyung!

- Yo me encargaré- acercó una mesita de utensilios previamente hervidos, unas tijeras plateadas brillando por la luz de la luna- Cariño, lo estás haciendo perfecto, continúa de esta forma y todo saldrá bien.

- No es el momento adecuado pero- apretó los dientes del dolor- Quiero pedir la mano de su hijo y recibir su bendición, y- tomó una bocanada- Siento lo que le ocurrió en el pasado, oh, y, ¿puedo ponerle el apellido Jeon? Yo realmente- batió sus largas y mojadas pestañas- ¡Realmente amo a su hijo!

- ¡Sí, sí, lo que sea!- un llanto, los presentes se paralizaron- Les presento, a la nueva señorita Jeon del casal- Taehyung sonrió entre lágrimas, sintiendo que regresaba a la calidez del agua.

- Mi amor, mira- Jungkook le besó los cabellos sudados- Tu cachorro- la depositó en su pecho una vez el partero se aseguró de que estuviera sana, encargándose del cordón umbilical en pocos minutos- Una bebita- no había rastro de los alfas nobles en ella, solo una pequeña criatura de cabello rubio- Posee tus labios, y tu nariz, y- la voz se le rompió- Es preciosa, como tú.

- Y es nuestra- le besó riendo de alegría, acariciando la piel enrojecida del recién llegado- Nuestra hija, por fin está aquí.

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- ¿Y bien?- el omega fantasma salió del dormitorio principal, siendo recibido por los sirvientes.

- Una niña en perfectas condiciones, acompañada de un padre en un estado óptimo que deberá reposar unos días por seguridad- Jimin abrazó a su marido aliviado. Tras el parto, Seokjin les había pedido que se retiraran para dejar en intimidad a la pareja y así no abrumarla, apenas permitiendo a los betas echarle un vistazo a la recién nacida- ...Queda a tu cargo- Hoseok hizo una profunda reverencia- A partir de ahora, la señorita Jeon dormirá en la habitación contigua por conveniencia.

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- Cariño, necesitas dormir- el aristócrata no apartó la nariz del cuello de su bebé, quien estaba envuelto como un tamalito en una mantita hecha a mano por el omega mayor- ¿No estás agotado? Vamos- el pelinegro le fue meciendo en sus brazos- Hay que descansar.

- Sus mejillas son esponjosas- las pinchó haciendo un puchero- Dos panecillos recién salidos del horno.

- Sí, mi vida- Jungkook les envolvió en las finas sábanas, propias de una noche de junio.

Sus corazones se sentían ligeros, las preocupaciones por el futuro incierto quedaron a un lado, Taehyung había creado vida y le había dado el privilegio a su amado de compartir lo que ahora era su mundo. Solo cabían sueños, ilusiones y esperanzas en ese dormitorio. El camino adelante no se veía oscuro, únicamente una primavera en el horizonte.

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- Papi- Namjoon abrió los ojos asustado.

- Eso es, Nami, Nami-hyung - rió nervioso frente al mensajero- Niños, ¿qué se le va a hacer?

- El señor Jeon enfurecerá si le escucha- le siguió la broma el beta- Tenga un buen día- cerró la puerta manteniendo la sonrisa falsa- ¡Kookie! ¡Ya conoces las normas!

- ¡Eres mi papi!- el cachorro hizo una rabieta- ¡Mi papi!

- ¿Y cómo se dice cuando hay esos sólidos delante?- Yoongi le alzó en brazos, sentándolo en su hombro- ¿Cómo se decía Kookie?

- ...Hyung.

- ¡Exacto!- Seokjin le llenó la cara de besos- ¡Mi hijo es un genio!- el omega, todavía no presentado, soltó carcajadas de las cosquillas que le provocaba ese efusivo gesto.

- ¡Papi para! ¡Para!- le bajó riendo, no tardando el menor en salir corriendo hacia el patio trasero- ¡Gureum!- el San Bernardo le tiró al suelo pese a ser otro cachorro.

- ¿Hice mal en acoger a ese perrito?- el abad hizo una mueca de dolor por lo bruto que era el peludo animal.

- Kookie es muy salvaje, le vendrá bien un contrincante de su nivel- el único mortal del casal se recuperó del golpe y continuó jugando en la hierba inafectado- Quizás un gatito equivaldría la balanza, uno negro, que su energía le proteja de las desgracias.

- Buena idea- el alfa menor fue a por él- ¡Jungkook ven! ¡Es hora de comer!

- ¡No tengo hambre!- miraron el reloj cerciorándose de que fuera la hora correcta, pues eran incapaces de sentir el apetito.

- ¡Nada de escusas!- el joven pocas veces daba problemas por la comida, sin embargo, hoy tocaba puré de verduras, algo que detestaba.

- ¡No es justo!- lloriqueó alertando al can, quien le lamió las lágrimas- ¡Los papis no comen, ¿por qué yo sí?! ¡Quiero ser un fantasma! ¡Quiero hacerme invisible! ¡Quiero flotar!- mientras lo niños deseaban ser vaqueros o nativos americanos, al señorito Jeon deseaba ser un espíritu, y estuvo rogando por eso durante una buena parte de su infancia.

- Te perdonaré el puré si aprendes mis remedios- negoció Seokjin.

- ¡No! ¡Huelen mal!- mientras los otros niños sentían una gran fascinación hacia la magia y los cuentos de brujas, el señorito Jeon odiaba que su papi apestara la cocina para hacer sus medicinas. Lo peor era que le obligaba a beberse unas bebidas amargas y vomitivas por una enfermedad que ni entendía.

En su mundo de inocencia, él era un desgraciado.

- No hay forma de convencerle, será monje, como su padre- Yoongi se cruzó de brazos orgulloso.

- Por encima de mi cadáver dejas a este monstruito en un convento- Namjoon le aupó, el pequeño les mostró sus enormes e inofensivos ojos de canica- ¿No lo ves? Un ser del demonio- colocó sus manitas en garras.

- Rawr.

- Oh, ¡qué miedo!- los fantasmas fingieron desmayarse.

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