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Las hermanas Barker caminaron en silencio por las calles de pueblo cercano a la casa de los Skodje, ninguna de las dos recordaba cuando fue la última vez que caminaron por ese mismo lugar, se veía tan desconocido, tan distante, como si los únicos lazos existentes empezaran a romperse y es que dentro de la cabeza de una de las hermanas eso fue lo que hizo; romper sus últimos lazos con la otra.
Las vacías calles del pueblo eran las únicas que presenciaron como la mano de Jesabella dejaba de tocar una parte del abrigo que Holland usaba, necesitaba borrar la imagen de ella caminando de la misma forma por el callejón Diagon cuando la mayor de las dos estaba comprando sus cosas para Hogwarts, Holland le dijo que debía sujetarse para no perderse.
Holland sintió como la tela dejaba de ser sujetada y se detuvo, ambas se detuvieron, pero Ella no la miró, se enfocó en ver al bebé entre los brazos de su hermana.
— La maternidad te sienta. —susurró— Ojalá todo hubiese sido diferente, ¿crees que sería buena tía?
— Si cualquiera de tus raros amigos viene en el paquete de tus entonces no. —Ella rio— Sirius y James serían la peor influencia.
— Siempre dije que Remus era el más decente de nosotros.
— Peter también lo es.
— Lo es. —susurró, su mano se alzó y acarició la mejilla del bebé— Jamás le dije nada a papá sobre lo que venía en esa carta, no podría traicionarte de esa manera.
— ¿Qué?
— No iba a beneficiarme en nada que supiera que salías con Michael, de hecho, ni siquiera lo supe hasta el día que te confronte en el tren.
— ¿Y me lo dices ahora?
— Necesito saber que no me odias.
— Ella... —susurró— Jamás podría odiarte, eres mi hermana.
— ¿Incluso si soy un monstruo? —Holland cargó mejor al bebé para poder poner su brazo sobre sus hombros y atraerla en un intento por darle un medio abrazo.
— La Ella que está frente a mi seguirá siendo la Ella que jugaba conmigo en el ático, lamento habernos separado, quería lo mejor para ti, no importa lo quehice o hagas, siempre serás mi hermanita.
— Yo también quiero lo mejor para ti. —murmuró viendo detrás de ella por unos segundos antes de poner sus manos a los costados de su cabeza y murmuraba el hechizo que había aprendido para usarlo con sus padres.
Los ojos de Holland se volvieron blancos antes de que pudiera poner resistencia, pronto sus ojos se vieron perdidos mientras Ella se encargaba de reemplazar cada uno de los recuerdos que su hermana tenía, remplazando en los que ella estaba, en los que estaba Eleazar, sus padres, dejando solo en los que estaba los buenos.
Detrás de Holland salió la hermana de Michael.
— ¿Estás segura de esto? —preguntó mirando como los ojos de la mayor de las Barker empezaba a tener el color de sus ojos normal.
— ¿Cuidarás de ellos?
— Con mi vida. —prometió y Ella desapareció en el instante que Holland volvía a estar consciente
— Lo siento, Holland, lo siento. —susurró observando como la hermana a Michael abrazaba con una sonrisa a Holland y la llevaba por las calles.
Ella se dejó caer en el frío del callejón y miró al cielo pensando si aquello era lo correcto, si alejar a Holland era lo mejor, ella no necesitaba estar en medio de todo lo que estaba pasando o iba a pasar, la hermana de Michael cuidaría de Holland y el bebé, ella se llevó a lo único que le quedaba de familia biológica, pero estaba bien con eso, sabía que Holland tendría una vida tranquila en América, donde siempre planeó ir junto a Michael.
─ ✦ ─
Sirius Black y James Potter fueron los primeros que se acercaron hacia Ella cuando apareció, Lily fue quien se había levantado de uno de los sofás para evitar que la molestia que ellos guardaban lo dejarán salir contra Ella, pero los tres se detuvieron al ver las mejillas bañadas de lágrimas, los tres pensaron lo peor, el escenario más terrible se adueñó de sus pensamientos, Sirius terminó de acortar el camino y la tomo entre sus brazos escuchando como los sollozos se perdían en el material de su ropa.
Las manos temblorosas de Ella se aferraron a Sirius, intentando que su cabeza creyera que todo estaría bien mientras estuviera en ese lugar, se quería engañar, quería dejar de lado lo último que había sucedido para no cargar con esa presión en su pecho, aquella noche ninguno de los merodeadores se atrevió a preguntar qué había sucedido, no querían que volviera a revivir lo que sea que haya sucedido.
Sin embargo, Ella no parecía estar preparada para decir algo, porque en los siguientes días ella no dijo nada, se mantuvo callada, haciendo lo que Holland probablemente estaba haciendo en ese momento, seguir con su vida como si nada estuviera haciendo falta, ese era el propósito de todo, aquel dolor que se mantuvo en Ella era uno que estaba dispuesta a pagar.
Jesabella no era fuerte, jamás lo había sido, esa fachada no quedaba con ella, porque la menor de los Barker era vulnerable, tenía sus puntos débiles, unos que personas como Eleazar usaba en su contra, renunció a uno de ellos, pero viendo a Sirius dormir a su costado tan sereno, como si no hubiera unas guerra afuera le hizo preguntarse si estaba lista para dejar ir algo más y conocía la repuesta, pero se negaba a decirles en voz alta porque la verdad era que quería conservarlos a ellos, por egoísta que fuera quería tener cinco minutos más al lado de James, Remus, Lily, Peter y Sirius.
Deseaba cumplir con todas sus fuerzas todos esos sueños que tenía, cumplir las cosas de las que Sirius habló, quería cumplir con James cuando le dijo que no habría otra madrina más para sus hijos que ella.
Una lágrima solitaria descendió por su mejilla, una que fue rápidamente limpiada para evitar que otras siguieran su rasgo, con cuidado se removió en la cama y apegó su cuerpo al de Sirius sintiendo el calor emanar de él.
— ¿Sigues despierta? —escuchó decir a Sirius con la voz ronca pero no hubo respuesta, a lo que el azabache suspiró y la apegó más a él, dejando que su mano acaricie la piel de su brazo— No puedo prometerte mucho, pero voy a estar aquí cuando no puedas más, vamos a estar aquí.
