Diario del Viajero

Capítulo 11: Regalar Carne

Capítulo 11: Regalar Carne

Xiong Ye también se unió al grupo de personas que estaban esperando su porción de carne.

La carne de Pentaceratops ya había sido enjuagada y cortada en pedazos. Todos habían cooperado juntos para cazar el Pentaceratops, y no había una gran diferencia entre los que habían contribuido más o los que habían hecho menos, por lo que la cantidad de carne que recibían las personas del equipo de caza era básicamente la misma.

Sin embargo, Xiong He había observado cuidadosamente todo lo que sucedía durante la caza, por lo que les dio a los que habían trabajado más duro un mejor trozo de carne. Por ejemplo, cuando fue el turno de Xiong Ye, le dio un trozo de hígado bastante grande.

Todos estaban felices y lo celebraron como si fuera un día de fiesta porque ¡a todos les habían dado mucha carne hoy!

El pentaceratops pesaba más de cinco toneladas, y después de quitarle los huesos y la piel, aún quedaban al menos tres mil kilogramos de carne que se podían distribuir. Su tribu tenía un total de más de cuatrocientas personas, varias de las cuales habían salido a comerciar por sal. Solo un centenar de personas habían participado en la caza ...

Como miembro del equipo de caza, Xiong Ye recibió unos veinte kilogramos de carne, y los otros cazadores también recibieron aproximadamente la misma cantidad. Incluso los ancianos y los niños de la tribu recibieron cinco kilogramos de carne cada uno.

¡Sin mencionar que todavía quedaba sopa de huesos para beber!

Había varias ollas grandes de piedra en la tribu que se usaban para hervir sopa. Estas vasijas de piedra eran los tesoros de la tribu y las apreciaban mucho. Aunque de acuerdo con las palabras del sacerdote anterior, había mejores ollas de barro en otros lugares, la gente de la Tribu Gran Oso siempre había creído que sus propias ollas eran las mejores.

Las vasijas de piedra eran mejores que las de barro, ¿verdad?

Por el momento, los huesos habían sido hervidos en las ollas junto con algunas de las vísceras que tenían un sabor más fuerte y eran impopulares entre la gente de la tribu; a los Hombres Bestia les gustaba comer el hígado y el corazón, así como la grasa del vientre de sus presas. , pero no le gustaba comer intestinos y cosas por el estilo. Aun así, nadie dejaría que se desperdiciara.

Aparte de una variedad de ingredientes sobrantes, la sopa de huesos también tenía algunas verduras silvestres y, aunque tenía un sabor un poco extraño, seguía siendo un festín poco común para la gente de la tribu.

Los ancianos y los débiles de la tribu ahorraron su carne y fueron felices a beber la sopa y comer verduras silvestres.

Xiong Ye no se acercó a beber la sopa. En cambio, fue a asar su carne en silencio.

Habían atrapado uno grande hoy, y todos estaban particularmente felices, pero sentía que estaba un poco fuera de sincronía con todo eso.

No había pasado todo el invierno hibernando; acababa de dormir mucho más de lo habitual, y durante ese período invernal, en los momentos en que estaba atrapado en ese espacio liminal entre el sueño y la conciencia, constantemente reflexionaba sobre cómo sería su vida futura.

Imaginó la vida que tendría una vez que él y Shi Li vivieran juntos; después de convertirse en compañero de Shi Li, ya no estaría solo cuando regresara a casa. Podría ir a cazar con Shi Li, y comerían y dormirían juntos todos los días.

Había pensado que sería maravilloso, pero ahora ...

Xiong Ye arrancó un trozo de la carne que estaba asando y se lo metió en la boca.