Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)

Capítulo 1 - Gia

¡Hola! Hace años que no escribo nada, pero ver a mis amigas del internet escribiendo me hizo querer volver a esto 💙 Espero que les guste. 

Sacudí mi cabeza de lado a lado y volteé mis ojos hacia arriba mientras me detenía frente al semáforo.

-Déjame adivinar ¿Estás volteándome los ojos en este momento? - preguntó Jay indignada.

-Nooo ¿Cómo crees? -le respondí de manera sarcástica pero cariñosa.

El reloj acababa de marcar las nueve de la mañana y mi mejor amiga ya había intentado convencerme varias veces de salir con ella y alguno de sus matches de Tinder. "A lo mejor tenga algún amigo que quiera venir, ya sabes...para que no te aburras" me había dicho esta mañana cuando contesté su primera llamada a las seis y media. Aunque había intentado sonar casual al decírmelo, sabía que probablemente llevaba días planeándolo.

Habían pasado seis meses desde el fin de mi última relación y Jay se había empeñado en buscarme un nuevo novio desde el día uno. Algo bastante inútil, dado que ella era la peor ligando y yo aún no me sentía emocionalmente lista para salir con alguien más.

De hecho, no creía que pudiera volver a salir con alguien más por el resto de mi vida...

Luz verde. Algún conductor impaciente sonó la bocina y aceleré mientras pensaba qué responderle a mi amiga para librarme de esta.

-A ver, entonces...¿Me estás diciendo que si voy a la fiesta y me comporto bien con unos desconocidos por dos horas vas a dejar de insistirme por lo que resta del mes?

-Bueno, es que un mes es mucho tiempo.Yo diría más bien una semana...

Justo cuando estaba a punto de quejarme, una sombra se cruzó en frente de mi camino y tuve que frenar de golpe. Mi teléfono salió expulsado por los aires y lo que traía en mi bolsa cayó en el asiento del copiloto.

-¡Creoqueacabodeasesinarunniño! - grité histérica sin saber si Jay me había escuchado bien porque no podía ver mi teléfono por ninguna parte. La adrenalina me empujó a bajarme del auto de un brinco y mirar desesperada de un lado a otro. Cerré los ojos antes de agacharme para comprobar que no hubiese una criatura bajo las llantas.

Por favor, por favor, por favor...

-¡Señorita! ¡¿Qué está haciendo?!

Al escuchar la voz de un hombre salí de debajo del auto y me giré en su dirección. Un oficial de tránsito, bajito y calvo, me miraba con enojo. Ay no. Había matado a alguien y me habían atrapado.

-No sé qué paso, fue un accidente se lo juro oficial yo estaba...

-No pierda su tiempo explicándome.- me interrumpió el hombre - Ustedes las mujeres siempre se detienen por cada animal indefenso que ven y luego causan todo este caos.- dijo señalando los autos que esperaban tras de mí. -Por favor hágase a un lado para que los demás puedan pasar. Ah, y necesito su licencia de conducir.

Dejé el auto a un lado de la acera y saqué mi cartera para entregarle mi identificación al oficial, cuando este recibió una llamada a su radio. El sonido de la estática me hizo imposible comprender lo que decía su compañero al otro lado, pero él le respondió como si nada y me volvió a ver duramente.

-Bueno, ya que aparentemente estaba tan preocupada creo que le gustará saber que ya encontraron el perro.

-¿Encontraron el perro? Pregunté confundida

-Sí, el que acaba de golpear. Mi compañero - dijo señalándome a un hombre alto y moreno que también usaba uniforme y se encontraba unos metros adelante de nosotros - la puede acompañar. No está muy lejos.

-De acuerd...

-Esto es por obstrucción ilegal del tráfico.- Me interrumpió el hombre mientras me alcanzaba un trozo de papel.- Adiós, que tenga buen día.

Apenas eran las nueve de la mañana y ya tenía que ocuparme de una infracción y una emergencia veterinaria. Qué emoción.

