Our beloved home 【Taekook】

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- ¡Jimin!- dos bolas de nieve aterrizaron en su cara.

- ¡Taehyung te voy a-!- calló al ver que Jungkook había sido uno de los atacantes- Ja, ja, que broma tan graciosa, señor Jeon.

El girasol era un angelito, no se molestaba si le hablaba de forma soez o le trataba con confianza, sin embargo, el amo de la casa le intimidaba de sobremanera. El pelinegro, aunque supiera que sus palabras no tenían la intención de herir, le daba una mirada de muerte cada vez que conversaba con el omega rubio.

Los omegas salieron al jardín trasero, un vergel cubierto por un grueso manto blanco.

- ¿No debería estar ocupado en el piano?- le cuestionó el pintor, no quitando la vista de su amigo, al que había envuelto en capas y capas de pieles para asegurarse de que no pasara el más ínfimo frío. Taehyung hundió las manos enguantadas en la blancura, jugando a darles forma y lanzarlas a la lejanía. Gureum encantado por aquel truco de magia que le ofrecía pelotas infinitas a las que perseguir.

- Verá, es un problema sumamente delicado del interior. Clavijas, cuerdas, supongo que usted entiende- mintió descaradamente- Se trata de una ardua tarea que requiere paciencia y minuciosidad, exponerme a la frialdad hace que mi cabeza no pierda la cordura.

- Mi hyung está al llegar- le recordó presionándole implícitamente.

- Kookie déjale, estuvo horas y horas examinando fijamente el instrumento esta mañana. Por la forma en la que sudaba, definitivamente debe de tratarse de un asunto complicado- Jimin asintió dándole la razón.

- Como sea- le ofreció el codo al rubio y éste entrelazó sus brazos- Regresemos- Taehyung le había hablado de una costumbre de los países del norte, en la que, antes de entrar a una sauna caliente, se sumergían en un río de agua helada. Por supuesto que no le permitiría hacer esa locura embarazado, no obstante, probaron a dar un paseo por el frígido exterior y después bañarse.

- El baño está listo- les avisó Seokjin al encontrarse con ellos en las escaleras- ¿Seguro no quieren tomar dos turnos? No me es molestia calentar más agua.

- No hace falta, gracias- el noble le sonrió educado, tirando de Jungkook en dirección a su dormitorio compartido, el único que contaba de aseo propio. El sirviente no pensó mucho en ello, cuando eran pequeños, se habían bañado juntos miles de veces. ¿Quizás trataban de recordar viejos tiempos?

- ¿Por qué tan apresurado?- se ayudaron mutuamente a desnudarse, lanzando las pesadas prendas a la cama y metiéndose en la tina. Soltaron un suspiro de gusto.

- ¿Se siente distinto, verdad?- le intentó convencer el rubio- Cuando haya dado a luz...

- ¿Te meterás en el arroyo?- estaban en puntas opuestas, sus piernas enredadas- Cuando llegue el momento lo discutiremos- le acarició el vientre que no paraba de crecer- Seokjin hyung dijo que te tenía una cosa preparada respecto al cachorro.

- Bajemos luego, entonces- el pelinegro le giró, haciendo que se apoyara en él.

- ¿No es más cómodo así?- Taehyung le besó la mandíbula concordando. Por imposible que pareciera, desde aquel beso inocente, silenciosamente, su relación se había profundizado dirigiéndose a límites inexplorados. No tenía nombre lo que hacían, mas eran conscientes de que su amistad se estaba tornando en algo nuevo, y les gustaba.

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- Por favor, elige una silla- bajo la luz de las velas de la lámpara de techo, los sirvientes, el especialista de pianos, el señor de la casa y el invitado, se reunieron. El embarazado se sentó en una al azar, con precaución pues no sabía lo que había en el trapo que habían colocado encima de la tapicería. Seokjin destapó el paño de la otra silla sacando un tenedor- Cariño, apunta una X.

> Namjoon escribió el signo en una pequeña pizarra, la misma que había utilizando Jungkook en su juventud para aprender pues el papel era de un valor elevado- Enhebra esta aguja- todavía sentado, hizo caso a las indicaciones- Toma el hilo por los dos extremos y acércatelo a la tripa- la aguja, como un péndulo, se balanceó en círculos- Otra X.

- ¿Es malo?- el ambiente severo comenzaba a impacientarle, observó a Jimin, quien albergaba ciertas nociones de supersticiones, pero él se encogió de hombros no pudiéndole ofrecer consuelo en su desconocimiento.

- Claro que no, cielo- le respondió relajado el sirviente- Es solo que todavía estoy un poco oxidado y debo concentrarme- Jeon se colocó detrás de él acariciándole el cabello, Taehyung sostuvo su mano buscando un soporte. El omega mayor se agachó frente a él, palpándole la curvatura del estómago por debajo del corset- X- agarró una pizca de sal de su bolsillo interior y se la echó en la frente- Di un nombre.

- ¿Sunhee?

- Todo indica que será una niña omega- su convicción sorprendió a los presentes- Cariño sal un segundo- Namjoon obedeció abandonando la sala.

- Me alegro de que sea una omega- le susurró emocionado al pelinegro- Podremos ponerle vestiditos y acicalarla como a una muñequita.

Jungkook asintió contagiándose de su felicidad, internamente inquieto por la idea. Al contrario de la creencia común, él no consideraba que concebir un omega fuera una desgracia, sin embargo, no se veía en el futuro capaz de hacer lo que hicieron sus hyungs por él.

¿Conseguiría introducirla a la sociedad dignamente? ¿Hacer un buen matrimonio? ¿Qué su alfa le fuera fiel y respetuoso? ¿Y si por criarse en el casal interiorizaba su propio rechazo a los alfas? ¿O se convertía en una florecilla ingenua igual que su padre? No permitiría que le hicieran lo mismo, tampoco deseaba condenarla a la soledad.

- ¿Cuándo tuviste tu última menstruación?- Seokjin agarró la silla olvidada y se sentó cara a la pareja.

- Mi ciclo es aun irregular, fue por eso que no pude calcular el tiempo exacto- le respondió ahora en la intimidad.

- Mi instinto me asegura que debe tener entre tres y cuatro meses, ¿encaja con algún encuentro pasado?- Jimin escuchó el intercambio atento, perplejo por la sabiduría de ese mayordomo.

- Lo hace- Jungkook no parecía asombrado, su hyung llevaba curándole a través de su erudición desde que le acogió.

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