Capítulo 4 (Parte 1/2) - Disculpas incomodas

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Amelia (Punto de vista)


Ya llevo unos 4 días aquí, y los dediqué a memorizar lugares de la casa, básicamente a adaptarme, también a hacer que mi cuarto esté más organizado y ponerlo a mi gusto, para sentirme cómoda.

Estaba haciendo eso mismo en este momento, había traído mi carpeta llena de hojas, anteriormente blancas, las cuales estaban llenas de dibujos... ¿Qué puedo decir? Me gusta dibujar en tiempo libre, y pegar algunos de esos dibujos en una pared de mi cuarto totalmente blanca, me hace sentir en casa y cómoda.

Ya estaba poniendo el último dibujo, un atardecer, cuando tocaron la puerta.


—Pase... —Dije sin más, estaba enfocada en mi pared, por lo que no supe quien entró hasta que habló, ya que estaba de espalda a la puerta.

—Lindo... —Dijo Adam, de inmediato me voltee a verle.

—¡Oh! Hola... Adam. —Bajé de la silla en la que estaba parada, y me dirigí a donde él estaba parado. —¿Qué pasa? ¿necesitas algo, o Emma?

—No, Emma está bien, quería hablar contigo. —Me señaló con su mano, donde tenía una botella de agua. Y me fijé que venía de trotar.

—Ummm... ¿de qué? ¿vamos a un lugar a hablar o....? —Ya estaba confundida, he de admitir, ¿Qué quiere hablar él conmigo? ¿y a esta hora? Son las 6:50Am, sí, estoy loca por andar haciendo estas cosas tan temprano, pero no podía dormir.

—No... aquí está bien... —Dejé que pasara, y él se adentró a mi cuarto, ¿me sentía incomoda? Sí, ¿iba a quejarme? No, ¿por qué? La intriga me carcome más que las ganas de echarle.

—¿Vas a hablar o te quedarás observando mi cuarto? —Mi voz sonó más seria de lo que quisiese.

—Perdón, es que no había visto el trabajo que hizo mamá con esta habitación... no pensé que fuera tan buena.

—Ah sí, dijo algo de que nadie piensa que ella pueda hacer esas cosas. —Dije sentándome en la orilla de la cama.

—¿Qué haces despierta tan temprano? Digo... vi la luz por debajo de la puerta en el pasillo oscuro.

—¿Qué querías decirme? —Le cambié el tema, da muchas vueltas.

—¡Wow! Vas directo al punto, sin...

—Sin rodeos. Habla.

—Eso iba a decir... —Evadió mi vista por unos segundos, con una cara de angustia, supongo que buscando las palabras correctas para decir lo que fuese que quería decir.

—¿Y bien? —Dije al ver que no decía nada aún.

—¿Qué harás hoy?

—Es de eso que ibas a hablar ¿o estás evadiendo?

—Tengo que saber, para decirte.

—Adam...

—Bueno ya, sin rodeos, sin rodeos.

—Repítelo en tu mente hasta que te lo creas, aceptes y ejerzas.

—Touché.

—Adam... —Ya perdí la poca paciencia que tenía, me levanté de la cama, con los brazos cruzados sobre mi pecho. —Habla.

—¡Mamá me obligó a pedirte disculpas, como buen anfitrión, porque no te recibí y te mentí, porque no hacía nada de la uni, solo estaba con unos amigos en un hotel: comiendo y pasándola a lo bomba! ¡Cuando me habían dicho que debía estar aquí para convivir en familia y hacerte sentir cómoda! —Demasiada información para asimilar, y más porque lo dijo demasiado rápido, tanto así, que tuvo que tomar un gran bocado de aire al terminar de hablar. —Ya... -Suspiró. —Ya lo dije.

—¿Y las disculpas?

—¿Qué?

—No debes darlas, es tu vida, pero me has dicho que Josse te obligó a pedir disculpas, y solo has dicho eso, lo que pasó, pero no hay disculpas en tu discurso extremadamente exagerado y acelerado... —Miré a un lado pensativa y dije: —Impulsivo, esa es la palabra.


Adam abrió la boca y me miro con una cara, que expresó de todo. Salió del shock y dijo: —¿Las quieres?

—No, ¿para? Ni si quiera debías haberme dicho todo esto, solo andar por tu vida tranquilo... Y si Josse me iba a cuestionar sobre el asunto, pues solo tenías que decirme: "Amelia, lo siento, por no haber estado aquí cuando llegaste" Lo cual, dijiste, o más o menos, el día que nos vimos por primera vez, ¿hace 3 días? Ummm... no, hace 4, creo. —Me encogí de hombros, dándome la vuelta para cerrar mi carpeta de dibujo que estaba en la cama, volviendo a lo que hacía.

—Wow... —Lo oí decir. Luego dijo otra cosa más que no pude escuchar bien, porque fue casi un susurro.

—¿Qué dijiste? —Pregunté, mirándole.

—Nada... nos vemos. —Y salió del cuarto. Todo fue muy raro. 


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Gracias por leer este capítulo, pero como vieron en el título, este es la parte 1 de 2, así que no escribo más, y los dejo para que lean la siguiente parte. ¡Disfruten el especial de doble capítulo!


Besos de: magia, terror, suspenso y brillitos. <3

Angela


La canción es la que escuchaba mientras editaba, como siempre.

Un Juego Sucio (Completa)Where stories live. Discover now