Capítulo 32

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Pensé advertirle a Vane de las intenciones de Guille, pero no sabía cómo reaccionaría ella, me creería o no de hacerlo podía acusarlo con su padre que no dudaría en mandar a darle una golpiza dejándolo mal, hasta invalido, si no es que lo mandaba desaparecer. No creía exagerar, había escuchado historias de líderes de sindicato en sus empresas que terminaban en el hospital y alguna exageración de un tipo que lo tuvieron que armar como rompecabezas no podía permitir que eso le pase a mi amigo. Entonces hice lo más decente que se me ocurrió.

- Aló Sra. Usted es la abuela de Vane ¿Verdad?

Al otro lado de la línea telefónica, una anciana de voz dulce me respondía, uno no podría sospechar que tras esa delicada voz se escondía una persona de carácter.

- Si, soy abuela de Vane ¿Con quién hablo?

- No me conoce, soy amigo de Vane.

Le conté que había visto a su nieta en un club, compartiendo una cabaña con un mestizo, que eso no se veía muy bien apelando al racismo de la señora, que casi le da un infarto al saber que su nieta se juntaba con la chusma, más aún del que creían que su familia se hizo rica contrabandeando drogas. Evidentemente exagere las cosas, le metí miedo a la señora, no era la mejor manera, pero logre mi objetivo al día siguiente llegarían los padres de Vane y quizás se la llevarían de vacaciones para alejarla de sus malas juntas o que se yo el tema era que se la llevaran hasta que las aguas se calmaran.

Al menos así podría estar tranquilo de esa manera creí haberle pagado el favor que le debía a Vane, pero solo que corte la cadena entre Vane y nosotros, pero formaría una nueva cadena entre Guille y yo, de alguna manera intuiría que intercedí para alejar a Vane de él, evitar su venganza y no me lo perdonaría fácilmente, pero aun así me arriesgaría a hacer lo correcto para evitar desatar más locuras. Había que sumar también que Javier me la tenía jurada. También sabía que al enterarse Guille me llamaría o buscaría para ajustar cuentas, y fue más rápido de lo que creí que recibí una llamada.

- ¿Quién diablos te crees para meterte en mi vida? – Me grito una voz ofendida.

- Hey, intento hacer lo correcto – Le explique.

- Lo correcto para mí o para ti ¿Por qué me quieres alejar? ¿Acaso sientes algo por mí? – Repuso Vane apelando a su ego femenino.

Tuve que desarmar su castillo donde según Vane yo estaba enamorándome de ella y la quería alejar para que no interfiera con mi relación con Mili. Solo quedaba la verdad, era momento de dejar de esquivar cosas que al final se complicaba más todo, le conté que Guille supo lo del club y que lo tenía desquiciado, planificando cosas absurdas y peligrosas.

- Yo se cuidarme sola – Me grito ella.

- Esto es diferente, lo has llevado al borde la locura – No reconozco a Guille.

- Está bien – Dijo reflexionando ya algo asustada, tal vez entendió sus acciones generaron esto.

- Hasta que al fin entendiste – Repuse aliviado.

- Solo te pido algo – Me dijo compungida.

- Si claro, lo que sea – Respondí, quizás quería que le dé un mensaje a Guille antes de irse.

- En realidad, aún me debes un favor lo que quedamos en el club – Me dijo maliciosa.

- ¿Es en serio? – Replique atónito, uno preocupado por su integridad física y ella excitada tal vez por la situación o entendiendo que sus padres la alejarían mucho tiempo.

Rompiéndole El Culo A Mili.Where stories live. Discover now