Un Juego Sucio (Completa)

Capítulo 5 - Secretos

Amelia (punto de vista)

Él se había ido hace más de media hora, yo me dispuse a terminar algunas cosas, y decidí irme a desayunar. Iba bajando los escalones cuando escuché una conversación, iba a interrumpir para no escuchar sin consentimiento, pero no pude, porque mi intriga de saber qué decían se aumentó al saber que hablaban de mí...

—¿Conociste a Amelia? —Oí a Emma hablar, por eso me detuve a escuchar, porque me mencionó, y me intrigaba saber con quién hablaba, porque desde donde estaba no los podía ver, más si escuchar.

—Sí. Es muy... —Fue Adam quien habló, pero se silenció, pensé que me había oído o visto, pero no, solo se quedó sin terminar la frase.

—¿Muy? —Preguntó Emma.

Yo también quiero saber Adam, ¿soy muy qué?

Pasaron unos segundos en silencio y Emma volvió a preguntar. —¿Adam?

—¿Qué? —Al parecer Adam dio un viaje astral.

—¿Es muy?

Si Adam, ¿soy muy...?

—Amigable. —Mentira Adam, dile, que hasta yo quiero saber.

—Adam Smith, no puedes mentirme, después de tantos años ¿aún crees que puedes mentirme? ¿Y más en mi cara? Te conozco desde que naciste. ¿Qué pasa con ella? ¿Te dijo algo malo? Porque ella ha sido todo un amor...

Me alagas Emma, no es difícil fingir ante la gente, es cuestión de práctica, con el tiempo te vuelves un maestro, y más si nunca dejas de ejercer la práctica.

—No Emma, no.

—No vallas a hacer lo mismo que con... —¿Con? Estos dos no terminan sus frases, por lo que bajeé otro escalón, para adentrarme a la conversación, mejor.

—Emma. —No sé si fue mi imaginación, pero sonó indiferente, frio, como si no tuviese sentimiento en sí mismo.

—Bien. Solo te advierto de una cosa: No lo hagas.

¿Qué no haga qué? No hablen en códigos indescifrables para mí.

—No lo haré Emma.

Me alivia, por si es malo, ya que no dan pistas para saber el chisme completo.

—Eso espero, tomaré tu palabra, no vayas a defraudarme.

No lo conozco, a ninguno, pero yo, por experiencia propia, no confiaría en nadie, ni en mi familia, Emma querida.

—Sí, sí... —Dijo Adam, escuché unos pasos, por lo que me puse en alerta, y subí escalones arriba, pensé que subiría, pero escuché la puerta a la calle, y sentí como mi respiración se regulaba, tremendo susto.

No quise bajar, para no levantar sospechas, por lo que fui a mi cuarto a revisar mi teléfono en lo que el tiempo pasaba. Luego fui a desayunar, Emma no estaba, supongo que ya había desayunado, y este día fue como los otros, desayuno, comida sin padres, cena familiar, dormir y ya... Aburrido, como siempre, por eso prefiero los fines de semana. Y no veo la hora de que empiecen las clases.

¿Qué ocultan hermanos Smith? ¿Debo temerles? ¿O deben temerme? Ya veremos...

Por el momento: solo me dedicaré a dormir, tengo tremendo sueño, y todos en esta casa duermen temprano.

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Desperté por un ruido proveniente del pasillo, de inmediato me di la vuelta para ver la hora en el reloj en mi mesita de noche, al ver que no había luz del sol entrando por mis ventanas. Cuando vi la hora, me percaté de que eran las 3:45Am, sin duda me asusté, ¿Quién estaba despierto a esta hora? Mejor dicho ¿Quién estaba en ese pasillo a esta hora?

Con el corazón a mil, sintiendo los latidos del corazón volverse un desastre, tomé la lampara que estaba en la mesita, como arma, no me juzguen... Me acerqué a mi puerta y la abrí tratando de no hacer el mínimo ruido.

Al asomar mi cara por la puerta, miré a la derecha, donde podía ver el fin del pasillo y la puerta al cuarto de Adam, no había nada. Luego hice lo mismo, de inmediato, hacia mi izquierda, y ahí estaba...

Adam

Quien me miró asombrado, había un jarro decorativo el piso, menos mal no estaba roto, y él había tropezado al parecer, porque estaba recogiendo el estante que estaba ahí para sostener el jarrón, pero no fue eso que me asombró, bueno sí, un poco; lo que me dejó sin habla, fue Adam, un Adam con la ropa llena de sangre, ¿de quién? No sabía, porque la oscuridad me impedía verle bien, para saber si era de él, u otra persona. Con el nudo en mi garganta, un Adam paralizado observándome, un jarrón en el piso y a la vez en sus manos, y una lampara en modo de defensa: esta pequeña historia empezó. 

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Esta pequeña historia comenzó...

¡Ay¡ Que emoción tengo, no veo la hora de que lean los capítulos que vienen, llenos de salsa, pero todo a su debido tiempo. 

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Gracias por su apoyo, saben que aprecio todo, y pues eso fue todo por hoy... Nos leemos después. (Este viernes <3)

Besos de: magia, suspenso, terror y brillitos. 

Angela