The True Originals-Klaus Mikaelson Y Tú

Capítulo 122:

Rina:

Estábamos terminando de desayunar en el salón de baile, en silencio porque claramente estábamos meta escuchar la tortura que Hope le estaba haciendo a ese chico Roman, hasta que apareció el tío Elijah, seguramente esa mujer le había informado de nuestra acción y con todo lo que pasaba nada me preocupaba más que el hecho de que Peter hacía rato estaba radio silence.

-¿Esta es tu nueva forma de ser padre? –cuestiono Elijah apareciendo con su traje impecable y sus manos en los bolsillos, con papá compartimos una mirada-. Permitir que tu hija torture sin piedad a ese chico.

-Ese chico no es inocente –conteste por mi padre-, ese chico mantuvo rehén a tu sobrina, mi hermana y a Hayley la mujer que amabas, casi mato a Hope y lo consiguió con Hayley.

-Sí mi hija decide acabar con su vida, entonces eso la convertirá en alguien que vence a sus enemigos –añadió papá apoyando mis palabras-, siguiendo los pasos de su padre y su tío.

-Se suponía que debían ser mejores que nosotros, Niklaus –nos criticó Elijah mirándonos, un problema más se sumaba, mamá acababa de poner un pie en el recinto.

-Está enferma, si esto la alivia, nada más importa –conteste con total sinceridad ante la situación.

-¿Qué están haciendo? –preguntó mamá apareciendo en el salón cruzándose de brazos.

-Hope alivia su dolor torturando a Roman –contesto con tranquilidad papá.

-¿Y después qué? –cuestiono a nuestro plan momentáneo.

-¿Cuándo acabe con él y la oscuridad vuelva? –añadió Elijah metiendo leña al fuego.

-Va a activar su maldición con toda esa oscuridad dentro, va a ser un peligro para ella misma –mamá hablo con preocupación mientras olía el aire, seguramente notaba nuestro hechizo.

-No va a activar su maldición eso –conteste mirando mi plato, saber la verdad nunca es fácil, después de mi visión sobre quien iba a activar la maldición de Hope, decidieron que era prudente limitarlas.

-¿Cómo sabes? –preguntó Elijah con interés.

-Porque desde siempre he sabido con quien la activa –conteste con una fingida sonrisa-, así que está todo bien –no había nada de qué preocuparse por el momento, agarré mi taza de café y empecé a subir las escaleras.

-Perdón, pero tengo que preguntar, por mucho que disfrutamos del juicio de ambos, por parte de Larissa lo entiendo, pero Elijah –cuestiono papá siguiendo mis pasos-. ¿de verdad te importan los intereses de Hope?

-¿De qué me estas acusando? –fingió estar ofendido Elijah, obviamente sabía que se lo acusaba de traidor.

-No estamos ciegos tío –escupí mirándolos a todos y clave mi mirada en Elijah.

-Si queres tanto a esa mujer Elijah, ándate con ella –indico papá-. Tengo una familia propia por la que preocuparme y ese chico es un daño colateral.

-Estas llevando a tus hijas por un camino que erradicara su humanidad –acuso Elijah, no tenía derecho para señalar a nuestros padres así-, y si ellas pierden eso, Niklaus, las consecuencias serán devastadoras para todos.

-No lo hagas –pedí mirándolo sin una mínima intención de esconder mi enojo.

-¿No hacer qué? –preguntó Elijah- ¿Aconsejarlos en contra de sus peores instintos? Por miles de años, he intentado influir desesperadamente en tu padre Rina hacia algún tipo de razón.

-Actuar como cuando nos portábamos mal de niñas y nos intentabas aconsejar –deje mi café sobre la ratonera y lo mire fijo-. Todos estos años seguí en contacto con el resto, pero vos elegiste olvidarnos, elegiste abandonarnos, no creo que tengas ese derecho, aparte –sonreí con dolor, todo ese rechazo por muchos años había dolido, fue similar a como si hubiese estado muerto- Al menos no tenes que preocuparte por mi humanidad, la perdí hace años, capaz cuando activé mi maldición necesitaba algún consejo de tu parte, pero no estabas porque nos borraste de tu memoria como si no fuéramos nada –confesé sintiendo mis lágrimas asomarse, estaba temblando de enojo y buscaba controlar mi poder-. Deberías reevaluar tus lealtades –indique antes de irme corriendo del salón hasta mi cuarto.