Diario del Viajero

Capítulo 170: Mundo Paralelo (1)

Capítulo 170: Mundo Paralelo (1)

El invierno se fue y llegó la primavera; había llegado un nuevo año.

Los dinosaurios empezaron a poner huevos, los pájaros cantaron buscando parejas, los árboles brotaron nuevos brotes verdes y el Continente Hombre Bestia estaba lleno de vida.

Temprano en la mañana, la gente del Templo del Dios Bestia se levantó, limpió el templo, limpió la estatua del dios, cantó las canciones de alabanza al Dios Bestia y se preparó para el sacrificio del Dios Bestia que se avecinaba.

Todos en el templo estaban ocupados, pero también estaban felices y alegres. Cuando se encontraban con otros, siempre los saludaban con una sonrisa brillante en sus rostros.

No, eso no estuvo bien. Había una persona que no estaba ocupada, pero tampoco estaba feliz ni alegre.

Hace más de veinte años, el Templo del Dios Bestia se había ampliado.

En esos días, había una gran montaña detrás del Templo del Dios Bestia. Ahora, la montaña detrás del templo ya no existía.

Había sido arrasada y en su lugar se habían construido muchas casas y un templo más grande.

Este templo era muy espacioso y estaba rodeado por altos muros. Había mucha gente fuera de los muros, pero casi nadie entró.

Los sacerdotes y sirvientes de nivel inferior del Templo del Dios Bestia no se atrevieron a acercarse al templo y no entendieron lo que estaba pasando, pero todas las personas de alto nivel del Templo del Dios Bestia, que sabían lo que estaba sucediendo dentro del templo, todos estaban llenos de asombro hacia este lugar.

¡Dentro de este templo vivía el Dios Bestia, el gran y único Dios Bestia!

Había muy pocas personas que sabían de esto, y no se lo dirían a otros porque al Dios Bestia no le gustaba ver a la gente y no quería que se conociera su existencia.

En general, solo les dirían a los demás que este era el verdadero templo al que solo podían entrar las personas más devotas.

Por lo tanto, a medida que pasaba el tiempo, cada vez menos personas sabían sobre el hecho de que el 'Dios Bestia' realmente vivía dentro del templo.

Hasta el día de hoy, solo unas pocas personas sabían que el nombre del Dios Bestia era Zhou Ji.

Mientras todos esperaban el Sacrificio del Dios Bestia, Zhou Ji estaba en el templo, muy aburrido.

Había transmigrado a este mundo hace treinta años.

Cuando había transmigrado por primera vez, este cuerpo suyo tenía veinte años. Ahora ya tenía cincuenta años.

Tenía treinta y dos años cuando transmigró. A partir de ahora, su edad psicológica era de sesenta y dos años.

Sintió que ya había vivido lo suficiente.

Sin embargo, él tampoco quería morir, por lo que vivió sin hacer nada de un día para otro, ¿tal vez podría descubrir algún otro alimento nuevo que pudiera comer?

Zhou Ji bostezó mientras yacía en la cama, mirando el techo de piedra de su habitación.

Cuando llegó por primera vez a este mundo y se despertó en esa Tribu Gran Oso, estaba lleno de amor por este mundo. Desafortunadamente, nunca pudo integrarse completamente en el mundo. Más tarde, después de experimentar muchas cosas, se sintió aún más fuera de lugar en este mundo.

Hasta ahora, ni siquiera tenía a alguien con quien realmente pudiera hablar, y era demasiado vago para molestarse en hablar con los demás.

Una vez había querido vivir una buena vida en este mundo.