iii. ii

1K 120 8
                                    

You can be happy with your family.

El invierno volvió a hacer presencia, el frío que calaba los huesos había regresado e incluso parecía ser mucho más fuerte que los anteriores, las carpas de ropa que se usaban no parecían cumplir con la función que les tocaba, pero eso era un prob...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El invierno volvió a hacer presencia, el frío que calaba los huesos había regresado e incluso parecía ser mucho más fuerte que los anteriores, las carpas de ropa que se usaban no parecían cumplir con la función que les tocaba, pero eso era un problema menor para la mujer de cabellos oscuros que se encontraba en medio del bosque sujetando un libro.

Sus ojos no se despegaban de las palabras en otro idioma, el aspecto viejo y desgastado quizás era el menor de los impedimentos para la mujer. Una brisa helada golpeó su rostro alertándola del sonido de una rama rompiéndose, su cuerpo entró en acción de inmediato, dejó el libro a un lado y se levantó apuntando con su varita a la dirección de dónde venía el ruido, esperando a quien sea que tuviera la mala suerte de aparecer en su camino, pero en su lugar vio como detrás de ella un perro negro salía corriendo junto a su libro.

Deja vu, eso fue lo que sintió al correr de Sirius por entre los árboles y ser interrumpida por una rama, una maldición hizo reír al culpable.

— Sal de ahí, sarnoso, tú también James o haré estofado de ciervo.

— ¿Por qué yo y no Sirius? —preguntó el azabache apareciendo a un costado de ella provocándole un susto.

— Que asco comer perro, además, de seguro hasta tiene rabia u otra enfermedad.

— ¿Algún día dejarás de maltratarme? —inquirió ahora Sirius, a lo que Ella negó con la cabeza mientras quitaba el libro de sus manos y lo golpeaba, James se carcajeó, pero luego el libro también lo golpeó a él.

— ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo me encontraron?

— No revelamos nuestros secretos. —James recibió otro golpe— ¡Deja de golpearme! Venía en paz a darte una sorpresa y tú solo me atacas.

— Sus sorpresas nunca son buenas.

— Está lo será. —aseguró Sirius con su mano extendida, Ella los miró a ambos, pero tomó de su mano sintiendo como la otra era atrapada por la de James.

El tirón en su estómago la incómodo unos segundos, odiaba desaparecer, pero era la manera más efectiva de transporte, su mano se aferró a la de James al sentir como la de Sirius se soltaba, dispuesta a insultar al dúo abrió los ojos, pero en su lugar pudo ver una casa y afuera de ella a Remus y Lily con unas sonrisas en su rostro.

La de cabellos castaños frunció el ceño ante la imagen frente a ella, Sirius caminó hacia donde estaba el hombre lobo y pasó su brazo por sobre sus hombros mientras abría los brazos como si estuviera presentando algo, lo estaba haciendo, pero Ella seguía aturdida.

— Encontramos la casa perfecta.

— Lo había olvidado... —susurró ante las palabras de James, quien alzó una de sus cejas ante lo que dijo.

Flicker ➳ Marauders EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora