Capítulo 42

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Nos graduaríamos el siguiente sábado en la noche, ante la felicidad de nuestras familias. Había algo de nerviosismo adicional de nuestra parte porque sería el momento en que ambas familias se conocerían y sacarían chispas seguro quizás por eso notaba a Mili más preocupada y distante que en las últimas semanas. Sabía que a mi padre no le agradaban los militares, y al viejo de Mili yo no le hacía tanta gracia, pero al menos me respetaba por estar con su hija en los momentos tan difíciles que pasaron. Por el lado de nuestras madres me parecía que no habría problemas cuando se conocieran.

En ese momento creía que esa era mi principal preocupación, como hacer congeniar a nuestros viejos, ya que consideraba que mi relación con Mili vislumbraba para algo serio a futuro, tras todo lo vivido y superado. Sin embargo, estaba muy lejos de presagiar el principal problema que teníamos encima. Llego el día de la dichosa ceremonia quizás la última vez que veríamos a la arpía de Vane, así que estaba atento a lo que pudiera tramar aquella bruja loca, pero el golpe no vendría por ese lado.

Previa a la ceremonia, en el auditorio de la universidad, estábamos conversando entre amigos en las gradas de ingreso, enfundados elegantemente en nuestros trajes, esperando que nos llamaran para colocarnos la toga y empezar con la ceremonia. Mili también estaba con su grupo de amigas, pero en los vestidores, dándose los últimos retoques a su maquillaje y quizás tomándose fotos. De a pocos iban llegando los padres a la distancia divise la enorme figura de mi suegro que resaltaba más que la de su esposa. Me acerque a saludarlos, él se veía con un estilo marcial propio de su disciplina militar, la madre de Mili se veía un poco más delgada y demacrada producto de su enfermedad, pero con el halo de felicidad por ver a su hija graduarse.

- Te felicito muchacho, tus padres debe estar orgullosos – Me dijo.

- Gracias señor, ellos están orgullosos igual que ustedes de su hija – Repuse.

- Lástima que no tendremos mucho tiempo para celebrar – Agrego apenado.

- ¿Por qué? – Pregunte curioso.

- Tú sabes, por el viaje – Me dijo extrañado.

- ¿Cuál viaje? – Replique sin entender.

- Mi hija ¿No te dijo nada? – Insistió su viejo.

- No señor ¿Que se supone que debía saber? – Agregue preocupado.

Vi el rostro de la madre de Mili, un poco desencajado, viendo como su esposo había metido la pata en grande, quizás adelantando algo que a Mili le correspondía resolver. Entendiendo que era una conversación de hombres, la madre de Mili decidió adelantarse y dejarnos solos. Fue entonces que el padre de Mili, al fin, termino por revelarme el secreto que me había ocultado durante las últimas semanas, aquel secreto que su padre le insistió en más de una oportunidad que me contara.

El cáncer de la madre de Mili no había menguado. La familia había optado porque continuara su tratamiento con especialistas en Estados Unidos en New York, tenía parientes en New Jersey, ella la doble nacionalidad hasta el momento ese no era mi problema y en unos instantes se convirtió en mío también. El padre de Mili se quedaría en el país, en su trabajo, mientras su esposa viajaba a hacer su tratamiento, pero no iría sola necesitaba quien se haga cargo de ella mientras sus parientes trabajaban.

Pues sí, adivinaron la sacrificada seria Mili y por consiguiente también nuestra relación de pareja el tratamiento de su madre de por si sería costoso, como para contratar a una persona que este tiempo completo con ella. ¿Por cuánto tiempo se iría? Dependía de la enfermedad, del tratamiento y como evolucionase podían ser semanas, meses ¿Años? ¿Quién sabe?

Rompiéndole El Culo A Mili.Where stories live. Discover now