- Al principio no me di cuenta de que había algo mal aquí.

- Qué quieres decir.

- No estoy seguro de lo que sea, pero lo que sí sé es que tú no debes pertenecer a mi mundo, tienes que alejarte lo más que puedas de todos nosotros.

- Dame una buena razón para eso.

- Puedo darte más de una razón: la muerte de Cristian, la muerte del padre de Ana, el ataque a la casa de Gaspar, el exilio de Eva, la súbita huida de Jan y toda la gente que lo acompaña en su espectáculo, el incendio en tu departamento, el que todos esos demonios te siguieran luego de que yo renuncié a tu alma, el hecho de que todavía tengas a muchos de los míos rondando a tu alrededor, tu percepción de los míos, tus visiones, tus pesadillas y…- se detuvo por un momento y luego siguió-. Y tantas otras cosas- completó-. Nada ha sido como debería haber sido.

- No sé a qué te refieres…

- Me refiero a que hay muchas cosas que no entiendo, ya te lo dije.

- ¿Qué es lo que no entiendes, cómo debería haber sido esto?-. Me fui quedando sin fuerzas a medida que promediaba la pregunta. ¿Me amaba pero no quería estar a mi lado? Que mundo morboso y perverso es éste.

Me rodeé el pecho con los brazos, tenía la sensación de que estar a punto de desarmarme, entre tanto Vicente se mordió el labio inferior, creo que identificó el modo en que me sentía.

- Tú no eres lo que debías haber sido- entonó a un volumen muy bajo.

- ¿Perdón? ¿Qué se supone que significa eso?

- Eres más de lo que debe ser un simple candidato a vender su alma.

- Sigo sin entenderte. Además, a quién le importa lo que yo sea, lo único de valor aquí es que te quiero y que tu me quieres, todo lo demás o tiene el menor valor.

- No seas necia Eliza. No puedes negar que hay algo en ti, no sé que es, pero intuyo en que es lo suficientemente fuerte e importante como para movilizar a las suficientes personas…a demonios poderosos…

- Estás diciéndome que tengo la culpa de todo lo que pasó, de las muertes y…- no pude terminar; ¿de verdad yo estaba generando toda esta locura? ¡¿Cómo?!

- ¡No, nada de eso!- exclamó alterado-. La culpa no es tuya, sino de quienes están detrás de todo esto.

- Pero están detrás de esto por mí- aclaré con decisión-. ¿Por qué?- pregunté con voz temblorosa.

Vicente apretó los labios y se quedó con la mirada fija en mí.

- ¿Por qué?- volví a preguntar.

En vez de responderme dio media vuelta y se bajó del auto. Lo seguí a toda velocidad, no iba a permitir que volviese a escaparse de mí.

"Infierno y Paraíso". Tercer libro de la saga "Todos mis demonios".Where stories live. Discover now