❛ QUEEN BEE ❜ ❝el síndrome de la abeja reina nunca cobró tanta vida y tuvo tanto sentido hasta que él la conoció a ella.❞
Kim TaeHyung es el Capitán de
la Unidad de Inteligencia del De-
partamento de Policía de Seoul y
a quien se le asigna el...
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queen bee capítulo treinta
—¿ME PUEDES DECIR POR QUÉ DIABLOS ESTÁS SALIENDO CON UN POLICÍA?
HaNa miró a su padre molesta, deshaciéndose con brusquedad del agarre que su padre aseguró en brazo, acariciándolo con el ceño fruncido ante el dolor que el agarre de su padre dejó sobre su piel. La pelinegra se paró derecha y miró a su padre con una ceja alzada. Tan pronto como pudo, TaeHee dejó a su esposa hablando con el Capitán Kim y tomó a su hija y la arrastró lejos para poder hablar con ella.
¿Cómo se atrevía su hija a salir con un policía? ¿No sabía ella que podía poner en futuro el peligro de la empresa y los millones de wons que ganaría? Por supuesto, su hija no sabía nada de lo que él estaba metido.
—¿Qué diablo te pasa, padre? —HaNa escupió con enojo hacia su progenitor—. ¿Qué tiene que TaeHyung sea un policía? Ni que fuera un maldito sicario o algo, por Dios —ella fingió demencia, mirando molesta a su padre por haberla tratado de esa manera.
Años sin involucrarse en su vida, y, cuando lo hacía, ¿le reprochaba por estar saliendo con un policía? HaNa deseó que ninguno de sus padres hubieran decidido ir a su graduación, porque su buen ánimo y emoción estaba arruinado por completo.
—¡No lo entiendes, HaNa! ¡El hombre es un maldito Capitán de la Policía! ¡Te prohíbo que sigas revolcándote con ese hombre! —TaeHee gritó alterado, tomando a su hija de los hombros y sacudiéndola como si eso hiciera que ella entendiera todo.
HaNa quitó las manos de su padre de sus hombros de golpe, mirándolo con asco.
—¡Te recuerdo que tengo 23 años y soy mayor de edad! ¡Yo puedo hacer lo que se me dé la regalada gana con mi vida, padre! —ella también comenzó a alterarse en su lugar, enojándose cada vez más con su padre.
Siempre consideró que las personas que decían que podían hacer lo que quisieran, porque eran mayores de edad, eran ignorantes, pero tuvo que admitir que a veces la frase podía tener un buen significado si utilizaba con inteligencia.
—No me importa si tienes 30 o 50 años, HaNa; eres mi hija y haces lo que yo digo —TaeHee pronunció aquellas palabras de manera dura, alzando su barbilla con orgullo.
¿En qué momento su hija se había vuelto tan rebelde y reveladora? Ella siempre hizo lo que él le pedía sin rechistar, ¿desde cuándo se volvió en su contra? «Seguro fue el inepto del policía con el que andaba que le metió cosas en la cabeza», pensó él.
