Capítulo 17 - Eres idéntica 2

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Adam (Punto de vista)


—¿Andrea Smith? —Dijo ella, Amelia, estando en el asiento de al lado.

—¿Qué? —Pregunté.

—¿Andrea Smith, pelinegra, alta, ojos azules, tendría 19 ahora, murió a los 17? —Dijo, dejándome casi en Shock, mis ojos estaban ardiendo.

—¿Cómo la conoces, digo, conocías? —Pregunté, tenía un nudo en mi garganta que hacía que mi voz se entrecortara.

—No... ¿cómo tú la conoces? —Me miró, en su cara se notaba una tristeza enorme, ¿de dónde la conocía? ¿cómo no supe de Amelia?

—Ella es... —Quería decirle, pero no, debo saber más de Amelia antes de decirle, además, le mentí, Amelia me gustaba, pero el recuerdo de Andrea me impedía verla de otra forma. Amelia es increíble: analítica, hermosa, testaruda, confiada, inteligente...

—¿Es?

—Era... —Corregí. —Era mi... amiga.

—¿En serio? —Secó una lagrima. —Pensé que eras un familiar, no sé, un primo, como dijiste haber conocerla, junté las piezas y dije: pues familia, por los apellidos...

—No, no somos familiares, el apellido Smith es común.

—Lo sé, por eso es difícil saber dónde está la familia de ella, y no me atrevo a preguntarle a nuestra amiga en común ¿recuerdas que te dije?

—Sí... ¿cómo se llama la amiga en común? —Si me da un nombre real, no miente al respecto, pero no necesito más pruebas, todo está claro desde un inicio.

—Flor.

—Su mejor amiga.

—Era nuestra mejor amiga, éramos las 3... Flor, Andi y...

—Mel. —Dije en voz alta.

—¿Cómo sabes?

—¿Eres Mel?

—Hice una pregunta primero.

—Ella me contaba todo. Ahora responde tú.

—Sí, soy Mel... por Amelia, ella me decía así porque se le hacía difícil decime Amelia. Y yo le decía Andi, porque ella le gustaba ese apodo.

—Si que le gustaba, ella era muy única.

—Vivía a sus límites, para otros era rebelde...

—Pero para ella era vivir la vida. —Dije, recordándola.

—¿Dónde la conociste? —Preguntó.

—Escuela. —Mentí de nuevo. —¿Y tú?

—En una playa, cuando estaba aquí en California, de viaje, éramos unas niñas... —Dijo ella, y recordé ese día, vi a Andrea irse con una niña menor que nosotros, alejándose de todos toda la tarde. Sin duda era Mel. Bueno, Amelia. —Tenía 12, ella 14... Y nos vimos unas 3 veces más, con Flor. Ella era la mayor del grupo, Flor la del medio, y yo la menor.

—Conozco a Flor.

—No lo dudo, si me dijiste que ella era tu amiga, y te contaba todo...

—Sí, me contó que se hacían llamar...

—Las chicas superpoderosas... —Soltó una risa débil.

—Sí... ¿cómo era? ¿Mel burbuja, Flor Bellota?

—No... —Negó con su dedo. —Yo era burbuja, porque según Andi, era la llorona y frágil del grupo; ella era Bellota, porque se hacía la rebelde y ruda; y Flor era Bombón, porque era la más madura del grupo, y porque es pelirroja.

—¡Sí! Así era... ella me contaba ese mismo discurso, era el único que sabía su amistad con Mel, bueno, contigo.

—¿Por qué? Digo, eras su amigo, pero ¿por qué te confiaba tanto?

—Es una larga historia Amelia... Y te la quiero contar, pero no estoy preparado para eso, menos porque... porque me verás de otra forma, después de saber todo.

—No quiero preguntar.

—Es mejor que no lo hagas. ¿Por qué no te reconocí? Mel...

—No nos habíamos visto, supongo. —Tú a mí, no, yo a ti, sí.  


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Yo no digo nada, yo no digo nada.


*Huye*


Angela

(Foto del multimedia es: Andrea/Andi)

Un Juego Sucio (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora