❛ QUEEN BEE ❜ ❝el síndrome de la abeja reina nunca cobró tanta vida y tuvo tanto sentido hasta que él la conoció a ella.❞
Kim TaeHyung es el Capitán de
la Unidad de Inteligencia del De-
partamento de Policía de Seoul y
a quien se le asigna el...
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queen bee capítulo ocho
TAEHYUNG SE EQUIVOCÓ. Estar junto a HaNa fue lo peor, un dolor de cabeza. Se sentía como un muñeco, un títere que sólo estaba siendo llevado de un lado a otro sin importancia alguna por él. HaNa lo arrastraba por diferentes lugares de Seoul, a veces ni siquiera fijándose o dándole importancia al hecho de si él la seguía o no. Él ya no la soportaba y ni siquiera llevaba más de unas horas con ella. No quería ni imaginarse lo que sería toda una semana.
Pero, él no pudo esperar menos de HaNa. Ella simplemente se deshizo del chófer que la esperaba fuera de la escuela, se montó a su camioneta como si fuera la dueña y le pidió que la llevara a unos lugares que ella tenía que ir antes de llegar a casa.
Al parecer, ella se tomó muy en serio el hecho de que ahora él tenía que vigilarla. Y él se tomó muy en serio su rencor con HoSeok, porque nunca le iba a dejar pasar el hecho de que lo puso de guardaespaldas de una mocosa.
TaeHyung estacionó su camioneta a un lado de la acera, frente a una boutique de lujo que derrochaba precios caros en todas sus prendas de ropas disponibles. Soltó un suspiro cansado, apagando el motor y dejando sus manos sobre el volante por un momento antes de girarse a ver a HaNa en el asiento de copiloto.
—¿Y ahora qué quiere su majestad? —TaeHyung le sonrió con toda la falsedad a HaNa, su tono siendo un poco mordaz al final.
La pelinegra soltó una risa divertida en su asiento, mirando al hombre mayor a su lado como si fuera su juguete para su diversión personal.
—Sólo hemos ido a tres lugares contando este. Relájese, Capitán. —HaNa rodó los ojos ante la actitud del oficial—. Si quiere quejarse de algo, entonces, hágalo con sus jefes. Igual, si no hubiera sido usted, hubiera sido otro. —HaNa miró con burla a TaeHyung antes de abrir la puerta de su asiento y bajarse sin siquiera fijarse en si el mayor la seguía.
TaeHyung se aguantó sus propias quejas, desabrochando el cinturón de seguridad que tenía puesto, para luego tomar su arma y sacar las llaves del auto para bajarse de éste, siguiendo a la adolescente con resignación. Recordó los lentes oscuros que tenía guindados en el escote en V de su camisa, colocándose mientras seguía a la menor hacia el interior de la tienda de ropa.
Él notó en su mayoría que había ropa de gala, vestidos de todo tipo de cortes, estilos y colores, al igual que esmoquin y trajes de vestir. El pelinegro sólo puso los ojos en blanco, decidiendo tomar asiento en un sofá de dos plazas que había en una esquina, tomando una revista que había en la mesita del frente para distraerse durante todo el tiempo que HaNa se tomara comprando sus cosas.
