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Cuando el clima se volvió más cálido todo parecía haber mejorado un poco, el miedo seguía ahí, eso no iba a cambiar como el clima, pero aquellos días todo se veía más tranquilo, lo que para unos era un presagio de que tiempos oscuros se avecinaban y Jesabella era una de las personas que creía en eso, porque en tiempos como en los que estaban no podían disfrutar de la falsa calma que Voldemort les otorgaba.
La orden seguía moviéndose entre las sombras, sus infiltrados seguían hablando, pero no actuaban, no podían actuar sin levantar sospechas para los otros, habían tenido suficiente con la muerte de Ava York y su familia, tenían que volverse más cautelosos, Ella no pudo evitar sentirse culpable al saber de la noticia de cómo había muerto, de todo lo que su familia tuvo que pasar hasta que se comparecieron y los mataron.
Así como Voldemort ganaba seguidores, la orden del Fénix también intentaba ponerse un paso adelante de ellos, ganar tiempo era su objetivo, evitar más muertes y una guerra se convirtió en su prioridad, Ella lo veía una completa pérdida de tiempo, porque no veía un progreso como tal, simplemente era infiltrarse, sacar información y esperar sentados, jamás lo dijo en voz alta ante otros, pero Remus Lupin si la escuchó quejarse varias veces cuando estaban los dos solos.
— Gracias por hacerme compañía, Rem. —dijo Ella con una sonrisa mientras le extendía una taza de chocolate caliente al hombre lobo.
— Así no haces una estupidez. —Ella lo miró ofendida— ¿Cuándo volverá Sirius?
— No lo sé, Dumbledore dijo que era necesario que se quedará un tiempo para convencer a esta persona, confía en que lo hará.
— Mientras más personas mejor.
— Se está preparando para una guerra. —susurró Ella mientras masticaba unos dulces que Lily había traído la última vez que estuvo por ahí, unos que Remus recordaba le habían disgustado la primera vez que los probó.
— ¿Qué hay de tu hermano? ¿Sabes algo de él?
— No está haciendo mucho, se mantiene al margen de todo, ahora que Holland está fuera del plano no me importa mucho lo que piense hacer, estaré preparada.
— ¿Harás una estupidez?
— Amaneciste preguntón, Remus. —se burló la castaña, pero asintió— No quiero hacer una estupidez, solo detenerlo, incluso si no podemos evitar que Voldemort se haga fuerte puedo evitar que Eleazar se convierta en mi sombra, incluso si Voldy cae mi hermano no va a caer con él.
— ¿Lo matarás?
— Si. —respondió con seguridad— O bueno, es una opción, pero por tu rostro lo mejor sería que vaya a Azkaban.
— No te ensucies las manos, Ella, eres mejor que eso.
— Si, tienes razón, lo soy. —dijo con una sonrisa que a Remus le provocó el rodar los ojos por el ego que probablemente aumentó ante sus palabras.
La boca de Remus se abrió para regañarla por su comportamiento, pero fue interrumpido por Ella al levantarse corriendo hacia el baño, desde donde estuvo pudo escuchar el sonido de sus arcadas al vomitar. Lupin se levantó y caminó hacia donde estaba, pero la voz de su amiga impidiendo que avance lo detuvo.
Remus entonces se quedó a unos metros del baño escuchándola maldecir y vomitar hasta que no escuchó nada más, sus pasos llegaron a los oídos de Ella quien alzó la mirada para ver el rostro preocupado del hombre lobo.
— Dame cinco minutos. —pidió con la mano alzada para evitar que se acerque más, pero Remus no estaba dispuesto a hacerle caso y caminó el último tramo para tomarla y ayudarla a sentarse en el retrete, Ella lo vio tomar una pequeña toalla y mojarla para luego pasarla por su rostro— Sabía que esos caramelos eran una mierda.
— Te veías feliz comiéndolos.
— Es que se veían muy ricos. —susurró con un puchero, para luego volver a alejar a Remus ante la sensación de arcadas— Y no creo que sean los caramelos, probablemente sea eso que preparó James.
— ¿Comiste algo que James preparó?
— Ya sé, no es lo más inteligente que he hecho en mi vida. —murmuró cerrando los ojos ante lo refrescante que se sentía la toalla mojada en su rostro— Han sido días horribles por su culpa, no he podido comer mucho por eso.
— ¿Estás segura que es la comida de James? —susurró Remus luego de haberse quedado en silencio, los ojos de Ella se abrieron para encontrarse con los oscuros de Remus, podía verse reflejada en ellos, pero también veía algo más que no le agradó.
— ¿Qué estás insinuando Remus?
— No insinúe nada, solo pensé en voz alta, lo siento. —dijo rápidamente alejando la toalla del rostro pálido de Ella— Iré a prepararte un té.
— ¿Crees que estoy embarazada? —cuestionó Ella logrando que el hombre lobo se detenga a medio camino, pero no volteé a verla por ende no pudo ver el miedo cruzar por el rostro de su amiga, mientras sus temblorosas manos se dirigían a su estómago— No puede ser...
Remus lentamente se dio la vuelta encontrándose con la imagen de una asustada Ella aferrando sus manos a la tela del suéter que llevaba, Lupin se maldijo internamente por poner ese pensamiento en su cabeza y con cuidado de no alterar más a la fémina se acercó para abrazarla.
— Solo insinúe que probablemente tengas alguna bacteria y la comida de James lo empeoró. —dijo en un intento por aminorar el daño, pero eso no iba a funcionar porque en la cabeza de Ella ya se había presentado la peor de las situaciones.
Las manos de la castaña entonces se aferraron a la ropa de Remus, mostrándole lo asustada que estaba ante la idea y quizás no porque le daba miedo de formar una familia con Sirius, al contrario, su cabeza incluso quiso que se sintiera feliz ante la idea, el problema fue el pensar en su hermano, su familia, todo lo que Holland pasó, no quería eso, quería formar una familia, pero lejos de todo esto que la estuviera presionando.
Remus dejo salir un suspiro y la separó un poco, dejando en el proceso un suave beso en su frente.
— Vas a estar bien, Ella.
— Tengo miedo, Rem.
— Quizás y solo sea un problema estomacal y ya pensante en todas las posibilidades. —dijo en un tono burlón que logró calmarla un poco.
— ¿Qué voy hacer Remus? —susurró— No es el mejor momento y... Por Merlín, ¿Qué va a decir Sirius? Y si...
— ¡Ella! —exclamó Remus atrayendo su atención a él una suave sonrisa en su rostro la tranquilizó de seguir hablando— Todo va a estar bien, no importa lo que pase, no vas a estar sola, solo... Respira conmigo.