***

Pascal, el perro al que había golpeado, resultó ser un labrador retriever negro y adorable, pero también un poco asustadizo para su tamaño. Después de una rápida revisión en la veterinaria, la asistente me lo entregó y no supe qué hacer con él. No podía dejarlo a su suerte en la calle, pero tampoco podía tenerlo en mi apartamento por mucho tiempo. Detrás de la placa de su collar la asistente descubrió un número de teléfono, aparentemente extranjero, y antes de dejarnos ir intentó llamar. Nadie respondió, por lo que tuve que pagar la cuenta y llevarme a Pascal a casa.

Al llegar, abrí la puerta con una patada y me tiré en el sofá.Pascal entró a la sala y olfateó a su alrededor antes de subirse al sofá conmigo.

-Parece que no te hace falta confianza.- le dije acariciándolo.Con cuidado, lo sujeté del collar y revisé el número en su placa. Sí coincidía con el que había registrado en mis contactos.

La única respuesta que recibí fue el mensaje pregrabado de la contestadora.

-Pierre aquí.Deje su mensaje. - dijo una voz masculina con acento francés antes de escuchar el característico "bip" de la contestadora.

-¡SUENA A HOMBRE GUAPO! - gritó Jay al escuchar el mensaje. Después de que le contara mi trágica historia, decidimos cancelar la cita y ella se ofreció a visitarme para ayudarme un poco con Pascal. Aparentemente, tener un perro, aunque fuese por una noche, era mucho trabajo.

-Guapo e irresponsable -le contesté después de reírme por su ocurrencia. - Llevo marcándole horas y nada.

-Oye, ¿Y si le escribes un mensaje?

-Mmm...no sé si sea buena idea. Creo que es demasiado personal, además parece que no revisar su celular seguido, o tal vez me está ignorando.

Jay no dijo nada más. Solo se encogió de hombros y siguió comiendo palomitas frente a la televisión mientras acariciaba al perro. De vez en cuando le alcanzaba una palomita y Pascal se la tragaba rápidamente sin saborearla.

Abrí el chat y empecé a escribir un nuevo mensaje.

Buenas tardes señor Pierre, estuve intentando contactarlo toda la...

No.Sonaba demasiado formal y la voz del contestador era de un hombre joven.

¿Y si intentaba con el traductor? El francés se me daba fatal, pero tal vez era mejor para él...

Tampoco. Podría acabar haciendo el ridículo y mi intención era que se llevaran a Pascal de mi casa. Decidí que sería mejor enviarle un mensaje la mañana siguiente y me concentré de nuevo en la película.

***

Una semana. Había pasado una semana desde el accidente con Pascal y aún no recibía una respuesta del tal Pierre. Le había enviado diferentes mensajes de texto, algunos amistosos y otros no tanto, para hacerle saber que tenía a su perro en mi casa y no había recibido respuesta alguna.

Hola! :) El otro día me encontré a tu perro en la calle y lo traje a mi casa. Podrías llamarme? Parece que Pascal te extraña.

Hola, soy yo de nuevo. Pascal se sentía un poco enfermo hoy y tuve que llevarlo al veterinario de nuevo. Por suerte no es nada grave. Llámame cuando leas este mensaje, así puedo devolvértelo.

Ha pasado casi una semana desde que encontré a tu perro en la calle y sigo sin saber de ti. No puedo creer que seas tan irresponsable como para dejar que tu perro salga por ahí sin supervisión, supongo que no te importa en lo más mínimo!!!!

ESTOY HARTA DE LAS PERSONAS QUE NO PUEDEN CUIDAR DE SÍ MISMAS Y ENCIMA DECIDEN TENER UNA MASCOTA! ESTUVE ESPERANDO A QUE TE COMUNICARAS PERO FUE INÚTIL. NO TE PREOCUPES, AHORA TIENE UNA DUEÑA QUE SÍ CUIDARÁ DE ÉL. DILE ADIÓS A PASCAL PORQUE DE AHORA EN ADELANTE SE LLAMARÁ ROSCOE.